Silao-. En Santa Ana del Conde, una comunidad de 3,456 habitantes, algunas personas ya sabían que habría “balazos” en las canchas El Roble. Días antes se los advirtieron, sabían que irían por sus víctimas y que un ataque sembraría pánico en una localidad de Silao.
Una fuente confesó a La Silla Rota que antes de este lunes le advirtieron que no se acercara a los campos de futbol, porque habría un ataque armado.
“A mí me dijeron que no fuera a ese partido, que no me parara ahí (...) ellos no preguntan, ellos van por quien van”, relató la fuente.
La guerra por el narcomenudeo podría ser una de las causas del ataque en el que mataron a tres hombres y lesionaron a tres más.
“Andan matando a todos los weyes que están vendiendo (droga) y no están alineados”.
Hablar de un cártel específico es difícil para la fuente, pero acepta que la venta y el consumo de drogas rodean la comunidad. Iban por narcos locales, detalla.
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En las calles de Santa Ana del Conde impera el silencio un día después de la balacera. Las pocas personas que pasan por los campos de fútbol voltean su mirada y recuerdan el trágico hecho.
Lo platican entre vecinos.
Pasan motocicletas, autos, niños en bici y trabajadores de la zona. Lo único que viene a su mente es la ráfaga de balas que escucharon en pleno partido de fútbol, pero este martes tienen que seguir con su rutina.
Un vecino cuenta que escuchó entre 15 y 20 balazos mientras estaba con sus hijos, lo único que hizo fue “encerrarse” y no salir. No sabían que pasaba allá afuera, pero escuchaban gritos y fueron testigos de una escena dolorosa: “un señor iba con su hijo todo ensangrentado, lo habían baleado”, cuenta el hombre de aproximadamente 40 años.
Los habitantes intentan explicarse el motivo del ataque, intentan entender por qué hombres armados interrumpieron el partido entre Santa Ana del Conde vs Vag Zona Piel para matar a tres hombres.
Y es que este juego ocurrió después de 22 días en pausa, las condiciones climáticas no permitieron torneos anteriores. Y en las canchas donde todo estaba aparentemente tranquilo, donde no ocurría nada inusual las balas sonaron.
Con temor, otra fuente narra que en Santa Ana “hay gente pesada”, que los habitantes los tienen identificados, pero prefieren mantener su distancia. “Por eso yo no me meto con nadie”, asegura. No afirmaron si se trata de narcotraficantes, pero reconocen que son personas a las que prefieren solamente saludar, por temor.
Unos kilómetros adelante, en el ejido Benito Juárez habitantes almuerzan en un puesto de quesadillas y cuentan que se enteraron del hecho por noticieros nacionales, porque casi no salen. Y es que el hallazgo de cuerpos y los asesinatos que se han cometido en esa comunidad hace que vivan con temor.
“Nosotros nos dimos cuenta por las noticias, no escuchamos nada porque están lejos, pero está fea la cosa aquí”, platica Armando, un adulto mayor vecino de la zona.
EL HECHO Y LAS VÍCTIMAS
Pasaban de las 7 de la noche de este lunes cuando los asistentes del partido grabaron el momento exacto del ataque, hombres armados empezaron a disparar cerca del perímetro de las canchas, a un costado del estacionamiento.
En el video de un minuto con ocho segundos se ve cómo los jugadores, el árbitro y los asistentes se mueven de un lado a otro. Las detonaciones no dejan de sonar y los gritos tampoco.
Los testigos chiflan a sus conocidos para resguardarse. Corren de extremo a extremo y algunos se ponen boca abajo para librar las balas.
Tres hombres asesinados y tres más lesionados fueron el saldo del ataque. Dos cuerpos quedaron en el asfalto y uno más adentro de un coche. Aunque había niños en el partido de fútbol, afortunadamente no fueron alcanzados por las ráfagas.
La Silla Rota reveló que entre las víctimas está Erick Padilla Vega, de 40 años, cantante de la banda musical llamada “Sencillita”, originaria de León. Un hombre que perdió a su hermano Mauricio en otro ataque armado, pero hace tres años. Lo mataron el 2 de julio de 2018 en unas canchas de la colonia Echeveste, en León.
La familia Padilla Vega llora la muerte de otro hijo, pero tres años después.
Hugo Sánchez era la otra víctima, que de acuerdo con el Periódico AM era padre de dos hijos, y de oficio panadero.
René fue el tercer hombre asesinado, de él se sabe poco.
Las autoridades no han dado información oficial hasta el momento.