Guanajuato.- La masonería es un tema que causa revuelo por sí sola. Muchas cosas se han dicho de ella. La discreción y secretismo de su naturaleza abren la posibilidad a mitos y teorías conspirativas.
Hace unos días, el nombre de esta institución se volvió protagonista en Guanajuato cuando se supo que estarían realizando dentro de la entidad una de sus reuniones más importantes.
Grupos católicos, temerosos y sin conocer el objetivo de esta reunión ni sus actividades, alentaron a la comunidad religiosa a enfrentarse a través de una especie de “batalla espiritual”. Tras esto, y gracias a la curiosidad por la presencia de la masonería en el estado, la logia tuvo más atención de la que suelen obtener.
La comunidad masónica existe y siempre ha existido en Guanajuato. Israel Hernández, el muy respetable gran maestro de la Gran Logia del Estado de Guanajuato, platica que la institución no es muy diferente a las demás organizaciones que hay en el mundo. Su objetivo es el mismo, el bien social.
No es una secta, es una institución
Secta, clan y religión son algunas de las palabras que muchos que desconocen este grupo han utilizado para referirse a ellos, pero ninguno de esos conceptos son atinados ni están cerca de la realidad.
La masonería se define como una institución o escuela cuyo fin es la búsqueda del bienestar de la sociedad. Como muchos organismos, está compuesta por jerarquías y cargos. Se caracteriza por tener como uno de los ejes rectores la fraternidad, lealtad y la solidaridad. Quienes pertenecen a la logia discuten dentro de ella temas de interés social bajo aquella filosofía.
El gran maestro de la Gran Logia del Estado de Guanajuato, Israel Hernández, explica que:
“Somos hombres y mujeres libres que nos juntamos en esta escuela de filosofía donde buscamos estudiar, perfeccionarnos, cimentar valores, cimentar virtudes en las personas que nosotros creemos que son los firmes convencidos de que siendo el cambio en nosotros, cambiaría la humanidad”.
Entrega del certificado de Masón Libre
Nunca dejaron de existir, siempre han estado aquí
El tema de los masones reapareció en Guanajuato en días pasados gracias a su reunión nacional. Entre la ciudadanía surgieron preguntas como ¿cuántos son?, ¿quiénes son?, ¿hay masones en Guanajuato?, ¿volvieron los masones? y más. La respuesta a estas dos últimas preguntas son antagonistas: sí y no.
Los masones siempre han existido en Guanajuato, así haya sido solo uno o cientos, su presencia está en la entidad. La segunda respuesta es no, no volvieron, pero porque nunca se han ido.
Los primeros masones llegaron a Guanajuato cuando el milenario territorio de México fue colonizado y convertido en un novedoso reino: Nueva España. En la época del virreinato existieron las logias itinerantes, compuestas por elementos del ejército de la época desplazados por toda la entidad.
“Se asentaban en algún regimiento y se establecían algunas logias. Unas se quedaban activas y otras se las llevaban los mismos soldados y así se movían en todas las regiones”, relata el presidente de los masones en Guanajuato.
Fue hasta alrededor del año de 1890 que la masonería como se conoce apareció en Guanajuato. Las logias masónicas se constituyeron formalmente, no como una gran logia pero sí como logias internas. Cada una tenía su propia autonomía y administración.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX se conformó la Gran Logia del Estado de Guanajuato con el propósito de unir esfuerzos, pero algo pasó: desapareció.
“Esa Gran Logia desparece, todavía no encontramos mucha evidencia histórica al respecto, desparecen a principios del siglo XX (poco tiempo después de su formación)”, indica Hernández.
Un personaje importante que contribuyó a la llegada de los masones a México en la época contemporánea fue Porfirio Díaz. El líder de la logia guanajuatense indica que los masones fueron impulsores de la revolución francesa, evento inspirador para uno de los presidentes más polémicos del país, don Porfirio Díaz.
Gran logia de Guanajuato en la firma de Reconocimiento y Respeto con miembros de la Confederación de Masonería Simbólica Brasileña
“La Gran Logia se establece cuando don Porfirio Díaz era el presidente de la república. La establecen por mandato de él en Guanajuato y en varias entidades del país. En ese tiempo se le llamaba la Gran Dieta Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos de la que Díaz era presidente”
En Guanajuato, como en muchos otros estados, se estableció una logia para unificar a la masonería que estaba dispersa. Nació de un mandato específico del presidente. Se cree que pudo haber nacido cerca de 1870 u 80 y que despareció alrededor de los años 20 o 30 del siglo XX.
El 16 de febrero de 1994 la logia reapareció o más bien, se reconstituyó. Esa la que hoy existe en el estado y de la que forman parte entre 450 y 500 hombres en el estado.
No es secreto, es discreción
Más que manejarse como algo secreto, la masonería es una práctica discreta. Se realiza de esta manera gracias a los prejuicios y estigmas que hay en la sociedad. Lo que sucede dentro de la logia no es un secreto en sí, pero es algo que Hernández describe como íntimo o privado y por lo cual existe reserva de adentro hacia afuera.
“No hay nada secreto, en esta época hay mucha información disponible que hablan de la masonería y están al alcance de un clic. Lo que sí es que así como hay mucha información verdadera, hay mucha información mal distribuida”, comenta.
Gran Logia de Guanajuato
Mujeres en la masonería
Las mujeres que practican la masonería son aún más discretas en el estado. La Gran Logia, compuesta solo por hombres no tiene datos precisos sobre cuántas son pero se sabe que existe una cantidad importante.
Ellas aparecen en eventos de la logia e incluso coinciden en eventos civiles, sociales y más pero no hay cifras exactas de las mujeres. Este grupo de la masonería no tiene logia aun pero se podría decir que existe la Gran Logia del Estado y la Logia Femenil.
La libertad es un fundamento entre los masones de Guanajuato
El fin de semana pasado se llevó a cabo Confederación de Grandes Logias Regulares de los Estados Unidos Mexicanos en el que discutieron varios temas que preocupan a la sociedad en general. Grupos católicos se opusieron a este evento y pidieron oraciones para contrarrestar supuestos efectos que la reunión pudiera tener en la ciudadanía y su fe.
Los masones, percibieron esta convocatoria como una represión a la libertad. Un día después la Arquidiócesis de León emitió un comunicado en el que piden a los fieles respetar a todas las comunidades.
El líder de la Gran Logia explica, en relación a esta polémica, que la libertad de expresión y religiosa es elemental e incuso un requisito obligado para quienes deseen formar parte de la masonería.
“Respetamos todas las instituciones, todas las ideologías y todas las creencias; no somos perversos, no somos malignos, en ningún momento hacemos alguna cosa con una mala intención”, explicó Israel Hernández.
Los masones guanajuatenses no buscan atacar a nadie y señalan que no hay nada que temer, su único fin es el bienestar social. No quieren enriquecimiento, solo justicia social y desarrollo la cual quieren lograr a través del estudio y aportación de ideas, aclara el presidente.
PR