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El cartero; mensajero de alegres y tristes noticias

El empleado postal, el cartero, entrega correspondencia entre satisfacciones, clima, inseguridad e incluso a veces ataque de perros en donde llevan el correo

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Escrito en GUANAJUATO el

León, Guanajuato.- A pesar del paso del tiempo y de las nuevas tecnologías como las redes sociales que han afectado al Servicio Postal Mexicano (Sepomex), ser empleado de éste como cartero es una satisfacción, así lo manifestó Erik González Rodríguez quien tiene 40 años trabajando en el Sepomex (correos).

Entre a los 17 años al Servicio Postal el 1 de mayo de 1981, inicié en el Departamento de Registrados Apertura, posteriormente me fui a la sección de Apartados, aquí dentro de la oficina duré 10 años como auxiliar postal y ya los otros 30 años me la pasé ya de cartero.

Miguel Ángel García Rivera y Erik González Rodríguez, con 6 y 40 años en el Servicio Postal Mexicano, respectivamente. 

 

El motivo fue mi papá

La razón por la que entré como empleado postal fue mi papá, mi papá duró 34 años como empleado del Servicio Postal Mexicano y luego hubo oportunidad de que yo entrara, y aquí voy a tomar la frase de un compañero que estuvo como jefe de carteros, "Un cartero nace no se hace", o sea nacemos ya con la camiseta puesta y me ha tocado ver a muchos que han entrado y los han retirado o se han retirado por diversas causas. Muchos no tienen ese espíritu de entregar cartas.

Antes el ser cartero se daba de familia pero eso fue decayendo con el tiempo, pues muchos hijos de compañeros ya no quisieron entrar aquí, por decir también, mi hijo, yo le dije que aquí había una plaza si la quería, pero me dijo que no, te lo agradezco. Él estudió algo de comunicación y no le llamó la atención entrar como cartero, por eso decía que un cartero nace no se hace, a veces no se trae esa vocación y por otro lado hay otros que quisieran entrar al Servicio Postal pero no se les ha dado esa oportunidad, no sabemos quién sí, quién no.

Y ahorita con eso de la austeridad que tenemos no hay plazas, por decir, para mí son mis últimos 50 días aquí, ya me retiro y antes de que me saquen con los pies por delante, es broma; si yo me retiro no va a haber quién me reemplace y a los compañeros les van a repartir lo que yo hacía.

Hace unos dos meses se retiró otro compañero, él tenía 35 años de servicio y dijo ya, estoy tal vez físicamente bien, pero mentalmente, dijo que ya estaba cansado.

Muchos me echan bullying porque creen que no me voy a retirar y yo de broma les digo que soy como Chabelo y los voy a ir pasando.

Yo en lo personal me entra la nostalgia, dejar esto y tener que darle otro giro a mi vida, pero bueno la vida sigue y nadie somos indispensables, van a llegar otros posiblemente con mejor actitud que uno y a seguirle.

Comienza el trabajo

Empecé como cartero repartiendo correspondencia en una bicicleta y una de las zonas más pesadas que me tocó, por ser el de menor antigüedad, fue la colonia Las Arboledas, era una de las colonias más pesadas, aunque también lo eran El Paisaje y Prados Verdes, era un solo rumbo.

Las Arboledas en sí era pesada porque las casas son duplex o triples, y como antes no había celular, llegaban las cartas porque llegaban y por eso teníamos que subir hasta el último departamento donde hacíamos entrega.

“Anteriormente, cuando yo inicié repartíamos un promedio de mínimo 500 piezas de correspondencia, máximo me llevaba mil 500 2 mil piezas, esto era por cartero, al día siguiente si no alcanzaba uno a repartir se nos acumulaba lo del día siguiente”.

Surte de conocer personalidades

En la correspondencia acostumbraban empresas enviar también cheques, a mí me tocó conocer al licenciado Ernesto Ayala, que fue presidente municipal de León, él venía a recoger su correspondencia, no mandaba a nadie, llegaba y me preguntaba: -Erik algo para mi fábrica, y a veces me decía: -Es que es día de paga y necesito la "money" y le contestaba tenga aquí está.

Mi papá me dice que él conoció a los Fox y así conocimos a mucha gente y no nos importaba si era el más alto o el más pequeño aquí nosotros los atendemos igual y también si no tienen puesto.

“Una vez a Ernesto Zedillo me lo encontré en una romería pero ya era presidente y volteó y le dije: -No sé cómo hablarle señor Presidente y me dijo: -Para ti voy a seguir siendo Ernesto”.

Me dio satisfacción y mucho gusto que me dijera eso, como me gusta la fotografía traía mi cámara, me la quitó y le dijo a uno de sus guaruras que nos tomara la foto.

Conocí a Zedillo porque él venía a recoger correspondencia a su apartamento aquí en León y también conocí a su papá que tenía la fábrica de botas, creo que se llamaba Pantuflas hogar, él después tuvo otra fábrica de botas pero no recuerdo el nombre de ésta.

Si no hubiera sido empleado postal no lo habría conocido y es que aquí nos topamos con "conocí al diputado fulano" y así los vamos conociendo.

Hay compañeros que van a ciertos domicilios donde están Zamarripa, Alvar Cabeza de Vaca, en fin grandes personajes, no importa dónde a veces nosotros vamos y los conocemos.

A veces conocemos al esposo, al primo, al amigo pero nosotros tenemos el sigilo postal, vemos entregamos y callamos y aunque a veces nos preguntan ¿quién es? respondemos "no sé" a menos que nos entregaran una orden judicial para decirlo.

Los empleados del Servicio Postal Mexicano tenemos ciertas jerarquías aunque a veces ya no las reconocen a uno, ven ahí y dicen "viene el cartero" pero porque les llevamos correspondencia, pero antes el cartero era muy amado, era muy querido, los que nos reconocían mucho la labor era el Instituto Maylen los niños de kínder cada año nos mandaban llamar o venían aquí y nos cantaban las mañanitas y nos traían un presente.

Cartas personales

El envío de cartas personales ha bajado considerablemente, antes era 80 por ciento carta personal sobre 20 por ciento de negocios, ahora es al revés, el 97 por ciento es negocio y el 3 por ciento o menos es de cartas personales.

La última carta personal que recibí fue la semana pasada, en especial es una carta que envían de Estados Unidos, parece que es de una persona que está en una correccional y son de las cartas personales que todavía llegan, no sé, tal vez no les permiten usar teléfonos y es la única forma de comunicarse, por cartas personales.

“Ya son muy esporádicas, a veces era muy bonito ver las cartas que venían perfumadas, sabíamos que eran de una pareja que estaba haciendo su luchita, otras también traían el beso estampado en el sobre, era bonito pero ya es muy muy escaso el envío de cartas personales”.

Hoy aquí subimos una tonelada de correspondencia, entre libros y cartas y de esto sólo hay 3 cartas personales que vienen de Estados Unidos.

Momentos de tristeza

Anteriormente había unas cartas que eran blancas pero en la orilla tenía color negro, eso significaba que estaban notificando que una persona había fallecido, era una carta esquela, la gente se extrañaba porque no era común entregar esas cartas y se quedaban sorprendidas y a uno le daba tristeza por eso.

De las alegrías

Yo creo que una de las alegrías o satisfacciones era de que llegaba y silbaba, tocaba y escuchabas el grito de la mujer, de la esposa, normalmente nuestros principales clientes son las mujeres porque cuando uno llegaba y tocaba salía una mujer porque se supone que los hombres estamos trabajando y salían y se escuchaba el grito ¡Ah, el cartero! y salían contentas.

Una de las satisfacciones que me dio ser cartero fue en la colonia San Pedro de los Hernández cuando estaba de gobernador Vicente Fox y dio becas. Esa vez llegué normal, entregué la carta y escuché a lo lejos ¡Ah, sí me dieron la beca!, me dio alegría por ser portador de una buena noticia.

“Últimamente ya no nos ven tanto con alegría, pues normalmente les llevamos correspondencia de Hacienda, Seguro Social, cobros, que debes aquí que debes acá”.

Al menos que sean personas de mayor edad, ellas sí nos recuerdan con alegría, a veces cuando ando repartiendo en la zona centro y saco mi silbado y si una persona de edad me escucha, como una ocasión una señora que me dijo, hágame el favor de volverlo a silbar, es que me remontó a mis años jóvenes; volví a silbar y a la señora se le salieron las lágrimas y se remontó a la época cuando a ella le entregaban sus cartas.

Ataques de perros

Sí ha habido ataques de perros, de hecho tengo una anécdota, andaba en mi bicicleta en la Ciudad Aurora y un perrito chiquito me empezó a perseguir y yo porque no me fuera a morder nunca me fijé que un camión estaba parado y me estampé en él, la vergüenza que sentí porque los dueños del perro estaban ahí cerca y por no golpear al perro pues seguí dándole, normalmente he andado en bicicleta, aquí en la zona centro anduve a pie.

No sé por qué si es el sudor, no me explico, porque siempre a un perro y a un cartero lo relacionan pero no sé por qué si andamos sudando despedimos un algo y siempre nos andan siguiendo y no porque seamos extraños porque diario vamos por ahí.

Como cartero estamos un año o dos en una ruta, ahí sí es de que nos conozca el perro, pero también ha habido casos al contrario, que no nos siguen sino que nos hacemos amigos del perro, ya ha habido casos solo que antes no había celulares para grabar el momento.


Y el tráfico

Con el tiempo ha aumentado mucho la circulación de vehículos en las calles, afortunadamente no hemos tenido tantos accidentes de compañeros, no de mucha gravedad; hará unos 10 años que un compañero estuvo varios meses incapacitado, pero de ahí nada, parece que tenemos más agilidad al repartir cartas.

Inseguridad

En cuestión de inseguridad, ya ahorita no se sabe en donde se da, de repente se oye Lomas de Echeveste, de repente Lomas de Medina o Maravillas; un compañero llegó diciendo parece que mataron a una señora en El Retiro, estamos a unas cuadras, entonces no sabemos.

También hemos tenido asaltos a compañeros, como el de San Felipe de Jesús que al parecer le robaron su bicicleta pero la alcanzó a recuperar.

Hay anécdotas de ésto, hace años un compañero en León Moderno dejó la bicicleta con toda la correspondencia, subió a unos despachos a entregar una carta y le avisaron que se estaban llevando su bicicleta, salió corriendo y afortunadamente alcanzó a detener al ladrón con apoyo de policías y se lo llevaron a Cepol.

Ahí preguntaron al compañero: -Tú quién eres, -Soy cartero y le dijeron: -¿Eres cartero, eres empleado federal? -Sí, soy empleado federal, y le dijeron: -Esto no nos corresponde, es delito federal, saquen al detenido y llévenlo a lo federal. Y el ladrón dijo: -No discúlpame.

Le dijeron: -Esto no tiene vuelta atrás, esto es delito federal. Es un delito federal a las vías generales de comunicación.

Lo que más reparten

Ahora lo que más repartimos de correspondencia es paquetería y cobranza, llámese de gobierno, de particulares o de empresas.

Creo que por allí dijeron que éramos ya como notificadores de alguna manera, porque somos empleados federales, entonces tenemos cierta jerarquía, "sí, yo la entregué, él fue el que me la recibió", es lo que sería como una notificación.

Antes, por Navidad se convocaba a niños a hacer dibujos: “Se acerca Navidad, manda tu dibujo y si sale premiado saldrá en estampilla”, pero con este Gobierno ahora ya no se hace esto.

Para los que desconocen cuánta es la remuneración del cartero, a nivel federal somos los que menos ganamos, no sé por qué, tal vez nos consideren de que, ¿qué tiene de ciencia repartir cartas?, pero si lo vemos por el lado amable tiene su chiste.

Uso de tecnología

No estamos peleados con la tecnología, usamos unos poliloc, son unos dispositivos que nos dan el horario, posicionamiento geográfico, en dónde estoy a qué horas estoy y marca el código de la carta, casi toda la correspondencia trae código de barras y nosotros lo activamos con el poliloc y al activarlo marca la hora, posicionamiento geográfico, en dónde estoy en ese momento aquí los marcamos, si llevo 100 cartas, 100 cartas tengo que entregar y ya cuando estoy en reparto nos da la latitud y longitud de dónde estamos.

Aparte, con esos poliloc nos están checando, cuánto tiempo me tardo de un lugar a otro: supongamos si ahorita llego y entrego una carta aquí, cuánto me tardé para llegar al siguiente domicilio a entregar la siguiente carta, luego me preguntan por qué hiciste media hora de un lugar a otro, entonces ahí es donde tengo que justificar el por qué me tardé tanto tiempo.

A veces también si marco cierto número de cartas en un domicilio, me preguntan ¿por qué marcaste?, ah, porque es el edifico de Rentas por decir; al edificio de juzgados les llega demasiada correspondencia, a veces les llevamos desde 5 ó 10 cartas hasta 100 ó 200 cartas, entonces al estar marcando me llevo tiempo, vamos a decir que marqué 4 cartas por minuto, es un decir porque también le debo dar tiempo al poliloc para que no me duplique, para que no me lo marque mal, entonces los que nos están checando ubican dónde nos estamos posicionando.

Por decir reparto en el Aranda de la Parra, ahí también les llega demasiada correspondencia, entonces marco y los que me checan dicen, ah, estás en tal lado, te tardaste 10 minutos en entregar y de aquí a aquí ya hiciste 5 minutos, luego 3 minutos, luego dos minutos.

Para nosotros antes era la palabra de ellos contra la mía y con esos aparatos ya no, yo estuve en tal domicilio a tales horas, a veces sí nos acordamos de la persona, nos recibió el compañero, tal persona, por eso decimos que somos como notificadores y con estos aparatos atestiguamos que se entregó la correspondencia.

Distribución de correspondencia

La ciudad tiene alrededor de unas mil colonias y siguen aumentando y actualmente con empleados postales y carteros seríamos como 130 para distribuir en toda la ciudad; estamos hablando de que distribuimos un promedio de un 95 a 97 por ciento del territorio de la ciudad y a nivel nacional también, somos la mensajería de DHL y de Estafeta, ellos tendrán la infraestructura para llegar pero a las ciudades grandes, nosotros llegamos a todos lados.

Abarcamos todo el municipio, por decir, nosotros vamos a las colonias más retiradas a Los Castillos, Ibarrilla, Las Coloradas, a Ciudad del Sol y Las Joyas, entre otras.

Al recibir toda la correspondencia hacemos la separación de ésta en unos muebles que tienen cuadros que les llamamos pichoneras y cada cuadrito es un rumbo y ese rumbo nosotros ya sabemos por el nombre de la calle en cuál ubicar, rumbo 1, rumbo 10, rumbo 20, etc., en esta administración son 30 rumbos.

Posteriormente al terminar se empieza a tomar la correspondencia y se distribuyen en unas pichoneras individuales que se dividen por zonas, hemos recibido unos libros que pesan cada uno un kilo, y se distribuyen en las zonas del centro, en la 1 y en la dos que es en San Juan de Dios, a mí me toca el rumbo 3 que es el Barrio, Obregón y zona centro.

El sistema que tenemos puede verificar cuántas piezas ha entregado cada cartero en un determinado periodo de días.

Esta administración es la número 1 a nivel estatal por ser la que tiene el mayor número de carteros y por ser la número 1 hay mucha correspondencia, muchos más que en la capital, aquí en León hay 4 administraciones, ésta es la 1 y más importante a nivel Estado, la 10 que tiene casi el mismo número de carteros que nosotros, después de nosotros sigue Celaya, Salamanca, Irapuato.

Yo digo que la capital Guanajuato están los pobres compañeros, subir y bajar calles, está pesadísimo, si nosotros aquí sufrimos y está en plano, ellos están peor, ahí sí los castigan, pero hay menos negocio, nosotros tenemos muchos negocios y por ser la administración número 1 siempre recibimos demasiada correspondencia.

Cuando el usuario hace una compra por internet, se le da un número y el número se mete al sistema para ubicar el trayecto del paquete que se envió.

A todos los grandes usuarios se les pide que pongan sus códigos de barras y con eso el usuario puede checar el código vía internet y se puede saber si ya fue entregado a qué hora y cuándo, en la cuestión ordinaria no es más detallado pero en lo registrado sí, te dicen: -Tu carta salió de Veracruz, ya viene en Xalapa, viene en México, viene en Silao, León, es algo similar a lo que maneja Mercado Libre.

A diferencia de DHL o Estafeta, ellos manejan menos volumen, nosotros más, si ellos manejan cientos, nosotros manejamos miles y por ejemplo, si al usuario le interesa mandar un paquete a México, nosotros cobramos 40 pesos pero DHL o Estafeta va a cobrar 240 pesos pero por el tiempo, ellos podrían llegar al día siguiente, nosotros en 3 ó 4 días pero el costo con ellos es mayor, porque manejamos miles.

“El 97 por ciento de correspondencia en México lo distribuye el Servicio Postal Mexicano y el 3% otros servicios de mensajería”.

Este edificio donde estamos es uno de los cuatro más hermosos del Servicio Postal Mexicano en el país, el primero es el Palacio Postal, éste tiene su águila, dos gárgolas; hay una historia de éste, si nos paramos enfrente en la zapatería tres hermanos por la gárgola del lado derecho se ve la Virgen de Guadalupe, y además dicen algunos compañeros que aquí los han asustado.

El más joven

El más joven de los empleados postales es Miguel Ángel García Rivera, con seis años en el servicio.

Entré al Servicio Postal inspirado en su hermano, que es cartero, ya que l contaba lo que le acontecía en su día a día al repartir la correspondencia.

“La verdad es un trabajo muy noble, me gusta el servicio para con la gente para llevarle su correspondencia a los domicilios que entregamos”.

Me da mucho gusto llevar las pocas cartas personales o postales que llegan, y es una satisfacción entregarles su correspondencia que están esperando y se les nota el gusto cuando la reciben.

También ha tenido sus anécdotas, sobre todo con los perros.

Es muy común por la moto o las bicicletas al vernos los perros siempre son los primeros que nos reciben, dan el pitazo de que ya andamos por ahí y sí me han atacado, se nos han dejado ir, en lo personal me gustan los perros y hago lo posible por esquivarlos.

Una vez me salieron 3 perritos en Los Manantiales, en lo que estaba entretenido con uno salieron otros dos y me rasgaron el pantalón.

He tenido un intento de asalto sin pasar a mayores, pero sí ha habido compañeros que han dicho que les han quitado su celular o algunas monedas y para evitar algún percance les entregan lo que traen, eso en algunas colonias.

CM nostalgia