En esta edición del censo en México el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) incluyó a la comunidad afromexicana en las categorías a elegir. La pregunta concreta fue: Por sus costumbres y tradiciones, ¿se considera usted afromexicano, negro o afrodescendiente?
En Guanajuato, 1.7 por ciento de la población respondió que se siente de raza negra o descendiente de afromexicanos, es decir, unas 102 mil personas son "afroguanajuatenses", o al menos así lo manifestaron. Información de Inegi en 2015 apunta que solo el 0.03 por ciento se reconoció de este grupo étnico en Guanajuato entonces, unos dos mil habitantes aproximadamente.
El estado ocuparía la posición 14 de 32 con presencia afromexicana entre sus habitantes. Guerrero con 8.8 por ciento y Oaxaca con 4.7 por ciento de su población autoreconocida como "afro" encabezan el listado de entidades federativas con más presencia de afrodescendientes.
En todo el país, poco más de dos por ciento de la población respondieron de manera afirmativa a la anterior pregunta, es decir 2.5 millones de los 126 millones de connacionales se identifican como afro, reveló en sus resultados generales difundidos ayer el Inegi.
La comunidad afro habría llegado a esta parte del país como al resto del continente: en los embarques con esclavos provenientes de África que fueron explotados durante la conquista española.
Existen registros de la presencia afro en Guanajuato desde la fundación de sus ciudades más importantes como León, elevada a "villa" en 1576.
Uno de sus fundadores, Antonio Rodríguez de Lugo, cuyo nombre está inscrito en la Plaza de los Fundadores hasta estos días, era mulato y protector de la raza negra esclavizada en la época novohispánica, reveló el historiador guanajuatense Wigberto Jiménez Moreno en su libro "La Colonización y Evangelización en Guanajuato en el siglo XVI".
De hecho la comunidad de "Cañada de Negros", localidad a 40 kilómetros del centro de León, debe su nombre a que, gracias a la injerencia de Lugo, los negros esclavos que escapaban de sus opresores en otros puntos del país encontrarían en este territorio una especie de "reserva" en donde podían vivir en comunidad sin ser otras "capturados". Una especie de zona de "negros cimarrones".
Antonio Rodríguez de Lugo, mulato en la primera línea de la administración leonesa, “se valió de su influencia para traer a la Villa a un buen número de gentes de su casta”, escribió el historiador y arqueólogo leonés Wigberto Jimenez Moreno en 1944.
María Soledad Mosqueda, investigadora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) asegura que en norte del estado, en particular en San Diego de la Unión, se dio la presencia histórica de comunidades de afrodescendientes.
La historiadora explica que entre 1669 y 1769, un importante número de esclavos negros llegaron a la hacienda de San Diego del Bizcocho y se hicieron presentes desempeñando actividades económicas como la agricultura, servicios domésticos, ganadería entre otras.
En 2019 el Congreso del Estado de Guanajuato legisló para brindar absoluta certeza jurídica a los pueblos afroguanajuatenses en el territorio estatal. En septiembre del año pasado el Instituto de Investigaciones Legislativas del congreso loca anunció que habría una investigación sobre las comunidades negras en el estado.