Pénjamo.- El cómico, actor y compositor Joaquín Pardavé fue un enamorado de su pueblo natal pese a vivir solo sus primeros años, el cineasta y cantante honró Pénjamo hasta su último día de vida.
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Nació el 30 de septiembre de 1900 en Pénjamo, Guanajuato, después de que sus padres españoles, Joaquín Pardavé y Delfina Arce llegaran a México para la compañía teatral “Betril”. Hay datos que indican que su niñez la pasó en tierra guanajuatense y otros donde según el penjamense Arturo Castillo, estudioso de la vida y la obra artística, señala que la familia se radicó en la Ciudad de México.
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También existen versiones en las que aseguran que Pardavé Arce estuvo en Pénjamo de paso, pues unos dicen que nació en un hotel de la calle Aldama esquina con Arteaga, donde fue colocada una piedra para certificar la afirmación, pero otros señalan que nació en la casa número 4 de la vía, que ahora lleva su nombre.
La casa se encuentra a media calle de la Plaza Principal y ahí actualmente viven descendientes que atienden una panadería llamada “San Antonio”, por lo tanto, se podría deducir que el cómico nació en el hotel, pero la familia residió en la casa mencionada y que ahí pasó los primeros años de su vida, junto con sus otros 2 hermanos menores.
Inicios de Pardavé en el teatro
Él tenía 4 años cuando ingresó al mundo teatral al participar en la zarzuela “En la casa de Dios”, sin embargo, hay información sobre que la familia se tuvo que mudar a la Ciudad de México por la Revolución Mexicana.
En esa ciudad estudió hasta la secundaria en la Escuela Vasco de Quiroga y posteriormente estudió pintura en la Academia de San Carlos, con ello significa que la primaria la estudió en Pénjamo.
Según medios de comunicación, los primeros años de Pardavé como actor infantil los vivió en la casa número 68 A, ubicada en la Calzada Zapata casi esquina con la Av. Alhambra, en la colonia Portales, de la Ciudad de México.
A los 16 años murió su madre y se fue a vivir a Monterrey, Nuevo León donde trabajó de telegrafista y ahí compuso su primera canción “Carmen”, dedicada a una joven de la que se enamoró.
Tres años después perdió a su padre y regresó a la Ciudad de México, donde inició su trayectoria artística en teatro de zarzuela cuando debutó en la obra “Los sobrinos del capitán Grant” en 1918, así fue como comenzó su carrera artística en el cine silente, cine sonoro y la radio, a la par de su éxito en la pantalla grande fue compositor.
Amor y legado a Pénjamo
Su éxito no fue causa para olvidar a su natal Pénjamo, pues trataba de regresar las veces que le fue posible, incluso impulsó la idea que construyeran un monumento a Miguel Hidalgo, en la Corralejo, fue financiado por un día de sueldo del penjamense.
Su cariño era tanto que hasta le compuso una canción dedicada a su Pénjamo, la cual cantó un 18 de noviembre de 1952, pero nunca logró grabarla, sino que él también penjamense Rubén Méndez compuso la parte de “Ya vamos llegando a Pénjamo” y de Pardavé decidió que la canción se la quedara él.
Finalmente, la casa que lo vio crecer ahora le da vida a una panadería, sin embargo, el municipio no lo ha dejado de recordar, ya que pusieron su nombre en la calle donde se ubicó la casa de su niñez, colocaron una placa donde estuvo el hotel donde nació, en 2016 pusieron su nombre a una glorieta en la entrada de la ciudad y en 2019 crearon una estatua en su honor.
JFF