León-. En el barrio de Bellavista todavía lo recuerdan a Chendo, un personaje de la niñez de quienes vivían por las calles que tienen nombres de países de Sudamérica a quien gritaban: “¡Chendo voló paloma!”. Nadie dudaba de su amor por el equipo León, de ver el éxtasis que le causaba cuando veía a los esmeraldas terminar un victorioso partido , o en la desdicha, porque hasta lloraba de verlo perder.
“¡Chendoooo voló palooooomaaaa! ¡Chendo voló palomaaaaaa!” le gritaban quienes fueron niños y no sabían su condición, pero el solo recuerdo de Chendo trae remembranzas del ayer, imágenes del mundo que fue para los leoneses del barrio de Bellavista.
“Era fiera de corazón” escribieron en una fotografía que compartieron de él en facebook: viendo hacia la cámara analógica, en una imagen un tanto descolorida de antaño, pero ahí estaba él con su playera color esmeralda, con el escudo de su equipo con la figura de un León de perfil y un balón.
Te podría interesar
“¿Recuerdan a Chendo"? Fue un gran aficionado a la Fiera, siempre presente en los encuentros como local, y también algunos de visitante. Yo lo vi en el Corregidora, en el Jalisco y también en el Azteca y CU” escribió un usuario en Facebook que llegó a verlo en los partidos del Club León
Los niños le gritaban: “Chendo voló paloma” y el hombre solía perseguirlos enfurecido, mientras que ellos se reían corriendo por las calles de la Bellavista. Chendo tenía discapacidad intelectual.
Asistía a las fiestas populares del barrio, a las posadas, a las pastorelas y hasta participa como los niños en el bolo: “Siempre vistiendo un saco grande o chamarra grande y también siempre iba al estadio a ver al León, muchas veces regresaba caminando desde el estadio a Bellavista"compartió José Eloy Esquivel Gómez, vecino de la calle Tlaxcala en Bellavista
Él era feliz con ver a León ganar
“Se adaptaba a todo y sobrevivía así, lloraba cuando el León perdía y cuando ganaba explotaba de alegría no faltaba quien lo hacía enojar gritándole, eso lo enfurecía era como un niño eterno en un cuerpo que envejecía. Salía contento con sus dulces de la posada, era feliz con que ganara el León”
Chendo era un leonés de antaño, un hombre de largos paseos por las calles, que saludaba a todos, que pasaba por Los pozos del fraile, por Bellavista hasta Loma Bonita y era hincha de los esmeraldas de León, hasta iba a los entrenamientos a ver los a los jugadores prepararse para los siguientes encuentros, llegó a ganarse su cariño, hasta le obsequiaban boletos, él era feliz tan solo por ver al León ganar.