León-. Decía Albert Einstein que: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Y ese ímpetu fue el movió a José Eduardo, Medio Metro, a trabajar desde pequeño: tapaba baches en un crucero de León con el único fin de ayudar a sus padres y sus hermanos.
Su mamá, Margarita Anguiano Juárez, describe a su hijo José Eduardo como “un niño muy noble” que, sin importar su condición, salía a las calles con una pala al hombro para trabajar, le ponía tierra a los baches para que pasaran los camiones, y de ahí recibía ganancias de los automovilistas, al final de la jornada, platicó Margarita: "Mire mamá junté esto, aquí está, me lo daba todo". Trabajó para ayudar a su mamá con los gastos cuando su hermana Jacqueline, de 11 años, enfermó de cáncer, lamentablemente, falleció.
Roberto Rodríguez Flores, papá de José Eduardo, se dedica a la herrería, y está orgulloso de Medio Metro, pese a que todo estaba en su contra, platicó a La Silla Rota: “Lalito más que nada ha sabido salir adelante, ha sido muy trabajadorcito, a pesar de que mucho bullying y muchas cosas que le decían a él, a veces sí estaba triste y todo, lo supo sobrellevar bien, ahorita gracias a Dios, donde está, tiene mucha suerte”.
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Medio Metro vive en la colonia Jesús de Nazaret famosamente llamada Las Brujas, al sur de León, los vecinos solían apodarle “Lalito”, pero es ahora es el icónico Medio Metro en toda la colonia, todo León, en todo México.
“Él le gustaba ayudar a su mamá, lalito iba al crucero y empezó a echarle tierra ahí a los hoyitos, a los baches y pues le daban algo y él siempre ha sido bien buena gente, todo para su mamá, para comer, siempre le ha echado ganas” contó en exclusiva para La Silla Rota, el Papá de Medio Metro.
Margarita le dice a “Lalito” que no debe de cambiar, que no deje de ser noble y que se debe a su público: “Es una persona muy noble, muy inocente” dijo su mamá.
El papá de Medio Metro reflexionó sobre su hijo y dijo admirarlo por su capacidad de superación, porque en cualquier cosa que Eduardo ponía empeño se apasionaba, pese a las burlas, pese a todo, José Eduardo, narró Roberto Rodríguez, siempre encuentra la manera de salir adelante y ayudar a los demás, sin olvidar a sus padres y sus hermanos.