León-. Plaza de Gallos, un antiguo edificio virreinal en León, actores y actrices, se preparan con movimientos, estiran, gesticulan, vocalizan, para entrar en escena; Claudio Valdés Kuri está parado en medio del redondel, dirige desde ahí las luces, afina detalles de su montaje: Del mago al loco, una revelación del tarot, obra teatral que nace creada para la Edición 50 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Claudio Valdés Kuri, 57 años, no aparenta su edad, viste de pantalones cortos, una playera negra, el sombrero del mago de la obra; con una sonrisa, dice estar contento, pues su compañía Teatro de Ciertos Habitantes cumple 25 años.
P. ¿El teatro está en peligro de extinción?
R. Es una herramienta que se ha vuelto mucho más poderosa que antes, puede ser que en término de números haya menos audiencia, o que otros medios estén llamando más la atención de otros públicos, pero, realmente, el poder de transformación que tiene el teatro, es único, porque los espacios de intimidad personal se han perdido, el crecimiento personal solo es solitario; los grandes acontecimientos de la vida son en solitario, no son acompañados. Los grandes momentos de entender cosas, son con uno mismo, el teatro nos obliga a los espectadores a hacer una especie de convenio de mantener la atención en soledad.
P. ¿No le está faltando algo al teatro, que pueda ser más masivo? Nunca se ha visto una obra en un estadio
R. No hay competencia en ese sentido, el teatro que nosotros abordamos es una vieja fórmula desde los griegos, que realmente se busca la transformación, el crecimiento, la catarsis, ver el reflejo del otro. Creo que los movimientos mundiales actuales masivos ya no se dan. En términos de cambios de ideas, ya no hay movimientos, los últimos se dieron en los sesentas en el mundo entero, estamos tan informados, que no hay manera de que un prócer, un gurú, lo que tú quieras, pueda convertir el pensamiento de una gran masa y que lo siga. La transformación ya no es a través de masas, ahora es por pequeños grupos, la gente vamos evolucionando, aprendiendo, el teatro tiene eso. Es difícil dar un discurso, como el que arma el teatro para grandes masas, ya los pensamientos son diversos.
P. ¿No has estado faltando usar más el teatro para educar, para enseñar, para transmitir?
R. El teatro está un poco perdido, bueno, los creadores que hacemos teatro estamos un poco perdidos, siento que la mayoría se ha convertido, al menos teatro cultural, como una afirmación de dolor, una afirmación de un humano muy erróneo en sus decisiones, un humano como que presenta puras condiciones dolorosas, eso es difícil para un público que, además de que vivas el dolor afuera y las noticias, vengas a ver la reproducción de eso nuevamente en escena, no digo que esté mal, la denuncia está bien, siento que se ha desbalanceado y faltan ver otros aspectos. Sí hay un arte que pondera el ser humano, en el centro del escenario, en el mundo, el teatro.
P. ¿Cuál es la idea del Mago al Loco, cuál es la intención, qué busca qué buscas?
R. Lo que buscamos es lo que planta el camino iniciático que presenta el tarot, desde Egipto desde ahí viene, esto se fue conservando a través de distinto grupos herméticos hasta que llega a Europa a finales del medievo y se conoce como el famoso tarot de Marsella que se usa mucho como adivinatorio, nosotros no lo usamos como eso, sino como lo fue originalmente si no como una herramienta de autoconocimiento, pero, plante a todas las dramaturgias el Tarot y empieza el famoso camino del héroe y lo vemos repetido en todas las saga, ves Supermán, Ulises, La Guerra de las Galaxias, Harry Potter , todos tienen una base de camino de aprendizaje, de crecimiento, de iniciático que va a ser sometido a pruebas y ese lo plantea el Tarot desde los albores del tiempo. Una serie de dispositivos, escena por escena, un invitado cada noche distinta va a transitar, estamos invitando a alguien del público que transite por los arcanos del tarot, el grupo está preparado para accionar a que esta persona que viva, que experimente el arcano y que viva sus propias conclusiones.
P. ¿El resultado no se sabe entonces, se puede mover, no está controlado absolutamente?
R. A fin de cuentas, todo se trata que el público esté consigo mismo, que saque conclusiones de este viaje.
P. Porque además el público también termina gritando, apoyando, y ustedes no saben realmente cómo va a reaccionar.
R. No sabemos, realmente, la última palabra, la tiene el viajero de cada noche, qué fue el tránsito, qué reconoció en sí, que trajo a la luz, qué falta por trabajar en él, la última palabra la tiene él y el público lo vive.
P. Ahora… ¿No te da mido que el viajero quede a deber, que a lo mejor no dio lo que se esperaba, que se quede corto?
R. Hay que tomarse el riesgo. Esa es la cosa fascinante del teatro, nunca es la misma función, pero, menos en esta obra de teatro (Risas).
P. Sí, porque no sabes exactamente que va a pasar.
R. Hay muchos textos que no están escritos, los actores están preparados, conocen las condiciones de la escena y el arcano que representan para poder conducirlos hay quienes se activan con estímulos y hay quienes nada, hay que dar la vuelta.
P. ¿Cómo podrías llamarle a este tipo de teatro?
R. No sé… No sé cómo llamarle a este tipo de teatro. Qué alguien venga a ponerle nombre, estaría mejor, que alguien le ponga nombre, que no seamos nosotros.
P. ¿Es interactivo?
R. Sí eso sí, interactivo, absolutamente.
P. ¿Experimental?
R. Sí.
P. ¿Disruptivo?
R. Podría ser, podría ser… Es una línea ligera entre el teatro y la terapia, esto tienen un matiz terapéutico, como lo tiene el tarot, en ese uso.
P. ¿Estás contento con el resultado?
R. Sí, yo siempre estoy contento con el resultado. La compañía ha procurado no repetir un trabajo, no se repite lo que ocurrió en un trabajo anterior, pero en este nos dimos el permiso de convocar canciones, dispositivos que hemos usados en otras obras, siempre y cuando tuvieran que ver con los arcanos, no fue buscar las piezas, sino más bien de lo que tenemos hay cosas que funcionan sí, tal pieza que compusimos para tal ópera.
P. ¿Las canciones de quién son?
R. Varían mucho, tenemos canciones medievales, hay un canon que es el primer canon escrito en la historia del canon inglés, también hay del barroco, una cuestión de Haendel, hay del barroco mexicano y la música tradicional mexicana, del virreinato, canciones tradicionales de la costa de Veracruz, cosas que se han compuesto para nosotros de la ópera El Gallo de Paul Barker. Sí es un tránsito muy interesante.
P. ¿Qué representa para ti la experiencia de montar en este escenario? La Plaza de Gallos
R. Lo máximo, voy a decir, es fuera de serie, extraordinaria, mi vida entera se ha dedicado al teatro, y esta compañía ha viajado por todo el mundo, pero nunca ha estado en este escenario como este, para mi es el mejor para celebrar 25 años, no hay igual me parece fuera de serie.
P. ¿Tú lo escogiste?, o ¿te escogieron?
R. Me escogió el lugar porque me han hablado mucho de él, este iba a ser en el Teatro Juárez y desafortunadamente no pudo ser ahí, porque ya no hubo cupo, porque iba a ser el 50 aniversario, lo están remodelando, me dijeron no hay cupo, busca otro espacio. Pues ve a ver la Plaza de Gallos de León, dije qué bien que no hubo cupo en el Juárez. Pero este espacio es una locura, ahora, una locura gracias a que el Instituto Cultural de León que dio el espacio para ensayar acá, si no, llegas y montas a la italiana y así de frente hasta es incómodo. Diseñamos en el lugar.
P. ¿Nace aquí la obra?
R. Nace aquí la obra.
P. ¿Te sientes orgulloso de eso, de los 25 años?
R. Hay una cercanía muy grande con Guanajuato, y con León en especial, el primer taller que dimos en toda la vida de la compañía fue aquí, tres de los integrantes de este taller, por audición y taller, en esta vez quedaron en este montaje, todo empieza a tomar sentido, llevo como cuatro años viniendo a Guanajuato ha habido un acercamiento fuerte con la comunidad, asesoré una puesta en escena aquí, he visto la efervescencia de actores y de intérpretes en esta ciudad, son como olas, de pronto hay estados en que hay una gran cantidad de intérpretes, que luego desparece y disminuye, pero aquí siento que es un gran momento, maravilloso.
P. ¿hay varios actores y actrices locales?
R. La mitad del elenco son locales.
P. ¿Cuántas veces has estado en el Cervantino?
R. Desde muy pequeño haciendo teatro de calle, con mi grupo de teatro, desde los 14 años.
P. ¿Hiciste teatro de Calle desde Guanajuato?
R. Mi vine con mi grupo de teatro y cuando todavía no se hacía mucho teatro de calle en los primeros festivales, hacíamos teatro de calle nosotros, mi primera puesta en escena fue Becket o el honor de Dios, con esta compañía hace 25 años, el primer festival internacional fue en el cervantino, en el museo del Carmen, en la escalera y fueron a sacarnos de ahí, fue en la escalinata de la Universidad, y ahí empezó una carrera internacional muy grande. Tiene todo el sentido de estar aquí 25 años después.
P. ¿Qué tan difícil ha sido para ti crear una compañía y por qué crearla o irse a una que ya estaba?
R. Yo hice compañía sin saberlo, mi primer montaje de pronto me di cuenta que estábamos haciendo una compañía, cuando ensayas tanto tiempo haces compañía naturalmente, me di cuenta que no era un proyecto, era una compañía. Se va decantando, hay gente que va, hay gente que llega. En este caso hay gente que ha estado desde el principio de la compañía, lo más grandes de la compañía damos experiencia y los nuevos dan novedad. El elenco de Guanajuato es bien interesante, porque es de diversas generaciones con carreras muy solventes a gente que recién acaba de salir de la escuela.
P. ¿Tú crees en la combinación de gente con experiencia a gente joven?
R. Una compañía es cuando realmente es un acervo de haceres, de saberes, que pasa a través del tiempo, lo que ocurre lamentablemente, son proyectos aislados, juntas a tu grupo, haces un puesta buena o mala, magnífica, que disgrega y otra vez hay que empezar desde el principio, una compañía da continuidad, de saberes de experiencia.
P. ¿A qué directores de teatro admiras?
R. Va sonar petulante, no admiro propiamente, no sigo a nadie, pero reconozco grandes trabajos, gente que ha hecho cosas maravillosas, uno de ellos es Diego Piñón, es un maestro de danza, que ha sido mi gran compañero, dos grandes formadores Miguel Ángel Gaspar, un director mexicano que se fue a trabajar a Viena y ahí fundó Carpa Theater, y mi maestra de toda la vida, Susana Wein, que ella decidió hacer un proyecto de crear actores desde niños, estoy con ella desde los 10 hasta los 27 años, son en quienes más puedo reconocer, de todos siempre habrá algo que reconocer.
Del otro lado del pequeño coliseo, en el que antes era un hotel, actores y actrices del elenco Del mago al loco, una revelación del tarot vocalizan las piezas que entonarán, sus voces resuenan en cada recoveco de la Plaza de Gallos, Claudio Valdés Kuri vuelve al redondel, da indicaciones de iluminación, se prepara, nuevamente, a escena.