Tres exbailarinas que formaban parte del equipo de la famosa cantante estadounidense Lizzo han presentado una demanda en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, alegando haber sido víctimas de acoso sexual y haber enfrentado un ambiente de trabajo hostil. Las exbailarinas, Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodríguez, actuaron junto a Lizzo en varios eventos y conciertos desde septiembre de 2021 hasta abril de 2022, y continuaron en su elenco durante la gira europea de este año.
En los documentos presentados ante el tribunal, las demandantes acusan a Melissa Viviane Jefferson, conocida artísticamente como Lizzo, así como a la productora Big Grrrl Touring Inc y a la capitana del equipo de baile, Shirlene Quigley. Las exbailarinas alegan que la artista hizo comentarios inapropiados sobre el peso de una de ellas y también aseguran haber experimentado situaciones de acoso sexual, religioso y racial mientras estaban bajo la compañía.
Uno de los aspectos destacados en la demanda es la acusación contra Shirlene Quigley, quien, según las exbailarinas, intentó influir en la religión de las integrantes del equipo y realizó comentarios despectivos y incómodos acerca de las relaciones sexuales antes del matrimonio. La demanda también menciona un incidente durante la grabación del programa de telerrealidad "Watch Out for the Big Grrrls", liderado por Lizzo, donde Quigley cuestionó públicamente la virginidad de una de las demandantes.
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La demanda arroja luz sobre un incidente particularmente perturbador que tuvo lugar durante la gira europea. En Ámsterdam, dos de las exbailarinas fueron llevadas a un club de striptease por Lizzo y el equipo, donde una de las bailarinas fue presionada para realizar un acto en contra de su voluntad. Este incidente ha generado conmoción y ha reforzado las acusaciones de un ambiente de trabajo tóxico y falta de respeto hacia las integrantes del equipo.
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Además de las acusaciones de acoso, la demanda también menciona desacuerdos con el equipo directivo de la compañía en relación con los pagos y alega que las respuestas a estos desacuerdos estaban cargadas de prejuicios raciales y gordofobia.
La demanda también destaca los casos individuales de las tres exbailarinas en cuanto a sus despidos y salidas de la compañía. Arianna Davis fue despedida por supuestamente grabar una reunión en la que Lizzo daba instrucciones a los bailarines, mientras que Crystal Williams no tuvo su contrato renovado, citando recortes presupuestarios. Noelle Rodríguez renunció en solidaridad con sus compañeras.
Este caso pone de manifiesto la importancia de abordar las denuncias de acoso y crear un entorno laboral seguro y respetuoso para todos los trabajadores, independientemente de su ocupación o industria. La atención pública en torno a esta demanda servirá como recordatorio de que nadie debe sentirse coaccionado, menospreciado o desvalorizado en su lugar de trabajo, y subraya la necesidad de fomentar la igualdad y el respeto en todos los niveles de la sociedad.