En Fideo Gordo no suena cualquier cosa. Suena lo que el chef decide. Él mismo ajusta el volumen, pone y quita canciones, y lo hace con la misma precisión con la que arma sus platos. Porque sí: aquí cada decisión está orquestada, incluso las que no se ven.
Es un restaurante que evita las etiquetas. ¿Nikkei? ¿Panasiático? ¿Mexicano con inclinaciones orientales? Ninguna categoría alcanza del todo. Y eso, en estos tiempos donde todo quiere explicarse con una palabra, es refrescante.
La carta habla con voz propia. Una papada glaseada que se deshace y se graba. Un crudo de callo con camarón que, sin ser perfecto, deja claro que aquí se cocina con intención. Y un helado de piloncillo con ajonjolí que no tiene por qué estar ahí... salvo que se quiera recordar que esta ciudad también merece postres con personalidad.
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Hay estructura. Los platos no compiten entre sí. Se construyen como en una playlist bien pensada: algo denso para abrir, algo punzante al centro, y un final con notas dulces pero sobrias. Los fideos —anchos, hechos en casa, servidos con proteína y fondo justo— no son solo nombre: son manifiesto.
¿Hay puntos bajos? Sí. El picante se desborda en algunos platos y puede empujar más que acompañar. Y en el servicio hay zonas grises: arranca con torpeza, responde con amabilidad, mejora sobre la marcha. Nada grave, pero suficiente para dejarlo anotado.
Lo más interesante es lo que no se dice. El chef Edo Nakatani no se acercó: se quedó. Se sentó con nosotros durante casi toda la comida, conversó, comió de nuestros platos, preguntó, opinó. En un momento, sacó una revista extranjera para justificar su salsa estrella. “Top pick”, dijo. Y sí: hay algo de performance en él, pero también de entrega genuina. Tiene esa mezcla de artista pop, científico loco y cocinero del alma que no se encuentra fácilmente. Lo ves y entiendes que el restaurante es su laboratorio, su pista de baile y su refugio.
En una Roma saturada de cocinas que buscan atención más que contenido, Fideo Gordo ofrece algo raro: autenticidad sin etiquetas, personalidad sin gritos. No es perfecto. Pero no lo necesita.
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Fideo Gordo ***
- Buen nivel, con propuesta definida.
- Salamanca 87, Roma Nte., Cuauhtémoc, 06700 Ciudad de México, CDMX
- 5637502107
Especialidad: Cocina Panasiática interpretada
Rango de precios: $650 por persona
Destacado: Papada glaseada
Para: Exploradores culinarios o sobremesas largas para amigos que saben comer
Recomendación: Costilla de res con soya – vinagre negro, helado de ajonjolí
Sobre el sistema de estrellas:
*: Insuficiente o sin propuesta clara
**: Correcto, pero sin profundidad
***: Buen nivel, con propuesta definida.
****: Muy recomendable, con identidad sólida y ejecución destacada
*****: Excepcional, con impacto, coherencia y vocación cultural
