A más de 2 meses desde que falleció Silvia Pinal en un hospital al sur de la Ciudad de México, las polémicas y controversias sobre su herencia y el testamento que dejó siguen presentes.
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Hace unos días se reveló que el cuadro que pintó Diego Rivera, valuado en $3 millones de dólares, fue retirado de la vivienda de la primera actriz y transportado a la casa de Alejandra Guzmán, provocando supuestamente momentos de tensión entre los herederos de la dinastía Pinal.
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Luis Enrique Guzmán se defiende de los acusaciones de robo
Tras esto, varias fuentes internas comentaron las supuestas irregularidades que había en la casa de Silvia Pinal, donde objetos de valor desaparecían, afirmando que el único culpable era Luis Enrique Guzmán, el menor de los hijos. Ahora, el hermano de Alejandra Guzmán da su propia versión de los hechos.
“No es extraño que, por ser una familia pública, estemos en el escrutinio y se nos inventen muchas cosas. Dentro de la casa de mi madre ha habido muchos empleados que, por alguna razón u otra, han hecho muchas declaraciones anónimas en las que me han querido involucrar”, afirmó en una entrevista que concedió a TVNotas.
Del mismo modo, Luis Enrique Guzmán revela que muchas personas que trabajaron con su mamá (cuidadoras y exempleados de la casa) desean que él sea el chivo expiatorio; sin embargo, ellos desconocen que hay un inventario sobre las pertenencias que dejó Silvia Pinal.
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Aunque ha sido señalado por los exempleados del hogar, Luis Enrique Guzmán señaló que los robos que han sucedido en la casa están sustentados, debido a que decidieron colocar cámaras de seguridad, donde se muestran imágenes y videos de los trabajadores.
“Antes no teníamos cámaras, ahora sí. Mi mamá y yo pecamos de confiar en las personas, pero no falta que a quien le das la mano se agarra del pie. El inventario está notariado. Se tomaron fotos y detalles. Hay un precedente legal”.
“Hasta donde yo sé, son joyas, cosas de la sala, figuras de marfil. Lo que tiene que estar de valor está. Me consta, porque está en el inventario. La pintura de Diego Rivera se la llevó mi hermana Alejandra y, en vida, mi mamá se la regaló. En la lectura del testamento también se menciona”, explicó Luis Enrique Guzmán sobre los objetos robados.
