A poco más de dos meses de que Rosa María Hernández Espejo tome posesión como alcaldesa de Veracruz ya cumplió una de sus promesas de campaña más simbólicas, hablo de regresar el Carnaval a sus fechas tradicionales (del 10 al 18 de febrero del 2026) y lo hizo con un anuncio que no solo despierta nostalgia, sino que también devuelve a la ciudadanía una parte importante de su identidad colectiva.
El pasado lunes 6 de octubre, durante la presentación oficial del Carnaval de Veracruz 2026, Hernández Espejo confirmó lo que muchos esperaban escuchar, pues la fiesta más alegre del estado volverá a celebrarse en el verano como anteriormente lo había mencionado y también como marca la historia, la costumbre y el sentir popular. No fue una decisión menor, sino un gesto político y cultural de alto valor, porque el Carnaval no es solo un evento turístico, sino una expresión viva del alma jarocha.
Pero el mérito no termina ahí, la futura alcaldesa mostró que rodearse de personas capaces, tales como lo he repetido en este espacio, Daniel Martín Lois quien ocupará la dirección de turismo y carnaval en la próxima administración y que ya demostró que su compromiso es con esta fiesta y si a esto le sumamos el escuchar a la gente, el resultado rendirá frutos incluso antes de comenzar un gobierno. Uno de los mayores aciertos fue regresar el desfile del domingo por la mañana, considerado el más importante y tradicional de esta celebración, es otra señal de que Hernández Espejo está escuchando lo que el veracruzano quiere, hablo de orden, tradición y orgullo por su ciudad.
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El anuncio del Carnaval 2026 no solo es un golpe de timón en lo cultural, también es un mensaje político, pues diferencia de otras gestiones que buscaron reinventar la fiesta desde el escritorio, esta decisión se construye desde la voz de la gente, en una muestra de sensibilidad que, de mantenerse, puede marcar una diferencia importante en su administración.
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Sin embargo, vale la pena cerrar con una reflexión inevitable: ¿cuál será la siguiente promesa a cumplir? Porque, así como el regreso del Carnaval fue aplaudido por el pueblo jarocho, hay otros compromisos que la ciudadanía no olvidará, uno de los más sonados durante su campaña fue el tema de la revisión de concesiones municipales y sobre todo la de Grupo MAS, que también generó gran expectativa y volteo la balanza hacia la candidata morenista.
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Haciendo zoom…
El Carnaval le devolvió a Veracruz una sonrisa, pero el verdadero reto para Rosa María Hernández Espejo será mantenerla. Las promesas cumplidas dan esperanza, pero las pendientes son las que definen el rumbo de un gobierno; el pueblo veracruzano, que ya celebró el regreso de su fiesta más querida, también sabrá exigir el cumplimiento de las demás.
lm