ELECCIONES 2024

Primero la Democracia

Es indispensable blindar el proceso electoral contra la injerencia del crimen organizado. | Marco Adame

Escrito en OPINIÓN el

Con motivo del inicio de las campañas electorales de 2024, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un trascendente mensaje para llamar a la participación ciudadana y al compromiso de todos con la celebración de elecciones legales y pacíficas. El título es revelador y programático, “Por el Bien de México, primero la Democracia y el Estado de Derecho”.

En su comunicado, los obispos mexicanos han salido al paso de los riesgos que se ciernen sobre el proceso electoral, señalando como el más grande de nuestra historia democrática y como el más amenazado por la violencia criminal y las malas prácticas democráticas. Dese las primeras líneas enfatizan que “Merecemos una jornada histórica que, con una nutrida participación ciudadana, fortalezca la paz y el desarrollo de nuestro país… gracias a la observancia del estado de derecho y la madurez democrática”.

El sentido del mensaje apela al desarrollo legal y democrático del proceso, a la certeza de las elecciones, asegurando el libre ejercicio de las libertades políticas, el cumplimiento del estado de derecho y, sobre todo, reconocimiento de los resultados, al margen de los intereses puramente partidistas.

La certeza y el reconocimiento de los resultados, es la piedra angular, en la medida en que la elección se anticipa muy competida. En elecciones cerradas, no está exento el riesgo de desconocer los resultados y, en un exceso, buscar la anulación de las elecciones con cualquier motivo, como una medida para conservar el poder.

Fortalecer el ejercicio democrático en el proceso -señalaron los obispos- también implica privilegiar las “propuestas orientadas al bien común, garantizando el respeto a la dignidad humana, los derechos fundaménteles de los ciudadanos y la preocupación y compromiso con los menos favorecidos”.

Ante la amenaza de la delincuencia organizada y el clima de violencia que baña de sangre al país, la respuesta es la plena vigencia, preservación y fortaleza de las instituciones democráticas, no solo electorales, para hacer valer el orden y la legalidad. Las instituciones encargadas de la seguridad ciudadana tienen la enorme responsabilidad de garantizar un ambiente de paz, en especial ante la violencia política que lastima a los candidatos, comunicadores y ciudadanos que participan en el proceso electoral. En este sentido, la convocatoria que ha hecho en Episcopado a los candidatos para comprometerse con una agenda por La Paz, integrada por las 14 acciones concretas que la integran, preparadas tras un proceso de diálogo muy participativo, es de la mayor importancia.

En suma, “Requerimos campañas electorales que favorezcan el voto libre, informado y secreto, sin manipulaciones ni engaños, sin emergencias indebidas de las autoridades gubernamentales ni de cualquier índole”, se lee en el comunicado, con lo que se resalta la   importancia evitar cualquier retroceso democrático.

Es indispensable blindar el proceso electoral contra la injerencia del crimen organizado, toda vez que, como lo señala el mensaje episcopal, entre todos los riesgos que enfrenta nuestra democracia, el más grave es el binomio que mezcla la democracia electoral con la delincuencia a organizada. Ante esta grave amenaza, todos estamos llamados a contribuir para preservar la democracia y el sistema de libertades que nos hemos dado.

 

Marco Adame

@MarcoAdame