CENTRO DE CONCILIACIÓN LABORAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO

La Conciliación laboral de la CDMX no es el metro Pantitlán

Los gobiernos deben ser congruentes con sus compromisos y responsabilidades de la nueva reforma laboral, la que poco a poco se va pareciendo a la anterior por sus rezagos impresionantes. | Manuel Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

Me decía una amiga abogada que no confundiera el Centro de Conciliación laboral de la Ciudad de México, ubicado en Doctor Andrade 45 de la colonia Doctores, con la estación del metro Pantitlán, por tanta gente que se tropieza entre sí para ser atendida.

Desde las 8 de la mañana se ven largas filas de trabajadores y de abogados encorbatados y abogadas preocupadas que están a la espera de que se les de audiencia para una conciliación. Se escuchan quejas por todos lados, como si fueran cuevas donde retumban las voces de reclamo:

“El patrón me despidió y no me dio nada, dice que él tiene mi renuncia y no me toca nada”.

“Tenía 5 años laborando y ayer me despidieron y me ofrecen mil quinientos pesos de indemnización”.

“Me dicen que no tengo derecho porque me contrataron de honorarios”.

“Nunca me dieron contrato por escrito”.

“Me pagaban de mano”.

Cuando nacieron los Centros de Conciliación nunca imaginaron sus creadores que desbordarían los servicios; pensaban que bastaba con instalar mesas y pequeños cubículos para resolver en menos de media hora un conflicto. Fueron contratados decenas de jóvenes sin experiencia alguna y bastaría con un pequeño curso de introducción para después meterlos en medio de trabajadores reclamantes y osados abogados patronales para fingirse como víctimas.

Los conciliadores pronto aprendieron la máxima:

“Vamos a partir diferencias de salarios, prestaciones, antigüedades, indemnizaciones, todo a la mitad”

Yo diría, a veces, la mitad de la mitad. Tuvieron que aprender matemáticas a la fuerza, aunque su sumadora solo restara y dividiera y no sumara ni multiplicara.

Para este lunes 26 de febrero de 2024 se habían acumulado 72 mil 159 peticiones de conciliación y los apurados funcionarios de ese Centro habían arreglado 35 mil 724, y los demás sin suerte. Sin embargo, los números oficiales suman acuerdos que ellos no llevaron, les dicen cifras “maquilladas”. Más de la mitad de esos 35 mil ya llegan “arreglados” de manera privada entre patrones y trabajadores, pero para presumir, dicen, se vale sumarlos.

Los jueces laborales de la Ciudad de México a quienes les prometieron que llegarían más refuerzos se les informa que, por la austeridad republicana, no hay más presupuesto y ven con angustia que el Centro de Conciliación no frena todos los conflictos por más que traten de esquinar a los trabajadores.

Nueve jueces laborales en materia individual han tenido que sortear cargas de trabajo crecientes, quienes tienen a la fecha 12 mil 159 casos con apenas 2.4% de sentencias emitidas, de las más bajas en el país. Las quejas no dejan de escucharse en esos juzgados por la lentitud de los procesos

Cuando se redactó la reforma laboral les dijeron a los jueces que debían dictar sentencia ¡terminando la audiencia o a más tardar en cinco días!, ahora en el mejor de los casos tienen que pasar más de seis meses para que eso suceda y como dicen en los maratones ¡y eso que apenas empieza!

No es difícil calificar a los responsables de las políticas financieras en materia de justicia laboral ya que, para este tipo de temas, relacionados con los trabajadores, los recursos económicos se congelan, no importando que se trate de grupos vulnerables.

En una reciente encuesta llevada a cabo la semana pasada por estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana los usuarios se quejaron de los tiempos de espera, de la dificultad de notificar a los patrones, de la falta de capacitación y especialización de los conciliadores, de instalaciones muy limitadas, hasta de su parcialidad por falta de conocimientos técnicos de los funcionarios.

A pesar de que las cifras en los juzgados federales son mejores, la carga es casi la mitad que las del ámbito local, los porcentajes de sentencias de los primeros alcanzan apenas un 19% contra el alarmante 2.42% y, aún asi, también hay sentencias en espera desde hace seis meses y el tiempo sigue corriendo.

Los casos en el ámbito local como se ha señalado, este lunes 26 de febrero estaban registrados 12 mil 159 contra 6 mil 152 del ámbito federal, pero aún asi los retrasos en la novel justicia laboral se van retardando sin que haya autoridad que lo evite.

Los gobiernos deben ser congruentes con sus compromisos y responsabilidades de la nueva reforma laboral, la que poco a poco se va pareciendo a la anterior por sus rezagos impresionantes. 

Esperemos que eso no suceda porque sería un fracaso que solo lo cargarían los trabajadores y algunos patrones que van atrás de ellos.

Manuel Fuentes

@Manuel_FuentesM