MARCHA POR LA DEMOCRACIA

¿De que se trató la concentración en el Zócalo?

El discurso de la concentración en el Zócalo fue un elemento central, al resumir con claridad porque estaban ahí y lo que está en juego. | Agustín Castilla

Escrito en OPINIÓN el

Como era de esperarse, mucho se ha dicho en estos días sobre la concentración en el Zócalo del pasado domingo. Desde quienes trataron de minimizarla, descalificarla por el perfil de las personas que asistieron o de plano llamarlas hipócritas y corruptas, hasta quienes consideran que fue un momento histórico o en un exceso de optimismo que puede ser un punto de inflexión para las elecciones de este año. También se hicieron patentes los reclamos por la ausencia de la bandera nacional en el asta mayor, la muralla que levantaron en torno a Palacio Nacional o las sirenas y el tañir de las campanas de la Catedral metropolitana que por momentos dificultaban escuchar al ex presidente del INE que fue el único orador. 

Lo cierto es que más allá de las narrativas y la acostumbrada guerra de cifras –el gobierno de la CDMX estimó una asistencia de 90 mil personas mientras que los organizadores aseguraba que fueron más de 700 mil–, el Zócalo se llenó al igual que hace poco menos de un año por personas que acudieron de manera voluntaria. Se trató de una concentración ordenada, respetuosa, pacífica para la que no se recurrió a cantantes populares o grupos musicales que alentaran la asistencia, tampoco se vieron los cientos de camiones tan comunes en la mayoría de los eventos políticos, pases de lista o entregas de box lunch. 

Es mucho lo que se puede destacar de esta movilización ciudadana en la que políticos y partidos pasaron a un segundo plano pero me parece que, como pocas veces, el discurso fue un elemento central al resumir con claridad porque estaban ahí y lo que está en juego, por lo que vale la pena retomar algunos de sus puntos medulares. 

Lorenzo Córdova inició reconociendo los problemas que hemos venido arrastrando por décadas como la desigualdad y pobreza, la corrupción e impunidad, la inseguridad y violencia advirtiendo que si no se resuelven pronto, ponen en riesgo la democracia y nuestra  convivencia pacífica. Recordó los tiempos no tan lejanos de pensamiento único y ejercicio autoritario del poder en que no había elecciones libres ni espacios para que la diversidad política se expresara, así como las luchas ciudadanas para alcanzar la democracia y que nuestros derechos y libertades estén garantizados frente a los abusos del poder, por lo que ahora corresponde defenderla frente a los intentos por desmantelar la democracia, los contrapesos institucionales y la misma Constitución que es la expresión del arreglo político que nos permite sentirnos parte de esta Nación. 

Córdova señaló que “nos pasamos ma´s de 40 an~os construyendo una escalera, cada vez ma´s so´lida, cada vez ma´s robusta, cada vez ma´s firme, para que quien tuviera los votos pudiera acceder al primer piso y hoy, desde el poder, quien llego´ a ese primer piso por la libre voluntad de la ciudadani´a, pretende destruir esa escalera para que nadie ma´s pueda transitarla”. Aclaró que no se defiende el inmovilismo ni se pretende impedir el cambio, hay muchas cosas que deben mejorarse y las instituciones se tocan si es para mejorarlas, pero no para desmantelarlas, destazarlas o capturarlas

También sostuvo que la polarización que divide a la sociedad entre buenos y malos, amigos y enemigos, como si en México sólo unos tuvieran cabida y los demás salieran sobrando, es falsa y artificial pues la sociedad no puede dividirse en blanco y negro al existir muchos matices, diferencias, formas de actuar y de ser que sólo una visión autoritaria puede negar, y apunto la gravedad de que se pretenda apresurar un plan de reformas que no busca el consenso nacional, sino la imposición de una visión de parte para obtener la concentración y perpetuación del poder

Concluyó diciendo que estamos frente a un proyecto de reinstauración autoritaria para regresar a las épocas de partido hegemónico y revertir muchas de las conquistas democráticas que precisamente les permitieron llegar al poder como lo demuestran las iniciativas que han presentado, y no se debe olvidar que “cuando una democracia esta´ en riesgo, quien no hace nada mientas otros la amenazan, la atacan y buscan acabarla, ya sea porque tienen miedo, porque son indiferentes o porque menosprecian esos ataques, terminan siendo responsables de su destruccio´n”. De eso trató la manifestación del domingo. 

Agustín Castilla

@agus_castilla