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Datos personales y perfilamiento electoral

Cada vez que interactuamos con nuestro teléfono inteligente, estamos transfiriendo datos personales. | Luis Espíndola Morales, Viridiana Álvarez González y Arturo Sanabria Pedraza

Escrito en OPINIÓN el

El uso de herramientas digitales ha modificado de manera considerable la cotidianidad de la ciudadanía, provocando que la mayoría de nuestras actividades se realicen a través de un teléfono inteligente. Las campañas electorales no son la excepción.

Cada vez que interactuamos con nuestro teléfono inteligente, cuando descargamos aplicaciones, interactuamos con ellas, estamos transfiriendo datos personales como nombre, edad, sexo, correo electrónico o teléfono y hasta nuestra dirección postal.

Estos datos son almacenados por cada proveedor y, aunque su responsabilidad es garantizar su protección, no siempre están seguros.

Pueden ser empleados de muchas maneras y podríamos ser nosotros mismos quienes autorizamos ese uso sin siquiera saberlo cuando aceptamos los términos y condiciones en una aplicación. En otras ocasiones se explotan estos datos sin que el proveedor de servicios digitales nos lo haya hecho saber en sus términos y condiciones violando la confianza que le dimos con el uso de nuestros datos.

Sea cual sea el caso, si el uso de estos datos tiene fines electorales, y nosotros dimos nuestro consentimiento, aunque esta sea una finalidad indeseable para cualquier ciudadano o ciudadana, no tiene ninguna prohibición legal. Por otra parte, cuando esto se hace sin nuestra autorización, podríamos ser perfilados por una empresa especialista y que nos clasifiquen psicológica y políticamente como una persona abierta, afable o extrovertida.

Nadie quisiera que nuestros datos personales o información relacionada con nosotros como gustos, intereses o ideologías sean procesados y se vendan a partidos políticos. Nadie quisiera tampoco que se usara esa información para que nos envíen propaganda política y traten de influir en nosotros.

Casos así ya han ocurrido. En 2012, el entonces candidato al gobierno de Estados Unidos, Barack Obama fue acusado de utilizar servicios de análisis y procesamiento de datos para acercarse a las y los votantes potenciales con la intención de influir en su preferencia política.

En el año 2016, la empresa británica Cambridge Analytica fue acusada de analizar y almacenar datos personales para procesarlos a través de una metodología de microfocalización de conducta, cuyo uso fue decisivo para el triunfo del Brexit. De acuerdo con The Guardian, alrededor de 50 millones de perfiles de Facebook fueron empleados por esa empresa para la campaña presidencial de Donald Trump.

En México ya inició el proceso electoral 2023-2024, y nuestros datos quizás ya sean usados por empresas especialistas en el minado de datos para perfilarnos y dirigir hacia nosotros propaganda electoral pagada por los partidos políticos o terceros o mensajes e imágenes de una candidatura en nuestras redes sociales.

El presupuesto de un voto libre es un voto informado, por ello, debemos estar muy atentos al tipo de información que recibimos para que ese ejercicio libre no sea afectado.

Hasta nuestra próxima entrega.

 

Luis Espíndola

@luisespindolam