El lunes 28 de agosto comenzará la aplicación de la encuesta interna de Morena con la que elegirá a su candidato o candidata rumbo a la elección presidencial 2024. Se trata de la elección en la que competirán seis de sus corcholatas quienes, desde hace más de 70 días, recorren el país para buscar presidir el Comité de Defensa de la 4T, que en realidad se trata de la candidatura a la presidencia de la República en las elecciones de 2024.
Los seis aspirantes a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador son: la ex jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, el excanciller Marcelo Ebrard, el ex secretario de Gobernación Adán Augusto López, los senadores con licencia Ricardo Monreal y Manuel Velasco; y el diputado federal con licencia Gerardo Fernández Noroña.
El tema es relevante porque desde hace dos años el presidente Andrés Manuel López Obrador determinó que el método de elección para el aspirante de su partido a sucederlo debe ser elegido por encuesta. El partido obedeció y replicó este método de selección para cargos de elección popular a nivel de gubernatura; la elección presidencial no será la excepción.
Morena gobierna en este momento 22 estados y el presidente Andrés Manuel López Obrador confía en que sus sucesor o sucesora, sea de su partido para dar seguimiento a su programa de gobierno. De hecho, un equipo de trabaja en el “Proyecto de Nación 24-30”.
¿Cómo será la encuesta?
Se realizará del 28 de agosto al 3 de septiembre y se aplicarán un promedio de 12 mil 500 entrevistas en casa, en todo el país. Esta encuesta será la principal de un total de cinco; las otras 4 serán encuestas espejo. De las cuatro encuestadoras seleccionadas, una corresponde a una propuesta por Claudia Sheinbaum, otra por Manuel Velasco, otra por Adán Augusto López; y tras la declinación de Monreal se incluyó una propuesta de Ebrard. Sus nombres serán dados a conocer hasta el final del proceso.
Delgado informó que el resultado de la encuesta principal equivale al 75% de la votación para cada corcholata. Esto significa que ganar esa encuesta será suficiente para que alguno de las seis corcholatas gane así la candidatura presidencial.
La muestra de los 12,500 hogares a visitar será seleccionada por la Comisión de Encuestas; cada encuestador irá acompañado por un representante en cada corcholata, es decir llevará seis personas más. Ebrard informó que tendrá un total de 350 representantes distribuidos en el país.
La boleta que responderá cada encuestado será impresa en papel seguridad (como una boleta electoral oficial). Los nombres de las seis corcholatas se encontrarán distribuidos a manera de círculo para generar equidad entre los nombres, evitar sesgos y preferencias como sucedería con un listado en orden alfabético.
Los encuestadores llevarán consigo una urna transparente en su mochila; allí ingresarán las boletas llenadas. Delgado afirmó que habrá una cadena de custodia para garantizar que “se respete el voto del pueblo”.
El reclamo del piso parejo
Tres corcholatas (Ebrard, Monreal y Fernández Noroña) han pedido en los últimos meses garantía de piso parejo; pero desde hace dos años que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado abiertamente su respaldo a Sheinbaum.
No obstante, Delgado ha señalado en diversos momentos que la encuesta será garantía del respeto del voto popular para elegir a su candidato a la presidencia y que no habrá irregularidades.
En los 70 días de recorridos por el país las corcholatas morenistas han medido fuerzas. Por un lado, se registró un número relevante -más no específico-, de espectaculares que promocionan la imagen, por separado, de Sheinbaum y López. En menor medida hubo también espectaculares a favor de Ebrard.
El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su malestar al respecto y pidió a las corcholatas su retiro; aunque Delgado ofreció realizar una investigación del tema, a la fecha esa información no se ha dado a conocer.
El 23 de agosto Ebrard informó haber entregado un informe a Delgado para documentar la falta de piso parejo y el respaldo de dependencias de gobierno capitalino a favor de Sheinbaum. Delgado minimizó la queja y lo negó. "Las cartas que nos ha enviado no contienen ninguna prueba", respondió. El excanciller reviró entonces que Delgado vive "en Fantasy Land".