La Presidencia de la República respondió a La Silla Rota, mediante una solicitud de transparencia, que no hay registro documental sobre el precio que ha pagado para colocar vallas alrededor de Palacio Nacional durante diversas marchas y protestas que se realizan en el Zócalo, desde el sexenio de Felipe Calderón.
No solo han sido las marchas feministas del 8 de marzo, ni las que la entonces oposición organizó para “defender” el supuesto triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2006. Marchas para exigir medicamentos en hospitales públicos y para reclamar desapariciones y muertes por la “guerra contra el narcotráfico” también han sido la causa para colocar vallas en los alrededores de Palacio Nacional.
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Sin embargo, la Presidencia de la República respondió a La Silla Rota que, después de “una búsqueda exhaustiva en sus archivos”, no encontró evidencia documental de algún pago o acuerdo con otra dependencia para la colocación de dicha protección.
La respuesta de Palacio
La Presidencia de la República detalló que la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales no encontró información sobre el costo de poner vallas en Palacio Nacional, a pesar de “realizar una búsqueda exhaustiva en los registros, archivos físicos y electrónicos que obran en dicha Dirección, del área encargada de adquisiciones, contratación de servicios y aseguramientos adscritos a esta Dirección”.
En el mismo sentido respondió la Dirección General de Finanzas y Presupuesto:
“Se realizó una búsqueda exhaustiva y razonable de la información solicitada tanto en el estado analítico del ejercicio del Presupuesto de Egresos, destinado al ramo 02 oficina de la Presidencia, así como en todos y cada uno de los registros físicos y electrónicos que obran en esta Dirección”.
Y agregó que, aunque buscó desde 2006 pero "no se localizó evidencia documental que atienda el requerimiento".
Finalmente, se apegó al criterio 07/17 en los que consideró que "no es necesario que el Comité de Transparencia confirme total formalmente la inexistencia de la información" y firmó la petición Juan Carlos Guerrero, director de Análisis Jurídico y de Gestión Documental.
El contexto
En 2006, luego la noticia oficial del triunfo presidencial de Felipe Calderón frente a Andrés Manuel López Obrador, se iniciaron las protestas más fuertes que el Palacio Nacional había recibido en muchos años. En ese momento, el Estado Mayor Presidencial protegía las instalaciones del recinto histórico con vallas metálicas y elementos de la Policía Federal.
En más de una ocasión quedó documentado que el legislador de la entonces oposición Gerardo Fernández Noroña acudió a Palacio Nacional para gritar “espurio” a Felipe Calderón, para arrojar ratas de juguete si éste mantenía una reunión oficial. En más de una ocasión logró saltar las vallas que se ponían en el perímetro.
Pero las vallas se fueron haciendo más fuertes, igual que las protestas. El 20 de noviembre de 2014 se registró una concentración en el Zócalo donde integrantes de la CNTE y estudiantes exigieron la presentación con vida de los 43 jóvenes desaparecidos de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero.
La manifestación terminó con un violento enfrentamiento entre granaderos y civiles, pues los asistentes exigían la renuncia del entonces presidente Enrique Peña Nieto, hubo un saldo de varios heridos y daños al Palacio Nacional.
La escena se repitió en 2019, ya bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero fueron grupos disidentes a la protesta por el caso Ayotzinapa los que mancharon las paredes del Palacio Nacional. Entonces, la Conservaduría de Palacio Nacional tuvo que restaurar los daños.
Las protestas más recientes y violentas fueron las feministas, que con motivo del 8 de marzo y otras conmemoraciones, las manifestantes exigieron al gobierno un alto a temas como el incremento de desapariciones y feminicidios.
Ya es común que en las marchas y manifestaciones se coloquen dichas vallas, para proteger el edificio histórico de Palacio Nacional o para proteger a quienes se encuentran dentro. Las pintas en las vallas son también una forma de protesta que ha llegado para quedarse.