CDMX

Mónica, Tomás, Adriana, Martha Patricia y Jessica; vecinos se quejan de memorial

Para evitar conflictos y las amenazas continuaran, los familiares y la activista Frida Guerrera, decidieron quitar las fotografías y cruces del 136 de la calle Ponciano Díaz, lo que para ellos fue difícil y doloroso

Créditos: Fernanda García
Escrito en NACIÓN el

En un intento de visibilizar a las víctimas del feminicida serial de Toluca, Oscar García Guzmán, las familias de Mónica, Tomás, Adriana, Martha Patricia y Jessica, colocaron sus fotografías y cruces con sus nombres en la casa del criminal; sin embargo, vecinos de Villas Santín se quejaron del memorial.

TAMBIÉN LEE: A 25 años del feminicidio de Maribel, su asesino sigue prófugo; "nos destrozó la vida"

Para evitar conflictos y las amenazas continuaran, los familiares y la activista Frida Guerrera, decidieron quitar las fotografías y cruces del 136 de la calle Ponciano Díaz, lo que para ellos fue difícil y doloroso, pues consideraron que los vecinos se sentían incómodos a causa de la indiferencia.

A cuatro años de que se descubriera que la casa del multifeminicida era el lugar donde tenía los cuerpos de tres de sus víctimas, el dolor para sus deudos aún es latente.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP EN ESTA LIGA

“Vinimos a quitar el memorial que pusimos debido a que, la persona que más nos ha ayudado en este caso, Frida Guerrera, ha sido atacada y no queremos incomodar a nadie, sólo queríamos hacer visible a las víctimas, no al asesino y ésta es nuestra forma de despedirnos de ellas“, comentó Verónica Chávez, hermana de Mónica e hija de Tomás, dos de las víctimas de Óscar.

La activista Frida Guerrera lamentó que fue atacada y calificada como delincuente tras haber colocado el memorial para las cinco víctimas de Óscar , incluso agredida verbalmente por los vecinos, por lo que solicitó la intervención de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

Al respecto, Martha Cuate, esposa de Tomás y madre de Mónica, lamentó la indiferencia con las que los vecinos de Villas Santín actuaron no sólo con los memoriales, sino entorno a los casos de feminicidio que fueron descubiertos en noviembre de 2019.

“Me siento muy triste por la antipatía de los vecinos, porque, hace once años, cuando les pedimos ayuda, nadie nos apoyó. Nadie nos escuchó en el 2012 cuando él mató a mi esposo y se llevó a mi hija Mónica. Es una tristeza que los vecinos no sean empáticos con nosotros, sólo queríamos hacer visible este lugar para que estos casos no se vuelvan a repetir y ellos nos atacan”.

El 136 de la calle Ponciano Díaz quedó bajo resguardo de la FGJEM desde 2019 pues en el ese sitio se encontró a Jessica sin vida, a horas de haber sido asesinada, y los cuerpos de Adriana y Martha Patricia.

Se espera que, una vez que se termine el juicio de extinción de dominio y, si sale en favor de las víctimas, se demuela la casa que habitó el feminicida y homicida.

Tomás, un padre amoroso

Tomás Chávez era padre de dos hijas, una de ellas lo describió como un hombre amoroso, trabajador y bondadoso, fue asesinado por Óscar García Guzmán porque Mónica no quiso tener una relación sentimental con él.

“Lo que vinimos a hacer fue a despedirnos de mi hermana, de mi papá, de las chicas Adriana, Martha, a eso vinimos, a darles luz, a que ellas descansen”, relató Verónica, hermana de Mónica e hija de Tomás. 

Mónica era maestra del COBAEM en Xonacatlán, la describieron como una hija maravillosa, chica ejemplar, trabajadora y amorosa. Estuvo desaparecida durante siete años, fue asesinada después de Óscar asesinada a Tomás, su padre.

“Mi hermana había sido su pareja sentimental y le dijo que si ella no seguía con él, nos iba a matar a toda la familia y entonces, cumplió su amenaza y mató a mi papá, después no podíamos encontrar a mi hermana, vivimos con mucho miedo de que siguiera con nosotras también. Si no hubiera sido por Jessi, nunca hubiéramos encontrado a mi hermana”.

Adriana, una joven con futuro brillante

Adriana González Hernández tenía 27 años cuando fue asesinada. Era originaria de El Contadero, Zinacantepec, pero trabajaba y estudiaba en Toluca. Días antes de desaparecer, le dijo a su familia que Óscar era su pareja. Fue asesinada el 27 de marzo de 2017. Quería ser psicóloga y era reconocida como amorosa, reservada y centrada. Su vida también arrancada de tajo.

Martha Patricia soñaba con ser criminóloga

Martha Patricia Nava Sotelo, de 25 años de edad, estudiaba criminología, su segunda carrera, cuando fue arrancada de su familia. El 9 de febrero de 2019 fue reportada como desaparecida. Ella originaria de Huixquilucan y también se relacionó con Óscar. Él ya está sentenciado por los feminicidios que cometió, incluido el de Martha, una joven que soñaba con comprarle una casa a su madre.

Jessica, el caso que resolvió los feminicidios

Jessica Guadalupe Jaramillo Orihuela estuvo desparecida en octubre de 2019, sus padres lograron rastrearla hasta el 136 de calle Ponciano Diaz, pero los atropellados y retrasos en la investigación de su desaparición no permitieron que fuera hallada con vida. Jessica estudiaba Psicología en Toluca, quería dedicarse a las infancias, pero sus sueños fueron truncados el 19 de octubre. Tenía 23 años.

Las sentencias del feminicida serial

En septiembre de 2021, Óscar García Guzmán fue sentenciado a 12 años y seis meses de prisión por la violación de una mujer en Toluca, ese mismo mes y año condenado a 17 años y seis meses de cárcel por la desaparición de Jessica en Toluca.

  • El 30 de marzo de 2022 fue condenado a 62 años y seis meses de prisión por el feminicidio de Jessica.  
  • El 01 de abril de 2022 fue sentenciado a 62 años y seis meses por el homicidio de Tomás Chávez. Además, enfrenta dos procesos penales por feminicidio.
  • El 20 de mayo de 2022 fue sentenciado a 62 años y seis meses por el feminicidio de Martha Patricia.
  • El 18 de octubre de 2023 fue sentenciado a 62 años y seis meses por el feminicidio de Adriana.
  • El 19 de octubre de 2023 fue sentenciado a 55 años y seis meses por el feminicidio de Mónica.