CRÍMENES DE PERIODISTAS

Los estados más peligrosos para defensoras de derechos humanos y mujeres periodistas

La labor periodística en defensa de los derechos humanos de las mujeres en México, se encuentra inmersa dentro de un contexto en el que su labor es objeto de señalamiento y descalificación que se origina en el Poder Ejecutivo

Los estados más peligrosos para defensoras de derechos humanos y mujeres periodistas.Créditos: Cuartoscuro
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La Ciudad de México y el Estado de México son dos de las entidades más peligrosas para las mujeres que se dedican al periodismo y a la defensa de los derechos humanos, de acuerdo con un análisis de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM).

La labor periodística en defensa de los derechos humanos de las mujeres en México, se encuentra inmersa dentro de un contexto en el que su labor es objeto de señalamiento y descalificación, que se origina, según la RNDDHM, desde el Poder Ejecutivo y que permea en las autoridades de los estados, municipios, comunidades y en la sociedad en general, incrementando el riego de las mujeres que se dedican a esto.

De acuerdo con lo publicado por la RNDDHM, el 2022 ha sido el peor año para que las mujeres ejerzan la defensa de los derechos humanos, pues sólo durante la primera mitad del año, se registró un mayor número de violencia letal contra las periodistas y defensoras, quienes han visto crecer la represión y ataque en su contra por ejercer su trabajo.

En la primera mitad del año, la RNDDHM ha registrado 14 casos de feminicidio y 2 de transfeminicidio en contra de defensoras y periodistas, cuadruplicando el número de casos de este tipo de delitos en comparación al 2021, siendo el 2022, el año más violento para las defensoras de derechos humanos y mujeres periodistas de los últimos 10 años.

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Los ataques letales contra las periodistas y defensoras son principalmente por su labor en defensa del derecho a la verdad, la justicia y la reparación, además del derecho a la diversidad sexual, y el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

Las principales víctimas de la violencia fatal contra las periodistas y defensoras de los derechos humanos, son justamente estas últimas, pues de los 29 casos de feminicidios registrados contra este gremio, 25 fueron contra defensoras y 4 contra periodistas.

El aumento exponencial de la violencia contra las periodistas y defensoras de los derechos humanos en 2022 puede observarse en la gran similitud en el número de casos de agresión en su contra comparado con 2020 y 2021. En los cuales si bien el número es similar, en 2022 este número solo incluye los casos registrados durante los primeros 6 meses del año.

  • 2020: 1701 agresiones contra 392 mujeres periodistas y defensoras
  • 2021: 1574 agresiones contra 373 mujeres periodistas y defensoras
  • 2022: 1318 agresiones contra 296 mujeres periodistas y defensoras

Debido al ambiente imperante de violencia hacia las mujeres periodistas y defensoras de los derechos humanos, replicado por la sociedad e iniciado desde el Poder Ejecutivo, la RNDDHM considera que los responsables materiales e intelectuales de las agresiones son las autoridades públicas de los distintos niveles de gobierno.

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En este sentido, las autoridades públicas encabezan la lista de perpetradores, lo que es aún más preocupante por la impunidad ante la falta de imparcialidad y complicidades interinstitucionales en la investigación y sanción de los responsables.

En la Ciudad de México y el Estado de México, dos de las entidades más peligrosas para las mujeres periodistas y defensoras de los derechos humanos, las agresiones cometidas contra estas se dan en incidentes de seguridad durante movilizaciones, tales como encapsulamientos o violencia física.

La agresión a mujeres periodistas y defensoras tiene una fuerte connotación de género, pues del total de casos del 2020, el 62% de las agresiones tuvieron algún componente de género y en 2021 el porcentaje aumentó a 68%.

Las acciones de violencia en contra de periodistas y defensoras suele ir en función de:

  • La descalificación de su trabajo, liderazgo, y/o los logros
  • Amenazar con dañar a sus hijos, amenazas sexuales, secuestro, agresión física
  • Utilización de lenguaje misógino en su contra
  • Violencia de carácter sexual (abuso sexual, violación, hostigamiento, campañas de desprestigio basadas en la sexualidad de la defensora, uso de fetiches – manipulación de ropa interior o dibujos sexualizados).

¡Ni una defensora, ni periodista más agredida por defender los derechos humanos!

VGB