GOBIERNO CDMX

Chapultepec: Naturaleza y Cultura… con sobrecosto de 2,000 millones de pesos

El proyecto ha sufrido cancelaciones y retrasos por incumplimientos de contrato y por vestigios arqueológicos… los incidentes se contemplaban desde el inicio, según un documento en poder de La Silla Rota

Escrito en METRÓPOLI el

Desde que se iniciaron los trabajos del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, el plan maestro contemplaba riesgos como “rechazo de los vecinos al proyecto, aumento en los costos de inversión, aumento en el tiempo de ejecución y alcances no previstos”. En tres años de trabajos, los costos se han incrementado a casi 2,000 millones de pesos, otras inversiones se han cancelado por falta de viabilidad y unas más se han retrasado por inconformidad de los vecinos y porque los trabajos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) –que interviene cada vez que se encuentran vestigios prehispánicos– ralentizan los trabajos de construcción una y otra vez.

El proyecto, que incluye la interconexión de las cuatro secciones que componen al Bosque de Chapultepec, aunque previsto para concluirse en 2024, nada más no tiene fin… ni fondo. La propia ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, reconoció ante el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el 10 de marzo de 2022, que el proyecto tenía ya un sobrecosto de 1,200 millones de pesos. 

Historiadores y urbanistas, consultados por La Silla Rota sobre los sobrecostos, retrasos y cancelaciones que admite el documento Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, de la Secretaría de Obras y Servicios del gobierno capitalino, aunque ven en el Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura un loable intento de recuperar “un bosque que es de todos”, consideran es tan complejo y ambicioso que será difícil vea la luz en el tiempo que se había establecido.

“Es el lugar emblemático que todo mundo visita. No hay quien no haya estado en Chapultepec. Es el lugar de mi infancia y ahí he llevado a mis nietos”, dice emocionada la cronista de la ciudad Ángeles González Gamio. 

Foto: Alison Monney

Una mega-obra de la que apenas hay rastros 

En la entrada de Los Pinos, sobre Avenida Constituyentes, en la primera sección, hay unas tapias que obligan a los visitantes a bajarse unos metros de la banqueta y pasarse al asfalto que, para evitar riesgos, está cercado por una cinta de seguridad. Lo que esas tapias resguardan y tapan son las obras de la estación terminal del Cablebús, que conectará a las cuatro secciones de Chapultepec y llegará hasta Vasco de Quiroga. 

Adelante, sobre Avenida Constituyentes, se ven las columnas que sostendrán el paso de las cabinas de la Línea 3 del Cablebús; lo que no se ve aún son las estaciones, pero sí el caos que los trabajos causan en la vialidad, rumbo a Santa Fe. 

Hace un año, el 8 de febrero de 2023, la entonces Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, prometió que para noviembre de ese mismo año estaría lista la línea, ya es 2024 y no hay fecha para abrirla. En ese entonces la inversión programada era de 2,263 millones de pesos. 

Otra escena, de la que se cerciora La Silla Rota en varios recorridos hechos al Bosque de Chapultepec, está cerca de Periférico.

En lo que era la Feria de Chapultepec ahora se construye el Parque Urbano Aztlán. En ese espacio que cumplirá la tarea de dar entretenimiento y recreación a los visitantes, aún se trabaja para concluir las obras que incluyen además de juegos mecánicos, al nuevo Museo Dolores Olmedo. La obra, bajo un esquema de financiamiento público-privado, programada para concluirse en 2023, hasta el 27 de febrero de este año sigue en obras. 

Al recorrer la zona donde millones de capitalinos se divirtieron en la otrora Feria de Chapultepec, ahora en su lugar se ven a hombres con cascos y chalecos en un ir y venir o concentrados en sus tareas. Hay carretillas, pulidoras, cortadoras y maquinaria pesada desperdigada. En distintos sitios del piso se ven montones de tierra, botes de pintura, mangueras de plástico, bultos de cemento apilados, cubetas, tinacos y se escuchan martillazos.

Tanto el Parque Aztlán como la Línea 3 de Cablebús forman parte de Chapultepec: Naturaleza y Cultura, el “proyecto de proyectos”, como lo definió el 30 de enero la Secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto. 

Se trata de un proyecto que arrancó con un presupuesto de 8,775 millones 609,583.25 pesos, según el documento Proyecto Cultural Chapultepec, al cual La Silla Rota tuvo acceso. Pero el costo se elevó a 10,000 millones de pesos, tal como reconoció el Gobierno de la Ciudad de México el 10 de marzo de 2022, cuando tanto Sheinbaum como el Presidente Andrés Manuel López Obrador dieron detalles del proyecto. Planeado para conectar las cuatro secciones de Chapultepec, que en conjunto suman 744 hectáreas.

Foto: Alison Monney

Retrasos y cancelaciones

De acuerdo con el documento Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, de la Secretaría de Obras y Servicios, la Cineteca Nacional debía estar lista desde el 31 de marzo de 2022, y la Bodega Nacional de Arte en marzo de 2023. Ambas construcciones estarán en la cuarta sección. Se trata de dos de las obras más grandes y de mayor inversión. La Cineteca tendría un costo de 300 millones de pesos y la Bodega Nacional de Arte 500 millones de pesos.

Diseñado por el artista mexicano Gabriel Orozco, el proyecto busca rehabilitar algunas partes de la primera sección, como el Zoológico de Chapultepec, que inicialmente contemplaba una inversión de 260 millones de pesos, pero que recibió recursos de 270 millones de pesos, de acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente, publicada el 8 de febrero. 

También se rehabilitaron tres salas del Museo de Historia Natural: Origen del Universo, Origen de la Tierra y Origen de la vida. La suma de recursos planeados para hacerlo era de 222 millones 800 mil pesos, de acuerdo con el documentos en manos de La Silla Rota, pero el 18 de diciembre pasado, cuando se reinauguraron, la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, informó que se invirtieron 270 millones de pesos.  

Otro proyecto, la llamada Calzada Flotante, que conecta a Los Pinos con la segunda sección de Chapultepec, planeada para costar 115 millones de pesos, elevó su inversión a 302.4 millones de pesos.  También se han dado las cancelaciones de algunos proyectos contemplados originalmente. Uno de ellos fue el puente Los Polvorines, para el cual se contemplaba una inversión de 275 millones de pesos, de acuerdo con una nota publicada por el Sol de México el 10 de febrero de 2023. 

Algo similar ocurrió con la interconexión de museos en la zona de La Cañada, para la cual la inversión prevista alcanzaba los 1 mil 309 millones 509 mil 583 pesos (una de las más caras, sólo detrás de la de Restauración ambiental). Se trataba de un proyecto que conectaría subterráneamente la tercera y cuarta sección. Su lugar fue ocupado por el Cablebús. 

Otro proyecto cancelado fue el Pabellón Contemporáneo Mexicano, con un presupuesto de 490 millones de pesos en total. Se ubicaría en lo que es el Jardín Botánico y la propuesta causó molestia entre algunos activistas, que presentaron un amparo. El 18 de noviembre de 2022 llegó una suspensión definitiva por parte del vigésimo tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México, de acuerdo con una nota publicada en La Prensa, el 27 de marzo del año pasado.

En un video en la red social Facebook, Herón Proal, un activista recordó que cuando se anunció el proyecto pensaron que se iba a restituir el bosque y la cuenca ribereña de los ríos que bajan todavía vivos de la montaña. 

“Pero ¡oh sorpresa! la mayor parte de este capital se ha firmado en infraestructura. Se nombró a Gabriel Orozco, el artista que firmó un convenio con el gobierno de la ciudad y la secretaria de Cultura federal diciendo que no cobraría por este proyecto. Sin embargo, solicitó como retribución que se retirara el jardín botánico de la primera sección a la segunda como un centro de educación ambiental y que ahí se colocara su pabellón”, aseguró.

“Hoy es un día de fiesta porque el Frente Ciudadano por la mejora y la defensa de Chapultepec que hemos estado ahí defendiendo el jardín botánico logramos que un juez nos diera la suspensión definitiva”.

Foto: Alison Monney

Los ejes del proyecto

El proyecto tiene 3 ejes: ambiental, cultural y de conectividad.

El eje cultural incluye el Parcur, donde se encontraban los centros de diversión Atlantis y El Rollo, y que ahora es usado para patinar y grafitear. También la Cineteca Nacional Poniente, aun sin inaugurar y que de acuerdo con fuentes de la Secretaría de Cultura, podría estar lista en tiempos de veda electoral, entre marzo y mayo. 

A ellos se suma el Panteón Dolores, al que se le hacen arreglos y donde estará la Rotonda de Personajes Ilustres. Otro proyecto cultural es la gran Bodega Nacional de Arte.

Como parte del eje ambiental están el Zoológico de Chapultepec, en la primera sección y el Parque Clausell, el Paso del Conejo y el parque Cri-Cri, en la tercera.

Dentro de lo que se considera el eje de conectividad están la Calzada Flotante Los Pinos -que ha tenido críticas por su estrechez y falta de señalización y que en fines de semana causa que apenas quepan peatones y ciclistas- la calzada flotante Chivatito y la interconexión de museos, en específico los de Antropología y el Rufino Tamayo, y el Cablebús Línea 3. 

Foto: Alison Monney

“Dinero debió usarse para solucionar crisis del agua”

La cronista de la Ciudad de México, Ángeles González Gamio, reconoce que no conoce a fondo el proyecto, pero le parece faraónico, por ser mucho dinero el que se está invirtiendo, en obras como la Bodega Nacional de Arte. “Tengo muchas reservas”, dice a La Silla Rota.

Considera que esos recursos podrían ser usados para temas como el abasto de agua o en la ciudad o arreglar las disparejas calles en la capital. “No quiero ser aguafiestas, pero viendo la cantidad de dinero digo… ¿qué va haber?”.

Otro tema que no comprende fue por qué quitaron la Feria que “era un lugar fabuloso”. “Sí debía arreglarse, pero destruirlo es una locura”, lamenta. 

Consultada sobre lo que Chapultepec representa para México, hace un recuento. Fue el primer parque de América Latina, ahí se iba a descansar el rey poeta Netzahualcóyotl, luego con la llegada de los españoles, Hernán Cortés se lo quiso apropiar y la Corona Española se lo impidió. Por su belleza, un virrey construyó una casona que luego se amplió a un alcázar militar, por eso ahí ocurrió la batalla de los Niños Héroes, añade. 

“El bosque fascinó al emperador austríaco Maximiliano de Habsburgo que además no quería vivir en Palacio Nacional porque le parecía feo y en el que había cucarachas y entonces modificó el alcázar y lo hizo castillo y construyó el Paseo de la Reforma para llegar a palacio”, agrega. 

Después, Porfirio Díaz hizo el lago artificial que tanta felicidad ha dado desde entonces a parejas enamoradas y a familias enteras. El Castillo fue usado como residencia de presidentes hasta que Lázaro Cárdenas decidió que la casa presidencial fuera en Los Pinos, también en Chapultepec.

Juan Ansberto Cruz es ingeniero en irrigación por la Universidad de Chapingo y doctor en Urbanismo por la UNAM. Como profesionista, formó parte del proyecto Centro Cultural Ambiental, en la segunda sección, un espacio destinado a concientizar sobre el desperdicio del agua y los peligros del cambio climático.

Entrevistado por La Silla Rota, reconoce que la magnitud que tiene el proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura genera en ocasiones falta de coordinación. Explica que quien ha coordinado los trabajos por lo menos en la parte que él conoce fue la Secretaría de Medio Ambiente capitalina, pero con fondos de la Secretaría de Cultura Federal.

“Hay de repente una y otra visión, aunque casi siempre están fusionadas, de repente hay una toma de decisiones ya en un nivel más operativo. Se complica revisar, aprobar e ir palomeando en tiempo real. Es complicado porque además son obras de cientos o miles de millones de pesos y eso implica mucho rigor en la toma de decisiones, en la revisión y en la autorización de cosas operativas”.

También se ha tomado en cuenta al Instituto Nacional de Antropología e Historia y cuando se encuentran piezas arqueológicas, se complica el seguimiento de la agenda. Dice que se han recuperado muchas –el Centro Cultural Ambiental tiene algunas exhibidas– y también se ha buscado cuidar el aspecto ambiental, especialmente en la tercera. 

Pero lo que más emociona a Juan Ansberto Cruz es la vocación hídrica del proyecto, que en unos cinco años más que necesitar agua, podrá aportarle a la ciudad, pues recaudará el líquido tan necesario. 

“La vegetación que vaya reteniendo la lluvia y se vaya infiltrando y que al menos la segunda y tercera sección, sobre todo ésta, termine de consolidarse como la parte más ambiental. La primera es la más histórica, la segunda es más única y la tercera es la más ambiental, la más natural por así decirlo”, concluye.