“Yo a Jagger lo consideró como mi ‘perrhijo’, porque lo cuidé desde bebé, lo adopté, cuando tenía meses de nacido, me dediqué a él, le enseñé a comer, a ir al baño, realmente lo considero parte de mi familia y es querido igual”, explica Diana Anguiano, acerca de cómo está integrada su familia, una familia multiespecie.
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La familia de Diana está conformada por ella, como madre soltera, su hija Talena, de dos años, y el perro Jagger. Y como ella misma asegura, en su familia todos son queridos y cuidados por igual.
La familia multiespecie o interespecie es aquella que está formada, como su nombre lo dice, por seres de distintas especies. Siendo la más común la de humanos con perros.
“En México existen 23 millones de perros y gatos en casa. Se encuentran entre 57 a 70 de cada 100 hogares, destacando al perro como la mascota favorita”, asegura datos de un seminario de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizado sobre el tema de las familias multiespecie.
El amor a los animales en Diana siempre ha existido, sobre todo por los perros. Un día normal para ella es preocuparse por los cuidados de Talena y Jagger.
“Si existe la diferencia como tal, porque un bebé necesita de ti al 100 por ciento y un perrito no, pero en cuestión de comida o llevarlo algún regalo o juguete siempre pienso en los dos. Incluso si voy a salir busco la manera de poder llevar a Jagger, siempre lo considero totalmente”.
Otro caso de una familia integrada por personas y mascotas es el de Carolina Chavarría. La profesionista dedicada al arte en producciones cinematográficas considera a sus dos perritas parte de sus núcleo familiar, junto a su novio.
“Tengo dos perritas, criollas las dos, adoptadas, una tiene ocho años y la otra siete meses y las considero parte de mi familia. El amor a mis macotas es como ese amor que tienes a alguien que es parte de tu familia: tu sobrino, tu hermano ¡es alguien de la familia! Las quiero como eso, las protejo y siento que ellas me dan el mismo amor que yo a ellas”, explica Carolina.
Ya sea paseos en bicicleta o salidas, todas las actividades son entre los cuatro miembros de esta familia. A Carolina el título multiespecie o interespecie, para clasificar a su familia o cualquier otra le es indiferente, para ella lo importante es vivir de la forma que le gusta.
“Ese término multiespecie no lo había escuchado y pues solamente es un título, o sea, cada uno tiene a su familia como le gusta o cree y con el cariño que le tiene a las personas o a las mascotas, la verdad es que no tengo una opinión de esa forma de llamarle a la gente que tiene mascotas y las quiere como su familia”.
Sin embargo, en la Ciudad de México existe una familia reconocida ante la ley como multiespecie.
La familia de Bertha Alicia Romero y Jorge Corral es la primera que judicialmente es reconocida como integrada por dos personas y sus mascotas.
Romero y su esposo tramitaron un amparo que derivó en la resolución del Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México, emitida en marzo de este año, la cual dictaminó que las mascotas o animales de compañía pueden ser parte de una familia.
Si bien este reconocimiento de la primer familia multiespecie obedece a que la pareja es propietaria de un refugio y estética canina en su casa, y al declarar a sus perros parte de la familia, podían continuar operando de esta forma, luego de una prohibición por parte del Instituto de Verificación Administrativa (INVEA).
¿Son reconocidas las familias multiespecie?
Las leyes de la Ciudad de México tiene ciertos reconocimientos a las mascotas, como lo plasmado en la Constitución Política de la Ciudad de México que en su artículo décimo tercero establece los principios de protección a los animales.
“1. Esta Constitución reconoce a los animales como seres sintientes y, por lo tanto, deben recibir trato digno. En la Ciudad de México toda persona tiene un deber ético y obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales; éstos, por su naturaleza son sujetos de consideración moral. Su tutela es de responsabilidad común.”, señala la máxima ley de la Ciudad de México en el artículo 13, apartado B.
Sin embargo, a pesar del reconocimiento al los animales de compañía y la primer familia multiespecie legalmente constituida, en la Ciudad de México no hay una regulación de este tipo de núcleos familiares.
Una propuesta al respeto es la del diputado Nazario Norberto Sánchez, quien busca que en la Constitución de la Ciudad de México se reconozca a estas familias.
“La idea es fomentar la responsabilidad en los hogares para esas personas y que esta responsabilidad sea compartida entre las autoridades y la ciudadanía”.
El legislador confía en que si esta propuesta se aprueba, el marco normativo de dicha modificación regulará derechos de animales y obligaciones de personas, al reconocer a las familia multi e interespecie.
Norberto Sánchez asegura que de aprobarse su propuesta, sería de las primeras personas en constituir ante la ley su familia, con su perro Ramsés.
Para Diana, el constituir su familia como multiespecie o interespecie ante la ley no es algo que haya pensado, pero de haber una modificación a la leyes, lo haría. “No lo he considerado, si en algún momento me dijeran ‘existe la posibilidad’ no tendría algún inconveniente en hacerlo”, asegura la madre de Talena y propietaria de Jagger.
Según datos del artículo ‘Familias y Diversidad’ de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, estudios señalan dos tendencias en el proceso de incorporación de las mascotas en el núcleo familiar:
- Son las personas las que buscan activamente mantener una relación con la mascota, inclusive realizando esfuerzos emocionales y financieros para mantenerlas.
- La adecuación que logran las macotas hacia las expectativas humanas.
¿Esta llamada adecuación de una mascota en una familia multiespecie podría considerarse la de sustituir a un hijo en el seno familiar? El psicólogo egresado de la UNAM, César Sánchez explica el tema de quienes no están interesados en tener una familia con hijos.
“Muchas personas pueden decir que no quieren tener un hijo por el sufrimiento que puede tener en esta vida, y es un pensamiento que puede ser alarmante pero es respetable, el hecho de que muchas parejas no desean tener familia pero consciente o inconscientemente canalizan este amor por medio de su mascota”, explica el psicólogo.
“Podría ser un dilema moral, porque para muchas personas podría ser algo negativo, sería lo ideal tener familia, para otras personas no, ellas no quieren estar en esa situación y canalizar su amor por medio de una mascota”.
Datos del INEGI revelan que los nacimientos en México pasaron de 2.4 millones en el año 2012 a 1.9 millones en 2021, lo cual revela un descenso de un 21% en la cifra.
El estudio de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM señala que desde 2012, México es parte de una tendencia mundial que incorpora a las mascotas en las familias. Y el 17 por ciento de estos hogares se encuentra en la Ciudad de México.
En el caso de Carolina no está interesada en concebir hijos, la vida con sus dos perritas y su pareja es suficiente; caso contrario al de Diana, que ya conforma su hogar con su hija y un perrito.
Los anteriores testimonios y experiencias son una muestra de las particularidades que las familias interespecie pueden presentar, sin duda un tema que va cobrando espacios en los familias, legal y político.
El psicólogo César Sánchez, considera que estos casos forman parte de la diversidad de cualquier sociedad.
“Una de las cosas importantes es estar pendientes de esta situaciones que ocurren y antes de hacer algún tipo de opinión, observar, observar la situación para que no caigamos, incluso, en un tema de discriminación, porque podríamos decir un juicio de valor que puede lastimar a la persona”, explica el experto en salud mental.