León.- Cuando hablamos del “Padre de la Patria”, Miguel Hidalgo y Costilla, lo primero que nos llega a la memoria en una imagen oficial, que, de acuerdo con los historiadores que han tocado este tema, no hay ningún documento que avale este hecho, aunque dentro de todas las fotos, cuadros o estatuas que se han difundido, cuando se toca el tema de la Independencia de México, la mayoría de los mexicanos son capaces de reconocer de inmediato la figura del iniciador de la lucha libertaria.
Los historiadores coinciden en que el Cura Hidalgo fue un personaje viejo, calvo, con algunas secciones de cabello blanco y largo coronando los costados de la cabeza, de nariz alargada, delgado y vestido siempre de túnica negra o sotana propia de su sacerdocio, como lo han retratado los grandes muralistas, diseñadores e ilustradores.
Hay quienes, como el escritor Luis González de Alba, la imagen de Hidalgo era la de austriaco o belga, donde añade a los rasgos físicos señalados los de: Piel morena y ojos verdes vivos, bastante cano y calvo, pasaba de los 70 años, pero vigoroso, aunque no activo y pronto en sus movimiento, y usaba un atuendo igual a los de los curas de los pueblos pequeños.
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Lo cierto es que el Cura de Dolores es una de las figuras más emblemáticas y representativas de la historia de México, y su nombre se encuentra en calles, avenidas o colonias, monumentos, pinturas y estatuas creadas o edificadas en su honor.
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Aunque todas las pinturas, esculturas y representaciones fueron realizadas en años posteriores a la terminación de la Guerra de Independencia, por lo que sólo existen registros escritos, por lo que suelen ser suelen ser interpretaciones de la figura de Hidalgo y algo retiradas de la realidad.
Los retratos de Hidalgo
El retrato que se conoce de Miguel Hidalgo de manera oficial, ha sido desmentido por varios historiadores, dando pie a distintas teorías.
Para ello hay que tomar en cuenta que Miguel Hidalgo era un sacedote menor, aunque alcanzó el grado de Cura (Párroco), por lo que su puesto no era tan importante dentro de la jerarquía del clero mexicano, por lo que no fue retratado como los líderes de la Iglesia Católica, según señaló hace varios años Jaime Olveda, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Hay que ver también que, de acuerdo a historiadores: Cuando estalló la Guerra de Independencia, una de las estrategias del ejército realista para minimizar la lucha de sus oponentes fue evitar la reproducción de la imagen de sus líderes, principalmente la de Miguel Hidalgo, la censura fue a tal grado que incluso se prohibía mencionar su nombre o hablar de él.
A partir de su excomunión y de todos los ataques de que fue objeto la persona del Cura Miguel Hidalgo y Costilla, por parte de los españoles virreinales, una serie de mecanismos se pusieron en marcha para denostar su persona. Se hizo público su juicio en 1800 por sus ideas liberales y que contradecían parte del catolicismo, y mucho antes de su captura y fusilamiento, era peligroso hablar a favor de él, peor aún, conservar alguna imagen de su persona, prohibición que duró cerca de 10 años.
Ante el triunfo de los independentistas, al terminar la guerra, se comenzaron a realizar algunos retratos de Miguel Hidalgo, quien fue asesinado en 1811. Uno de los más viejos corresponde al año de 1823, una pequeña ilustración que aparece en el Calendario Histórico y Pronóstico Político. Por el Pensador Mexicano. Para el Año Bisiesto de 1824, publicado por José Joaquín Fernández de Lizardi.
También existe el del año 1826, otra ilustración para un periódico, en este caso, el Iris. Periódico Crítico y Literario, aunque se desconocen sus fuentes. Fue realizado por el litógrafo y periodista italiano Claudio Linati de Prévost, quien también realizó otra versión del cura en 1828. Aunque se cree que la más cercana a la realidad puede ser la hecha por Antonio Serrano en 1831.
Ilustraciones en orden cronológico
Las imágenes conocidas más antiguas del Cura de Dolores son las siguientes:
1823: Luis Montes de Oca, Retrato del Muy Honorable Ciudadano Don Miguel Hidalgo y Costilla, 1823, en José Joaquín Fernández De Lizardi, Calendario Patriótico y Pronóstico Político. Por el Pensador Mexicano. Para el año bisiesto de 1824, grabado en madera, 10.7 x 8.8 cm.
1826 Retrato de Don Miguel Hidalgo y Costilla, en Claudio Linati, Fiorenzo Galli y José María Heredia El Iris. Periódico Crítico y Literario, 1826, litografía de José Gracida.
1828: Claudio Linati De Prévost, Hidalgo, 1828, en Trajes civiles, militares y religiosos de México, litografía, 21.5 x 15 cm.
1831: Antonio Serrano, Retrato del cura D. Miguel Hidalgo y Costilla, 1831, óleo sobre tela, 124 x 110 cm, Museo Nacional de Historia, México, D. F.
Como se puede ver, el rostro más familiar a nuestro concepto actual no se corresponde con las primeras imágenes, aunque lo más notorio de la figura de Hidalgo fue su calva, ya que en aquellos tiempos la calvicie era considerada como una señal de inteligencia.
La imagen oficial
La imagen de Miguel Hidalgo que conocemos todos y la que es la que se ha difundido más, fue creada por órdenes de Maximiliano de Habsburgo, pues como su gobierno no tenía legitimidad, quiso contrarrestar eso creando símbolos patrios asociados a su corona.
La pintura de Hidalgo la hizo Joaquín Ramírez, quien se vio en problemas al existir diversas versiones del rostro del Cura de Dolores pues éste no había sido retratado en vida y para ese momento, en 1865, Miguel Hidalgo tenía más de 50 años de que había muerto.
Al no haber nada que mostrara cómo era el Cura de Dolores con certeza, Joaquín Ramírez, se “inventó” la imagen de Hidalgo, al menos así lo dejó saber el escritor Guillermo Brenes en su artículo “Miguel Hidalgo a la luz del arte”.
La imagen que pintó Joaquín Ramírez es la de un hombre canoso, calvo y europeo y hasta ahora es la más aceptada de Miguel Hidalgo y el modelo de la pintura de Ramírez fue un botánico alemán, o un sacerdote francés... pero eso no se sabrá con certeza su real parecido con el Padre de la Patria.
Sólo para recordar
El nombre completo del Padre de la Patria era Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mondarte Villaseñor.
Nació en la Hacienda de San Diego Corralejo, perteneciente a la Alcaldía Mayor de León (Antes Obispado o Provincia de Michoacán) el 8 de mayo de 1753.
Fue el segundo de cuatro hijos del matrimonio formado por Cristóbal Hidalgo y Costilla, administrador de Corralejo, y Ana María Gallaga.
Fue bautizado con el nombre de Miguel Gregorio Antonio Ignacio, en la capital de Cuitzeo de los Naranjos, hoy Abasolo, Guanajuato, el 16 de mayo de 1753.
Con datos de otros historiadores, como: José Herrera Peña (El retrato de Hidalgo) y Guillermo Brenes Tencio (Los rostros de Hidalgo: Inconografía del héroe nacional, Padre de la Patria Mexicana” (Siglos XIX Y XX).