Guanajuato-. El cura Don Miguel Hidalgo y Costilla bajó por lo que hoy es un callejón empedrado y angosto en el que una manta advierte sobre la vigilancia de los vecinos a los delincuentes; el lugar es llamado La Cuesta del Tecolote, 214 años después, los guanajuatenses saben que por allí entró el ejército insurgente antes de organizar la primera batalla de la Independencia de México.
Una mujer, vecina de La Cuesta del Tecolote, señalaba los cerros por los que el padre de la patria descendió con sus huestes que se le unieron aquella madrugada del 16 de septiembre cunado realizó el grito de independencia en Dolores Hidalgo, en contra las autoridades virreinales.
Después del llamado a las armas del día 16, al cura revolucionario, conocido como hombre culto, se la aunaron más hombres y mujeres que llegaron desde San Felipe, Valle de Santiago, Celaya e Irapuato. “La llegada a Guanajuato había sido planeada” explicó José Luis Lara Valdez, profesor de historia de la Universidad de Guanajuato.
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Sobre la vieja ciudad de Guanajuato sobresale una cadena montañosa de roca grisácea, entre esos cerros, Don Miguel Hidalgo y Costilla tomó camino para tomar la capital, no sin antes haber advertido a la máxima autoridad de ese entonces el intendente Juan Antonio de Riaño y Bárcena, con la llamada carta
“Escribían a las autoridades de los ayuntamientos para pedirles la plaza, y que se sumaran, lo hicieron en San Miguel, las autoridades se negaron, solo en Celaya, las autoridades, sí se sumaron a las fuerzas de Miguel Hidalgo, el siguiente punto fue Salamanca, el siguiente punto fue Irapuato, pero no tenía ayuntamiento en ese momento”. Explicó el profesor
Hace 214 años el cura encabezó el primer ejército insurgente, criollos, indios y mineros, bajaron por lo que hoy es un callejón de viejas casonas que están catalogadas como valor histórico y placas que reconocen que allí fue parte de la ruta de independencia.
Al pie de la cuesta, un hombre con sombrero de vaquero cantaba “Soy puro mexicano” y arriba del puente del callejón de El campanero las parejas charlaban, tomaban café, y antes de subir una placa conmemora que allí empezó el principio de la toma de la Alhóndiga de Granaditas el 28 de septiembre de 1810.