León, Guanajuato.— Antes de convertirse en el centro de una investigación, el changuito hallado muerto en el Zoológico de León formaba parte de una de las zonas más queridas por los visitantes: la Isla de los Monos, un pequeño paraíso rodeado de agua donde cada día transcurría entre saltos, juegos, baños de sol y largas sesiones de convivencia.
La isla es, desde hace años, uno de los recintos más bonitos del zoológico. Es un espacio verde, lleno de estructuras aéreas, troncos, plataformas, cuerdas, casas de árbol y pequeños refugios elevados. Todo está construido para imitar una selva suspendida sobre el estanque. Ahí, los changuitos viven en comunidad: comparten alimento, se revisan el pelaje, se quitan piojitos con una paciencia casi ceremonial y se cuelgan de las cuerdas mientras los patos cruzan el agua alrededor de ellos como guardianes silenciosos.
Quien se detiene a observarlos descubre una vida hecha de rituales sencillos:
Los changos se sientan largos minutos a mirarse entre sí, ojos a ojos; se detienen a estudiar a los visitantes con la misma curiosidad con que los niños los miran; toman el sol en las plataformas más altas; y, cuando llega la hora del juego, realizan piruetas que parecen coreografías naturales, saltos de rama en rama, giros imposibles y caídas acrobáticas que arrancan aplausos espontáneos.
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Ese era el mundo del changuito cuyo cuerpo apareció inesperadamente fuera de la isla, dentro de una zona de tránsito del parque. Un animal acostumbrado al movimiento, a las alturas, a convivir con su grupo y a pasar las tardes columpiándose en las casitas del árbol más alto. Un animal cuya vida no sugería peligro alguno.
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Cómo murió un changuito que vivía en un paraíso seguro
El hallazgo tomó por sorpresa a trabajadores y visitantes que, de acuerdo con reportes preliminares, vieron el cuerpo del mono aún “fresco”, sin que hubiera claridad sobre qué le ocurrió. La noticia corrió rápido porque la isla está diseñada precisamente para que los animales no puedan salir por sus propios medios: el agua funciona como un perímetro natural y las estructuras están dirigidas hacia arriba, no hacia afuera.
¿Cómo terminó un changuito lejos de su recinto?
Esa es la pregunta que nadie ha podido responder.
Las hipótesis que se mencionan entre personal y testigos van desde un accidente en lo alto de las estructuras —una caída mal calculada— hasta la posibilidad de que el animal se aventurara hacia el borde de la isla y lograra salir del perímetro. Otra línea apunta a un posible ataque por parte de otro animal una vez fuera, o incluso la intervención humana.
Ninguna teoría está confirmada.
El cuerpo habría permanecido horas antes de ser levantado, Visitantes reportaron haber visto al animal tirado en el suelo por un tiempo prolongado antes de que el personal lo retirara. Eso ha generado dudas sobre la rapidez de los protocolos y sobre cómo se monitorean áreas donde, en teoría, solo deberían circular personas.
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Mientras tanto, el Zoológico de León no ha ofrecido aún un comunicado oficial que detalle la causa de muerte ni precise si el ejemplar pertenecía a la isla o si se trata de un animal externo.
Investigación en curso
Autoridades del parque preparan un reporte interno y se espera una necropsia que determine si hubo lesiones, golpes, alguna marca que indique ataque o incluso una posible intervención humana. La revisión de cámaras internas será clave para reconstruir la ruta del animal y entender cómo salió —si es que salió por sí mismo— de un recinto históricamente seguro.
El caso ha encendido el debate público sobre los protocolos de supervisión y resguardo del zoológico, especialmente porque la Isla de los Monos es considerada uno de los entornos mejor diseñados del parque, pensado para la comodidad, el bienestar y la expresividad natural de los primates.
Un vacío en la isla
Hoy, en esa isla llena de saltos, cuerdas y miradas curiosas, falta uno.
Un changuito que, hasta hace unos días, hacía piruetas en lo alto de una casita de madera, colgaba de un tronco con una mano como si fuera cosa de nada y observaba detenidamente a los visitantes que se detenían frente al agua.
Su muerte, además de extraña, deja preguntas que solo la investigación podrá resolver.
