El síndrome de Couvade, también conocido como síndrome simpatético, es una condición en la que los hombres experimentan síntomas similares a los de sus parejas durante el embarazo. El profesor Hugo Sánchez Castillo, de la Facultad de Psicología de la UNAM, explica que esto se debe a un vínculo empático con la mujer embarazada.
Carlos Delgado, comerciante y futuro padre por tercera vez, relata su experiencia con este síndrome. Antes de enterarse de que su pareja, Fernanda, estaba embarazada, comenzó a experimentar náuseas. Al realizar las pruebas confirmaron que, efectivamente, estaba embarazada.
El profesor Sánchez señala que existen informes clínicos de hombres con inflamación, irritación, malestar, mareos y cambios de humor durante el embarazo de sus parejas. Estos síntomas, agrupados, conforman el síndrome de Couvade.
Sin embargo, el profesor aclara que no se trata de algo incapacitante ni de un problema de salud mental. En realidad, podría ser el resultado de la empatía que sienten los hombres hacia las embarazadas, o una respuesta a cómo se vive la paternidad en la actualidad.
Carlos recuerda que hace 12 años, cuando tuvieron a su primera hija, también experimentó síntomas similares. Incluso tenía antojos y, durante una reunión familiar, se dieron cuenta de que era él quien comía de más, ya que Fernanda no presentaba síntomas.
¿Qué es el Síndrome de Couvade?
El síndrome de Couvade ha sido reportado en muchas culturas desde tiempos ancestrales. Se mencionan relatos de la antigua Persia en los que se habla de hombres que experimentaban dolores de parto al presenciar el nacimiento de sus hijos. En algún momento, a esta condición se le llamó embarazo psicológico.
Algunos argumentan que este fenómeno se debe a un temor del hombre hacia el feto y al miedo de perder el amor de su pareja. Sin embargo, el profesor Sánchez sostiene que es más probable que esté relacionado con la forma en que se viven las paternidades en la actualidad.
Durante el embarazo, las mujeres experimentan cambios fisiológicos y hormonales para fortalecer su vínculo con el bebé. En ese sentido, el profesor plantea que si los hombres viven de cerca el embarazo y todo lo que la madre experimenta, es posible que también experimenten síntomas debido a las liberaciones hormonales, las fluctuaciones en los neurotransmisores y la formación de lazos empáticos.
Mitos y certezas
Aunque existen estudios que reportan este síndrome en hombres con antecedentes psiquiátricos, como depresión, ansiedad, trastorno bipolar u obsesivo-compulsivo, no hay investigaciones serias sobre la liberación de cambios hormonales o el efecto en el apego del padre hacia el bebé una vez que nace.
También se argumenta que la saliva de la mujer afecta al hombre y que besar a una embarazada genera los mismos síntomas. Sin embargo, las liberaciones hormonales no son suficientes para producir ese efecto.
El contexto social influye en la aparición de los síntomas. El profesor Sánchez destaca la importancia de cómo los hombres se involucran en los embarazos de sus parejas en la actualidad. Por tanto, el síndrome de Couvade puede ser cada vez más frecuente y, en su opinión, esto es positivo, ya que demuestra empatía.
La empatía con la mujer
Asumir la parentalidad desde el embarazo lleva a los hombres a ser más responsables y a reconocer los problemas de salud mental que las mujeres pueden enfrentar durante este proceso.
El profesor Sánchez subraya que es importante no considerar el síndrome como algo negativo. ¿Por qué la empatía hacia nuestra pareja debería considerarse un problema de salud masculino?
Carlos considera fundamental acompañar de cerca a Fernanda durante el embarazo y cree que los hombres también deben informarse y apoyar a sus parejas, ya que ellas cargan con los cambios físicos y hormonales. Acompañar a la mujer al médico, prestar atención a las explicaciones e indicaciones, y escuchar sus necesidades, le ha permitido tener una experiencia de embarazo más empática.
El síndrome de Couvade es una condición en la que los hombres experimentan síntomas similares a los de sus parejas durante el embarazo. Aunque no se considera un problema de salud mental, puede ser resultado de un vínculo empático con la mujer embarazada y de la forma en que se vive la paternidad en la actualidad.
Asumir la parentalidad desde el embarazo implica ser más responsables y reconocer los problemas de salud mental que pueden surgir durante este proceso. Es importante no ver el síndrome como algo negativo, sino como una muestra de empatía y apoyo hacia la pareja.