XALAPA, VER.- La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México comenzó en 1573, poco después de la conquista española de Tenochtitlán. Pasaron más de 200 años para que se presentara un proyecto para concluir los campanarios de las torres, el cual estuvo a cargo del arquitecto veracruzano José Damián Ortiz de Castro.
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Nació en San Jerónimo, Coatepec el 1 de octubre de 1750 y falleció el 6 de mayo de 1793 en Tacubaya, de acuerdo a Xalapa Antiguo, grupo de historiadores especialistas de la capital y sus alrededores.
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En 1786 fue elegido el proyecto de Ortiz de Castro para la edificación de los campanarios de la Catedral de la Ciudad de México, lo que le valió para recobir el título de tasador y maestro mayor de la Catedral, "acontecimiento que marcó su fama posteriormente, ya que no constituía una tarea de importancia finalizar el proyecto catedralicio que ya tenía más de doscientos años desde su inicio", dice Xalapa Antiguo.
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Previo a este proyecto también estuvo a cargo del diseño de la ampliación de la Casa de Moneda en 1772. Se suma su proyecto para la reedificación de la catedral de Tulancingo, Hidalgo, con el cual obtuvo su título de académico mérito en 1788 tras presentarlo a la Real Academia de San Carlos.
Su propuesta para el templo en Tulancingo fue la única que fue ejecutada y dirigió la obra la obra en sus inicios antes de morir en 1793. Su trayectoria es respaldada por el texto público del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) "El legado de un arquitecto del siglo XVIII: inventario post mortem de los bienes materiales de José Damián Ortiz de Castro, académico de mérito y maestro mayor de la Ciudad de México", escrito por Leopoldo Rodríguez Morales.
"...fue uno de los mejores arquitectos de su época. Realizó infinidad de obras, tanto públicas como privadas, en la capital de la Nueva España; como una de sus principales fábricas podemos mencionar la conclusión de las torres de la Catedral metropolitana, por lo cual recibió el nombramiento de maestro mayor de dichas obras", dice el texto.
Incursión de Damián Ortiz en la construcción
Leopoldo Rodríguez Morales narra que Damián Ortiz perteneció a una familia dedicada a la construcción. Su padre José Martín, era agrimensor y en 1790 le otorgaron el título de académico supernumerario; "él fue quien los introdujo en el oficio de la albañilería".
Los dos hermanos de José Damián -Francisco y Pedro Ortiz de Castro- también realizaron obras arquitectónicas; el primero se examinó de agrimensor en 1789 y obtuvo el título de académico supernumerario en 1793, pero nunca el de académico de mérito.
Pedro hizo "varias obras importantes, aunque no llegó a destacar como sus hermanos", dice el texto oficial.
"La formación de esta familia ocurrió a la manera gremial; antes de la fundación de la Academia ya eran agrimensores y constructores de cierto prestigio. Acudieron a la Academia y obtuvieron títulos (el padre y dos de sus hijos, como anotamos); se inscribieron en los cursos de matemáticas que proporcionaba el ingeniero Miguel Constanzó".
fm
