LEYENDAS

Cueva del diablo: Leyenda de cerro en Orizaba

La leyenda de la Cueva del Diablo en el Cerro del Borrego es una de las que más intrigan entre habitantes y turistas del municipio de Orizaba

Cueva del diablo: Leyenda del Cerro del Borrego en Orizaba.
Escrito en VERACRUZ el

ORIZABA, VER. – El municipio de Orizaba, ubicado en la zona de las Altas Montañas de Veracruz, es un lugar lleno de leyendas e historias que envuelven al lugar en misterio e intriga, no sólo de parte de los turistas, sino también de los habitantes de la zona que buscan conocer más sobre el lugar. Uno de los lugares más reconocidos es el Cerro del Borrego, en donde se cree que hay una cueva habitada por el diablo.

Incluso, en un vídeo de Enfrascados Podcast, se relató la leyenda de la Cueva del Diablo en el Cerro del Borrego de Orizaba. La historia cuenta que para ingresar a esa cueva, se necesita descender una pendiente que lleva a los exploradores hasta un cofre con dinero, pero que, para poder llevarse el cofre, las personas necesitan regresar caminando de espaldas.

Al acercarse a la salida de la cueva, el peso del cofre aumenta, lo que hace más difícil la actividad de caminar de espaldas, a lo que, según la leyenda, personas han optado por caminar de frente para facilitar la salida de la cueva con el cofre en brazos, pero, lo que no sabían es que en caso de romper la regla de salir de espaldas, quedarían atrapados para siempre en el lugar.

“Comenta la leyenda que al final de esa cueva encuentras un cofre con dinero, pero que no te puedes regresar normal, te tienes que regresar de espaldas. Es algo parecido como el folklor de la leyenda de la sirena de Ojo de Agua”, comentaron en Enfrascados Podcast.

La leyenda de la sirena de Ojo de Agua, cuenta que un día, a un hombre se le apareció una sirena y le pidió que la llevara a la iglesia más cercana con la condición de no voltearla a ver. De cumplir la encomienda, la sirena lo recompensaría con tesoros. El hombre aceptó pues no se le hacía una tarea difícil, pero al acercarse al lugar, el peso de la sirena iba en aumento y comenzó a hacer paradas, hasta un momento en el que, tan cansado, volteó a ver a la sirena y se encontró con una gran serpiente.

"Mientras más vas llegando a la salida de la cueva, el cofre ya no lo puedes cargar y te ves en la necesidad de caminar normal. El problema y la consecuencia de meterte a es acuevas es que si tú volteas y llevas el cofre en mano, la cueva se cierra y ahí te quedas", finalizaron en el podcast.

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