Al escuchar la palabra satanismo, la mayoría de las personas se asusta e inmediatamente piensa en rituales sangrientos, sacrificios y maldad, pero, ¿Es esto correcto? De acuerdo con los preceptos de esta llamada religión, el satanismo verdadero está alejado de estos conceptos.
El satanismo moderno, conocido también como Satanismo LaVeyano-por el nombre de su fundador- se compone de una serie de ideologías y filosofías de tendencia individualista, con bases en el materialismo y con un arraigo hacia la naturaleza física y emocional del humano.
En forma resumida, el satanismo verdadero podría verse como una religión en donde el único dios a adorar es la persona misma que los practica, sin gastar tiempo y energía en una fe externa a dioses ni ídolos.
HISTORIA
Durante milenios, el ser humano ha depositado su fe en diferentes figuras, siendo los diversos dioses de la antigüedad, pasando por los profetas de cada religión global como Jesús, Mahoma o Buda, hasta algunos cultos actuales donde adoran a celebridades o empresarios.
Sin embargo, al imponerse la religión católica en el mundo, muchas de las antiguas deidades fueron catalogadas como paganas e incluso diabólicas, generando persecución y rechazo a todo lo que se salía de la doctrina cristiana.
Por su parte, desde siglos atrás, algunas de las personas que se oponían al control de la iglesia católica, fueron señaladas por las autoridades eclesiásticas como “adoradores” del diablo y satanistas.
Sin embargo, en su mayoría solo eran personas librepensadoras fuera del dogma religioso.
Fue hasta el siglo XX, cuando algunos pensadores decidieron darle forma al satanismo moderno, el cual se aleja en su mayoría de las ideas preconcebidas de esta ideología y en su mayoría es una filosofía atea.
MANDAMIENTOS SATÁNICOS
Fue en 1966 cuando el escritor, músico y ocultista, Anton Szandor LaVey fundó la Iglesia de Satán, en Estados Unidos, y fue también cuando publicó el primer libro que describía los fundamentos de esta ideología: La Biblia Satánica.
En esta se resumen los 11 mandamientos satánicos, escritos de esta forma en similitud a los 10 mandamientos cristianos, sin embargo, en vez de ser reglas y limitaciones como los de la iglesia católica, el satanismo maneja recomendaciones para una vida más terrenal.
- No des tu opinión o consejo a menos que te sea pedido.
- No cuentes tus problemas a otros a menos que estés seguro de que quieran oírlos.
- Cuando estés en el hábitat de otra persona, muestra respeto o mejor no vayas allá.
- Si un invitado en tu hogar te enfada, trátalo cruelmente y sin piedad.
- No hagas avances sexuales a menos que te sea dada una señal de apareamiento.
- No tomes lo que no te pertenece a menos que sea una carga para la otra persona y esté clamando por ser liberada.
- Reconoce el poder de la magia si la has empleado exitosamente para obtener algo deseado. Si niegas el poder de la magia después de haber acudido a ella con éxito, perderás todo lo conseguido.
- No te preocupes por algo que no tenga que ver contigo.
- No hieras a niños pequeños.
- No mates animales ni humanos a menos que seas atacado, o para alimento.
- Cuando estés en territorio abierto, no molestes a nadie. Si alguien te molesta, pídele que pare. Si no lo hace, destrúyelo.
Pese a la mala fama que la palabra satanismo conlleva, las recomendaciones hechas por su fundador podrían ser bien parte de una guía de autoayuda o fijarse dentro de otra filosofía más clásica como la griega.
Incluso, algunas personas viven sus vidas siguiendo algunos de estos preceptos sin saber que en ese caso, estarían llevando una vida de acuerdo con la filosofía satanista.
PERO, ¿Y LOS RITUALES?
Dentro de la filosofía satanista se llevan a cabo rituales, en especial aquellas personas afiliadas a la Iglesia oficial de Satán, sin embargo, Anton LaVey escribió que aunque una persona satanista realice rituales, estos no deben ser naturaleza mágica o mística.
LaVey propone que los rituales sean más bien una “obra” teatral, que sirva como autosugestión para dar sentido a lo que la persona requiere, una especie de meditación dramática inspirada en la magia y la brujería.
Asimismo, como lo dicen los mandamientos del satanismo, en estos rituales no se realizan sacrificios animales ni de personas, y solo los hacen personas que participan de forma consciente y voluntaria.
Asimismo, la vestimenta e iconografía del satanismo existe únicamente para asustar, ya que en vez de pelear contra la mala fama y estigma instaurado por la iglesia, los fundadores del satanismo moderno tomaron la imagen y la utilizaron a su favor como publicidad.
El mismo Anton LaVey, como burla a las críticas de los conservadores y cristianos, solía acudir a eventos o fiestas vestido con disfraces del “diablo”, comprados en tiendas de objetos para Halloween.
¿ENTONCES QUIÉN REALIZA SACRIFICIOS?
Así como tradiciones antiguas de magia como la santería, en la cual sí se realizan sacrificios de animales para los rituales, existen grupos separados del satanismo laveyano, quienes se clasifican como “adoradores del diablo”.
Los adoradores o cultistas del diablo son considerados por los satanistas como personas extremistas, incultos y cegados por la misma religión católica.
Estas personas son mal vistas por la Iglesia de Satán, ya que contrario a la filosofía LaVeyana, los adoradores sí creen en la existencia del dios judeocristiano, en la Biblia y Jesús Cristo, y se oponen activamente a la religión al hacer todo lo contrario que esta profesa.
Por su parte, los satanistas laveyanos simplemente ignoran y descartan la tradición católica pero viven sus vidas sin prestar atención, ni pelear contra la iglesia católica.
¿HAY SATANISTAS EN MI ENTORNO?
Muchas veces, personas versadas en la filosofía satanista tienden a mantenerlo en secreto, no tanto porque sean alejados a la sociedad, sino por la mala imagen y rechazo que el satanismo causa en general.
Pero es común que los satanistas modernos vivan en cualquier cuadra y cualquier colonia de cualquier país.
Muchas personas descubren el satanismo a pesar de haber sido criados e inculcados con la religión católica, pero como suele suceder, debido a la educación, los grupos sociales y el entorno social, se alejan de la fe católica y tienden al ateísmo y agnosticismo.
No todos los satanistas se visten de negro de pies a cabeza, ni cuelgan en su cuello cruces invertidas -un elemento de la religión católica que simboliza a San Pedro-, la mayoría son personas normales, con familia, mascotas y trabajo.
Algunos personajes de la cultura popular podrían considerarse como satanistas, debido a la forma en la que viven y piensan, alejados del dogma religioso y moral, aunque siendo personas “buenas” la mayor parte del tiempo, como el caso de La familia Adams y Dr. House
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