OTEAPAN, VER.- Sus edades van de los 18 a los 45 años, la mayoría son hombres, pero también hay mujeres; a todos los une un solo objetivo: proteger a sus familias y a sus paisanos de la delincuencia. Ellos advierten: “no permitiremos que los malandros hagan de las suyas”.
Estas personas conforman la nueva Guardia Comunitaria del municipio de Oteapan, ubicado al sur del estado de Veracruz, que nació hace más de cinco años, pero que, en este septiembre del 2025, sus integrantes decidieron levantarse en armas. Antes solo prevenían delitos, y ahora -armados-, aseguran que están dispuestos a enfrentar a los delincuentes y defenderse contra el cobro de piso, robos a negocios y de vehículos.
“La verdad no hubo de otra, la misma ciudadanía ha tomado esa decisión y no nada más nosotros, en los barrios vas a ver compañeros que tienen armas; es ilegal, pero sinceramente no lo vemos ilegal porque es para defendernos”, dice el representante de la guardia comunitaria, a quien llamaremos, Raúl, para proteger su identidad; un señor muy sereno que estableció reglas específicas para sumarse a este grupo cerrado, consiente de la responsabilidad que tienen.
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La mayoría de ellos viste playera y pantalón negro, para esconderse en la oscuridad de la noche, que es cuando patrullan por más tiempo las calles de Oteapan. También portan gorras, pasamontañas y máscaras para resguardar su identidad, pues todos tienen familia y deben cuidarse.
LA SILLA ROTA realizó un recorrido con uno de los tres grupos que opera como guardia comunitaria en Oteapan; casi todos traen pistolas, escopetas y rifles; aunque otros prefieren el machete o hasta un hacha.
En un campo alejado de la comunidad, colindante con el municipio de Chinameca, mostraron el uso de sus armas, disparando en una zona que habilitaron como campo de entrenamiento, en medio de la oscuridad.
Patrullajes, retenes y alertas por radio
Oteapan es un pueblo que aún se rige por usos y costumbres. En días recientes fueron golpeados por la delincuencia; sus pobladores que ahora son guardias refieren que ahora los asaltantes son más violentos y con armas han amenazado a sus paisanos.
“En una semana tuvimos cinco incidentes o delitos: el levantón, tuvimos los dos robos de motos, el detalle de robo de autos, y aquí tuvimos otros incidentes, justo en el punto donde estamos; lo peor es que nos la hicieron a plena luz del día. Sinceramente el pueblo es muy tranquilo, pero no se deja si se meten con su gente”, reitera Raúl.
Un mensaje al grupo de WhatsApp fue necesario para reagrupar a los policías comunitarios, aún no reconocido por las autoridades. Tras hacer algunas reuniones delinearon las estrategias a realizar. Más de cinco integrantes son exmilitares. Además de saber usar un arma, saben cómo actuar ante un riesgo o ilícito.
“¿Qué hacemos?, pues primero formamos un grupo de WhatsApp cerrado, fuimos muy estrictos para ingresar para evitar fuga de información o darle pitazos; de ahí decidimos realizar patrullajes a bordo de motocicletas, nos citamos a una hora en un punto y durante casi dos horas recorremos todas las calles del pueblo”, dice Raúl.
Todos traen radios para comunicarse, equipo que compraron con recursos propios, así es más fácil avisar si encuentran algún delincuente y reunirse para detenerlo. También, de forma aleatoria, instalan retenes de revisión de unidades en las entradas principales al municipio. Son cinco entradas principales, así que hay que hacerlo por ratos y sin avisar, para no alertar al delincuente.
Mujeres resguardan sus colonias con machetes
Entre los integrantes de la guardia comunitaria está la señora Aurora (así la llamaremos por seguridad también), ella dice que no tiene miedo y es de las que más aporta económicamente al grupo para sostenerlo. Desliza su machete en el pavimento, para mostrar, que tiene con que defenderse. Se siente protegida por sus paisanos.
“Esta es nuestra arma: el machete, y más que nada el valor; claro nos tenemos que defender, ellos vienen armados y nosotros también nos podemos armar”, expresa brevemente.
A ellas, por seguridad, su grupo las asigna cerca de sus viviendas, y en caso de requerir ayuda, lanzan una alerta. Ninguna tiene miedo.
No confían en autoridades; si capturan a un delincuente lo lincharán
El ayuntamiento cuenta con menos de 20 policías, distribuidos en tres patrullas, por lo que resulta insuficiente vigilar las más de diez colonias y ejidos. Aunado a ello, no hay presencia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
“Sabemos que luego no hacen bien las cosas las autoridades, los agarramos (a los delincuentes) y los sueltan a los pocos días, por eso ahora mejor nos defendemos”, dice Raúl.
Hasta el momento ninguna autoridad se ha contactado con esta nueva guardia comunitaria, que opera en diferentes horarios.
Ayuntamiento respeta decisión del pueblo y reforzará vigilancia
Por su parte el alcalde Jairo César Martínez González, dijo que respeta la decisión del pueblo, a quienes pidió no combatir la violencia con más violencia. Añadiendo que como autoridad municipal están trabajando en el reforzamiento de la seguridad con 22 elementos certificados.
“Tenemos información del día que le quitaron a una muchacha su auto y a otra persona una moto, eso trajo como consecuencia que el pueblo se organice. De nuestra parte con la policía y como autoridad se está investigando todo, buscando los medios para dar mayor seguridad al pueblo, porque hay bases como que nuestros policías están certificados para portar armas, eso quiere decir que, si podemos aportar a la seguridad”, añadió.
Dijo que esperan reunirse próximamente con este grupo de vigilancia; y hasta el momento no hay reforzamiento por parte de la federación o el estado.
En tanto, los oteapanecos armados, mandan un mensaje a los delincuentes que intenten ingresar:
“Solamente queremos encontrar a uno que se ande pasando de lanza aquí en el pueblo; para que vea que no la va a contar. el grupo de vigilancia anda al tiro para ver que no se pasen de verga”, exclaman antes de retomar sus recorridos de vigilancia.
lm