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Honorato Velázquez, “una leyenda del Carnaval de Veracruz” con 70 años ininterrumpidos de participación

A sus 90 años, Honorato Velázquez Borja sigue cumpliendo el sueño que tuvo desde niño: formar parte del Carnaval de Veracruz.

Honorato Velázquez, “una leyenda del Carnaval de Veracruz” con 70 años ininterrumpidos de participación
Honorato Velázquez, “una leyenda del Carnaval de Veracruz” con 70 años ininterrumpidos de participaciónCréditos: Especial LSR Veracruz
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VERACRUZ, VER.- Honorato Velázquez Borja soñó con estar sobre un carro alegórico del Carnaval de Veracruz desde los 7 años, cuando estos no eran más que volteos adornados con papel china que transitaban por las calles del centro. Serpentinas en lugar de dulces caían sobre quien, tras participar 71 años de forma ininterrumpida en “la fiesta más alegre del mundo”, se convirtió en una leyenda. 

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“¡El día que no aparezcas, no será un Carnaval!”, le gritan cada año durante los paseos al maestro de ballet más conocido del puerto. Con energía, se describe como un hombre pleno y feliz a sus 90 años, ya que ha recibido distinciones del ayuntamiento por su larga trayectoria

En este 2025 el Carnaval de Veracruz celebra su 101 aniversario con Adriana Fonseca como su reina, actriz que además fue alumna en su academia de ballet clásico. Con una sonrisa, explica que esta es la segunda vez que una de sus alumnas llega a la corona, ya que la primera fue Yuri, con quien casi comparte reinado

“Con este es el Carnaval número 71 que participio, entonces no quiero perder la tradición. Soy la persona más longeva participando en los carnavales y nadie, nadie me gana”, asegura el maestro Honorato

Un sueño hecho realidad

“Era la ilusión de mi vida subirme a un carro alegórico, ¿te imaginas? Un carro alegórico mío, ¿cuándo? Nada más lo soñaba yo, pero gracias a Dios lo logré”, explica sonriente. 

Cuando tenía apenas 7 años, a Honorato le sorprendía la belleza de las mujeres. Sus trajes coloridos, los detalles y su maquillaje, eran elementos que admiraba de la fiesta que apenas tenía 18 años de antigüedad.  

Recuerda que las reinas paseaban en trenes que transitaban por Allende, mientras que el Carnaval era realizado en calles del Centro Histórico como Independencia, 5 de Mayo y Zaragoza. 

“El Carnaval siempre es alegre, nunca he visto un Carnaval triste (...) yo siento que cuando alguien lo dice es porque no tienen dinero o ganas, pero jamás es feo o triste. El Carnaval es alegría, es colgorio, es incundia. Este es el mejor Carnaval, alegre y delicioso”, explica. 

No fue sino hasta 1955 cuando participó por primera vez. A los 20 años, recién egresado de la Escuela Nacional de Danza de Bellas Artes, Honorato fundó su academia de ballet y decidió promocionarla en el Carnaval de Veracruz

El recibo que confirma el pago del arrastre de su carro alegórico es el comprobante de una trayectoria iniciada hace décadas. En aquel primer Carnaval, el escenario fue diseñado por su hermano, Herminio Velázquez, quien se dedicó durante años a esa misma labor. 

En 1955, el Carnaval no tenía una temática preestablecida que guiara la decoración de los carros, por lo que Herminio pensó en un concepto árabe. Mientras que el escenario tenía hojas de árboles que construían un bosque verde, la corte real de su academia –integrada por 15 estudiantes– usaba el color blanco para la reina y el azul con dorado para las princesas. 

Aunque ese año fue un éxito, en los siguientes existieron retos. La envidia hacia su trabajo y reconocimiento, cuenta Honorato, fue un tema constante que incluso le quitó el reinado junto a Yuri en 1995, según afirma. 

Sin embargo, esto le fue recompensado en 2019 al ser Juan Carnaval, “el rey de reyes”. Fue Férez Fraga, diseñador de reinas, quien le dijo que su momento del reconocimiento a su trayectoria había llegado.  

Reputación de generaciones

Cuando Honorato pensó en abandonar el Carnaval, él ya tenía 60 años y 40 de experiencia. Con el tiempo, la edad comenzó a cobrarle factura y el desvelo y el cansancio se hicieron presentes.  

“Pensé que ya debería dejarlo, pero luego me dijeron que sin mí no era Carnaval y dije: tengo que seguir hasta donde pueda, hasta donde tenga vida (...) Dije: yo seré y seguiré siendo parte del Carnaval siempre, claro, apoyado por las autoridades”, recuerda. 

En cuanto se hizo padre, tan sólo unos años después, el maestro Honorato involucró a sus dos hijas en el Carnaval con solo dos meses de nacidas. Sin esperarlo, Chabeli –quien participó casi dos meses de nacimiento en una carreola– y Leti, también estudiaron en Bellas Artes y se convirtieron en instructoras de danzas “muy talentosas”. 

En la actualidad, ambas ayudan a Honorato a impartir sus clases de ballet en el DIF de Matamoros y Torrentes, en la zona norte de la ciudad. 

Honorato se siente parte del Carnaval no sólo por crecer en la calle Echeven, sino también porque estar encima de un carro alegórico, es lo que realmente lo hace feliz.

“Es una alegría inmensa (...) Yo me siento muy orgulloso porque el Carnaval es cultura, y tengo ya 71 años participando”, explica. 

Para este 2025, el maestro ya está listo. Mientras su hija Chabelita termina los detalles de su traje, Honorato está listo para bailar y disfrutar de la fiesta que describe como alegría pura en la que las preocupaciones quedan olvidadas. 

Antes de retirarse, dice, le gustaría repetir como Juan Carnaval, la figura histórica más importante de la fiesta. Sin embargo, insiste en que sólo dejará la fiesta cuando muera, ya que incluso en sillas de ruedas estaría dispuesto a participar

“Si yo no participará en el Carnaval me sentía muy, muy triste. Ni siquiera vería la tele, no vería nada”, sostiene. Con 90 años, recién cumplidos en mayo, el maestro Honorato es reconocido como una leyenda de la fiestas del Carnaval por el comité, quienes tras la muerte de su hermano, le han brindado sus carros alegóricos

Para este año, dice, su carro tendrá un pulpo color azul gigante en la parte de enfrente; temática que corresponde a la determinada por el comité y el ayuntamiento para este 2025.