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De la sierra poblana al puerto de Veracruz: Froylan Negrete y su negocio de nochebuenas

Desde hace 25 años, Floylan Negrete se dedica a la venta de flor de nochebuena en el puerto de Veracruz, cada temporada decembrina viaja desde Puebla para ofrecer sus productos que son parte de los hogares jarochos en las fiestas navideñas

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VERACRUZ, VER.- Cada mayo, los viveros de Tenango de Las Flores se tiñen de sembradíos de nochebuena como parte de la actividad económica de la sierra norte de Puebla. Esta planta, tan delicada al viento, al sol y producida en el municipio de Huauchinango, el único lugar de Puebla donde se cultiva, es sembrada por floricultores como Froylan Negrete, quienes ejercen el oficio como ejemplo familiar desde finales de 1990 y que la exportan a Veracruz a partir de los 2000.

Hasta ese momento, la nochebuena no existía en la localidad de Tenanango, donde el clima templado y semihúmedo es ideal para la flor rojiza, rosa o blanca que decora miles de casas en épocas decembrinas. Para productores de plantas como Froylan Negrete, un hombre de 49 años que aprendió el oficio de floricultor de sus tíos, sembrar nochebuena es una actividad que le requiere grandes cantidades de dinero y esfuerzo, pero que le da felicidad.

"Es muy bonito ver cómo crece, se ven los invernaderos de un color rojo, rojo y es algo hermoso, además de las ganancias, es muy bonito verlas crecer", dice con una sonrisa Froylan, un hombre que viste de bermuda, camisa y chanclas.

Sin embargo, él no es el único floricultor de nochebuena de su familia, puesto que poco después su hermana, su mamá y su papá se unieron a la actividad en cada uno de sus viveros en la localidad de Tenango de Las Flores, el único lugar en Puebla en el que se produce la nochebuena.

Aunque su familia cercana también produce nochebuena, él es el único que exporta la planta a Veracruz además de venderla en el mercado de flores de Huachinango, conocido por floristas y revendedores de Puebla y otros estados de México

Quienes sí viajan sí viajan a otros lugares para vender su producción en épocas decembrinas son sus primos hermanos y otros productores de la zona que, como él, viajan más de seis horas para vender sus nochebuenas y pinos en el centro del puerto de Veracruz.

De unos cuantos a actividad local

Según recuerda Froylan, en 1999 se creó un grupo de 10 floricultores de Huauchinango para sembrar por primera vez nochebuena, en la cual estaban sus tíos. Tras esta primera producción, el grupo se dispersó y Froylan decidió arriesgarse con mil nochebuenas en el año 2000, cuando el número de productores creció a 15. Para esto el hombre de entonces 24 años acudió a un curso en Cuernavaca para aprender a fumigarlas y a llevar un buen control de plagas, como el de las arañas rojas, las moscas blancas y los hongos que tintan de púrpura las flores.

En 25 años y con créditos a financieras para tratar las plagas y pagar los riegos automáticos, la producción de Froylan pasó de mil nochebuenas a 10 mil, número que reparte en el mercado de Tenango de Las Flores y la ciudad de Boca del Río. Desde el 2008, el floricultor viaja con su esposa y algunos trabajadores para vender su cosecha en el fraccionamiento de Costa de Oro y la colonia Casas Tamsa, donde nadie más se dedica a vender estas flores decembrinas.

Desde entonces, cada año Froylan posa sus nochebuenas y algunas plantas de sombra en la avenida Juan Pablo II, en Costa de Oro; en la calle Central, en Casas Tamsa; y en Soriana Las Palmas, en la ciudad de Veracruz, para vender las flores rojas, rosas y blancas en 35, 60, 80, 150 y 220 pesos según su número de pulgadas: 3, 4, 5 y 7.

Durante cada temporada, Froylan empaca sus flores en la batea de su camioneta de redilas y, junto a su esposa, se dirige a la ciudad de Boca del Río. A lo largo de más de 350 kilómetros, las nochebuenas viajan con una sábana que las protege de los cambios abruptos de temperatura.

“Hay que buscar mercado y allá no se vende todo. Hoy en día Tenango de Las Flores ya es reconocido y van muchos, muchos, muchos compradores de diferentes estados, pero antes no y por eso uno se obligó a salir”, explica. 

Floricultor de tradición

Antes de que el 70 por ciento de la población de Tenancingo de Las Flores se dedicase a la producción de nochebuenas, el trabajo constaba únicamente en la siembra de plantas de sombra, oficio que practicaba el abuelo de Froylan Negrete.

“Antes plantábamos plantas de sombra, antes era más la sabia fina, la que mis abuelos plantaban y dejaba ganancias”.

Cuando no es temporada de nochebuenas, Froylan se dedica a vender sus plantas de sombra en estados como Guanajuato, en el municipio de León. Su vivero se llama “Negrete”, y en él llegaron a trabajar su hijo y dos hijas, quienes decidieron estudiar carreras universitarias que nada tenían que ver con la agricultura, aunque sí se muestran interesados en el oficio.

Su esposa, por su parte, es una mujer graduada como profesora de historia, pero quien decidió apoyar a Froylan con el cultivo de nochebuenas y con el resto de sus plantas.

vtr