VERACRUZ, VER.- Mary Jerónimo era una mujer independiente hasta hace 4 meses. Acudía al gimnasio y daba clases en el Tecnológico Superior de Alvarado en la carrera de ingeniería industrial. Ahora, su vida se resume a guardar reposo desde que perdió su segundo dedo del pie derecho, debido a que una guarnición en mal estado del municipio de Alvarado le cayó sobre su pie.
Fueron al menos mil 80 kilogramos los que cayeron encima de sus dedos y reventaron arterias importantes, según estimó Mary, quien tiene maestría en seguridad industrial y protección ambiental. A cuatro meses del 28 de mayo, día en que ocurrió el accidente, Mary apenas puede caminar.
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Hacía días no era capaz de bañarse por sí sola. El pedazo de guarnición, de aproximadamente 6 metros de largo, 50 centímetros de alto y 15 centímetros de grosor que le cayó encima, le provocó una fractura expuesta. En junio tuvo dos cirugías. La primera fue para colocarle cuatro alambres krischner, también conocidos como tornillos, en sus tres dedos del pie para intentar unir los huesos rotos: el gordo, el segundo y el tercero.Estos salían de sus dedos por varios centímetros. El dolor, tras la cirugía, fue tan fuerte que incluso se desmayó.
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El 9 de junio, seis días después, los médicos le amputaron el segundo dedo del pie. Estaba necrosado y la muerte del tejido corporal había comenzado a extenderse hacia el dedo gordo. También perdió parte de este. Los médicos le dijeron que no volvería a tener uña.
Un cambio radical
Mary dice que ha perdido su vida, que extraña salir con su hija al parque y que está endeudada por la falta del mantenimiento en las banquetas de Alvarado. Desde finales de mayo, la mujer de 35 años ha gastado cerca de 38 mil pesos en medicamentos, curaciones y pasajes. Se siente estresada y frustrada. Hasta hacía 4 meses, tenía estabilidad económica y un emprendimiento de bolsas que cada día prosperaba.
Ahora, debido a que no puede caminar largas distancias, mantener el emprendimiento es imposible. No puede hacer entregas y todo su dinero se dirige hacia sus gastos médicos. Adaptarse no ha sido fácil, ni emocional ni económicamente. Para cuidarla, su esposo tuvo que rechazar un empleo en Guadalajara, por lo que sus ingresos son aún menores ya que sólo trabaja los fines de semana.
Durante sus 15 días hospitalizada, además de extrañar a su hija, Mary se enfrentó al desabasto médico. A pesar de ser atendida en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mary tuvo que comprar antibióticos y analgésicos.
"Como a los 5 días de que llegué al seguro, las enfermeras se quejaban porque no tenían ni jeringas", recuerda.
Mary tardó una semana en ser operada. Sus dedos, además de necrosarse, habían comenzado a momificarse. El dolor era indescriptible. Aunque pudieron salvar el dedo gordo y el tercero, el segundo tuvo que ser amputado. Mary está incapacitada al 100 por ciento, por lo que percibe de forma íntegra su sueldo como académica. Sin embargo, las curaciones que necesita cada cinco días para impedir infecciones, le requieren al menos dos mil pesos.
"¿Cómo voy a hacerle para solventar todas las curaciones que yo necesito?", se pregunta diario desde el 29 de agosto. Por ello, decidió exponer su caso en redes sociales.
Una banqueta rota
Con valor, Mary decidió exponer su pie a miles de personas en Facebook. Detalló el accidente con texto e imágenes sensibles y, gracias a eso, personas de Alvarado hicieron colectas que le ayudaron a pagar sus últimas curaciones. Cuando acudió a su primera curación en la que gastó dos mil 500 pesos, y supo que debería hacerlo cada cinco días por un tiempo indeterminado, Mary entró en pánico.
"¿Cómo voy a hacerle para solventar todas las curaciones que yo necesito? ¿Con qué voy a comer? ¿Cómo le voy a hacer para venir dentro de 5 días más a pagar esta misma cantidad? No puedo solventar esto, no puedo porque mi esposo no está trabajando", pensó.
Motivada por los médicos del IMSS y un amigo que es abogado, Mary decidió acudir a Lizzette Álvarez Vera, alcaldesa municipal de Alvarado, debido a que la guarnición que le aplastó tres de sus dedos pertenecía a una banqueta pública que estaba en mal estado desde hacía meses.
Irónicamente, recuerda que días después de su accidente, el ayuntamiento arregló por fin la guarnición de la calle Ignacio de la Llave, la que está justo frente al Oxxo. La misma que, días antes, le cayó encima de su pie derecho. Mary tenía meses que evitaba transitar por la guarnición dañada. Sin embargo, aquel 28 de mayo que se bajó del vehículo de un amigo después del trabajo a metro y medio de la banqueta, la guarnición simplemente se desplomó.
A pesar de que su primer oficio del 20 de junio no tuvo respuesta, Mary buscó personalmente a Lizzette Álvarez para exponerle su caso y pedirle ayuda económica. Con trabajo, Mary se presentó en un evento público y consiguió que Lizzette Álvarez la escuchara y que, además, se comprometiera a ayudarla.
Del ayuntamiento, Mary sólo recibió 10 mil pesos, los cuales sirvieron para cubrir tres consultas médicas y algunos fármacos. Lo demás, dice, le fue negado y, desde entonces, es constantemente ignorada.
A Mary le preocupan sus ingresos económicos porque, sin estos, su avance médico peligra. Si Mary dejase de atenderse, su dedo gordo podría infectarse y, consecuentemente, ser amputado. Por otro lado, menciona que después de la rehabilitación necesitará una prótesis para sustituir su segundo dedo del pie. En caso de no tenerla, podría deformársele el pie y afectar su forma de caminar.
"Yo no quiero tener una marcha dispareja o estar cojeando. Yo quiero tener una vida normal porque yo tengo 35 años, tengo una hija chiquita (...) la prótesis cuesta cerca de 25 mil pesos".
"No me puedo ni imaginar qué hubiera pasado si le hubiera caído a un niño en un pie", explica.
Para Mary, que el ayuntamiento se responsabilice de su caso no es una opción. Su hija es su motivación, por ello, le pide nuevamente a Lizzette Álvarez Vera que responda por el accidente provocado debido a las malas condiciones en que se encontraba la banqueta.
"Mi intención y mi objetivo es que las que las autoridades hagan cargo, que responsabilicen de de mi caso. Ya estoy mejor, me he levantado el ánimo y siento el corazón hinchado de que tanta gente se haya preocupado por mí, pero necesito justicia", explica.
De última instancia, dice, acudiría a la fiscalía de Veracruz para interponer una demanda en contra del ayuntamiento de Alvarado.
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