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El predial: impuesto difícil de pagar en Veracruz para adultos mayores como Eloísa

Los apoyo monetarios del Bienestar para adultos mayores han sido un alivio para las personas, ya que les permite pagar sus impuestos anuales, sin embargo, sigue sin ser suficiente para cubrir este y otros gastos

Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- La madrugada del viernes fue difícil para Eloísa Domínguez Hernández; la preocupación de ir a pagar el predial en la mañana y no saber cuánto le cobrarían, la hizo dar vueltas en la cama. Con 75 años, deudas pendientes y menos 2 mil 500 pesos en la bolsa por pagar la cuota anual del agua al Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento (MAS) –a la que le hicieron descuento del 50 por ciento–, la preocupación de Eloísa es palpable. 

En su casa recién adquirida son tres: su esposo de 78 años, quien no trabaja por sus múltiples complicaciones de salud; su nieto de 18 que estudia y trabaja; y ella, quien se dedica a vender abarrotes en una “pequeña” tienda en su domicilio, a realizar tamales cuando es necesario y a vender lo que pueda para aguantar hasta el siguiente bimestre de la Pensión Bienestar

“Es una casa modesta, no vaya a creer que es una gran casa”, menciona con una sonrisa tímida. Ella vive en el fraccionamiento Geovillas Los Pinos, al norte de la ciudad de Veracruz, donde tras una vida de pagar rentas, adquirió su primera y única propiedad. 

Al menos 20 años tardaron ella y su esposo –con ayuda de uno de sus 6 hijos– en juntar el dinero necesario y comprar su casa. Este 2025, por primera vez luego de poseerla durante un año, Eloísa pagó poco más de 400 pesos de predial debido al descuento del 50 por ciento que el ayuntamiento le realizó por ser una persona de la tercera edad. 

Aunque esto representa un gran impacto en su economía, puesto que ahora los deja “al límite”, hace apenas dos años Eloísa destinaba 2 mil pesos en la renta más dinero extra en las reparaciones del hogar, las cuales “nunca se acaban”. 

El predial es una obligación anual que tienen todos los poseedores de un bien inmueble en México, sin importar el uso que a este se le dé. Lo recaudado de este impuesto, de acuerdo con el ayuntamiento de Veracruz, ayuda a mantener el alumbrado público, los servicios y el orden en el municipio. 

Para Eloísa, el pago de este impuesto es un esfuerzo al que le ve sentido por tratarse de su casa; para otros adultos de la tercera edad, como Jaime, se trata de una obligación que ayuda al mantenimiento de la ciudad y de la que poco puede decir y opinar. “Es una obligación, solo puedo decir eso”, sostiene. 

En el estado de Veracruz, de acuerdo con cifras del Censo de Población y Vivienda 2020, existen alrededor de un millón 529 mil adultos mayores, de los cuales la mayoría son mujeres. De los hogares donde vive al menos una persona mayor, el 39.6 por ciento de estos son liderados por una mujer de la tercera edad, como es el caso de Eloísa, que tendrá que malabarear con lo poco que les quedó a ella y a su esposo para vivir hasta el mes de marzo. 

El esfuerzo de adquirir una vivienda y pagar el predial a los 75 años 

De cabello corto y despintado por las canas, además de un labial rojo que muestra su buen ánimo, Eloísa explica que toda la vida ha sido comerciante, oficio con el que sacó adelante a sus hijos y pudo comprar su casa luego de, al menos, 40 años de trabajo.  

“Fue con muchos esfuerzos y necesidades más que nada, porque no alcanza para comprar una casa”, explica. Originaria del municipio de Juan Rodríguez Clara, ubicado a 3 horas con 40 minutos de la ciudad de Veracruz, Eloísa y su esposo, con ganas de sobrevivir, decidieron mudarse al puerto en busca de mejores oportunidades. 

Aquí hicieron su familia y se dedicaron a la venta de artículos de segunda mano y de comida; trabajos que, en conjunto a la venta de su propiedad en Juan Rodríguez Clara, a diversas tandas, a préstamos de Compartamos, de ahorros y la ayuda de su hijo, les permitieron adquirir su vivienda en Veracruz. 

Sin embargo, la tranquilidad de ya no pagar 2 mil pesos mensuales de renta, vino acompañada de una nueva preocupación: el pago del predial, impuesto que rebasa su presupuesto bimestral de 12 mil pesos. 

“Yo no sabía (cómo lo iba a pagar), yo decía ‘ay, cómo le voy a hacer’, pero gracias a Dios sí pude venir a pagarlo, pero sí me sentí... Anoche decía ‘ay, yo no sé cuánto me van a cobrar, ¿cómo le voy a hacer?... Ahorita pues con el apoyo del Banco Bienestar que nos dieron pagué mi agua y pagué mi predial”, narra. 

La vejez en México 

De no haber sido por el cobro de la Pensión Bienestar, Eloísa explica que no habría podido pagar los impuestos y servicios que le corresponden, así como tampoco podría pagar los medicamentos que su esposo necesita para la diabetes, hipertensión y sus riñones, puesto que no tienen seguro médico y debe atenderse en Farmacias del Ahorro. 

De tan solo imaginar su vida sin recibir este apoyo del gobierno, que ahora es un derecho constitucional para todos los adultos mayores, a Eloísa se le borra la sonrisa del rostro.  “Yo creo que muchos (adultos) moriríamos. Muchos de solo pensar que ya no te van a dar nada y que cómo le vas a hacer, pues... El anciano piensa mucho, siempre está pensando hasta para comer mañana, ¿qué vamos a comer mañana si no tengo nada?”. 

“Yo siempre procuro trabajar para tener algo, pero hay personas que no pueden. Se les hace más difícil, están más grande de edad...”, explica. Con 75 años, Eloísa explica que piensa trabajar “hasta que aguante”, que cree no será por mucho tiempo más, ya que está cansada y comienza a experimentar dolores en la espalda. 

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De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de la Población, el 49.9 por ciento de la población adulta de la tercera edad recibe transferencias monetarias de programas de gobierno, mientras que el 27.4 por ciento recibe transferencias de su jubilación o pensión, el 11 por ciento de otro hogar y el 4.7 por ciento de otro país. 

Para Eloísa y su esposo, el ingreso proviene también de forma ocasional de su nieto e hijos, quienes les apoyan cuando pueden. Sin embargo, el principal es propiciado por el gobierno de México, con quienes se siente profundamente agradecida. 

“Yo estoy muy agradecida con el presidente (López Obrador) y con la presidenta Claudia Sheinbaum porque se ha preocupado mucho por nosotros, porque antes no veíamos claro, era una pesadilla (...) Somos muchos a los que nos dan, pero ojalá nos pudieran dar más, si pudieran ojalá que nos subieran a unos 8 (mil)”, explica. Con esta cantidad, cuenta, podría vivir “un poquito mejor”.

mb