ESPECIALES LSR

En esta casa de Boca del Río Fidel Castro y El Che Guevara planearon la Revolución Cubana

Fidel Castro, junto al Che Guevara y un grupo de revolucionarios, vivieron en el centro de Boca del Río mientras se preparaban para iniciar la Revolución Cubana

Te contamos donde vivió junto al Che Guevara
Fidel Castro se exilió en Boca del Río.Te contamos donde vivió junto al Che GuevaraCréditos: Mara López
Escrito en VERACRUZ el

BOCA DEL RÍO, VER. - En el centro de Boca del Río se encuentra Toritos La Chata, la primera cantina desde 1925 del entonces pueblo de pesqueros. Este negocio que le perteneció a la familia materna de Lorenzo Montalvo –actual dueño– guarda una relación particular con los caudillos de la Revolución Cubana: Fidel Castro y El Che Guevara

De manera conjunta, vecinos de la avenida Revolución todavía recuerdan cuando un día de 1956, un grupo de hombres de tez blanca y tez negra, con un acento muy particular y nada parecido al costeño, llegaron a vivir a la casa ubicada a lado de la entonces tienda de raya-cantina “El centro Boqueño”

Sin embargo, antes de hablar de Rosa María Iglesias, de su interacción con los grandes revolucionarios y del papel tan particular que tuvo Veracruz en la vida de estos personajes, debemos conocer un poco de contexto histórico

México y Cuba: interacciones desde el Imperio Español 

La relación entre Cuba y México data desde que eran colonias del Imperio Español, en donde “vivieron una intensa interdependencia que incluía política, defensa, comercio exterior y asuntos regionales”. Incluso, los grupos que lucharon por la independencia de cada país mantenían canales de apoyo mutuo, esto según la Memoria Documental Relanzamiento de la relación México - Cuba, lanzada por la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Cuando Cuba se volvió una nación independiente en 1902, ambos países establecieron relaciones diplomáticas que mantienen hasta hoy de forma ininterrumpida. Posteriormente, en la década de 1950, México se convirtió en un lugar para refugiados y exiliados políticos, especialmente para los cubanos, lo que concluyó con la llegada de Fidel Castro a Veracruz

La llegada de Fidel Castro a Veracruz 

Tras casi dos años encarcelado por el intento fallido de tomar el Cuartel Moncada en 1953, Fidel Castro fue liberado por una amnistía, por lo que se exilió en México en 1955 a sus 29 años, donde conoció al argentino Ernesto "Che" Guevara

Durante su estadía en Boca del Río -cuando este aún era un pueblo pesquero- este par de revolucionarios vivieron durante 1956 en el ahora ex restaurante El Kochancle, ubicada en el centro de la ahora ciudad, justo al lado de la cantina Toritos La Chata, negocio de Lorenzo Montalvo, hijo de Rosa María Iglesias. 

La propiedad donde se encontraba el Kochancle, donde se podía escuchar música cubana en vivo, ahora le pertenece a un boqueño, amigo de Lorenzo Montalvo, quien lo renta para usos similares. 

Rosa María Iglesias era una muchacha de entonces 20 años, quien se encargaba de llevarles a Fidel Castro, a El Che Guevara y a los otros casi 40 “muchachos” que los acompañaban, la comida que su mamá preparaba. “Para mí la cosa que más me llamaba la atención de aquel grupo... eh... eran los muchachos tan guapos”, le admitió a Pino Cacucci –escritor italiano– para su libro El Polvo de México, publicado en 1992. 

A 20 años del fallecimiento de Rosa Isela Iglesias, su hijo Lorenzo Montalvo, con una gran sonrisa, es quien ahora cuenta la historia de la estadía de Fidel Castro y El Che Guevara en Boca del Río. 

“Todo mundo vio que venían personas a esta casa... personas que no eran normalmente de la zona, sobre todo por su hablar, el acento cubano es muy diferente al acento costeño, sin embargo, mi mamá decía que eran unas personas amables. Unos güeros, unos morenos, unos más negros que otros”, explica Lorenzo. 

Además, cuenta que su mamá comenzó a notar en ellos actitudes que no eran “normales”, por lo que un día, al preguntarles qué hacían, ellos le respondieron: “mira, morenita, no te podemos decir quiénes somos, pero la historia te lo va a decir”. Parte de esa historia está plasmada en el libro de Pino Cacucci: 

“Claro, eran raros, y no sólo porque pasaban noches enteras escribiendo en aquellas ruidosísimas máquinas: por ejemplo, habían corrido la voz de que en la casa había fantasmas, y bastaba para mantener alejados a los curiosos. Una vez me atreví a pedirle explicaciones a uno de ellos sin más, solo para saber quiénes eran y a qué se dedicaban... me miró muy serio, y dijo: ‘eres una linda chica, pero debes seguir sin hacer preguntas y callarte lo que ves. Un día, espero muy pronto, entenderás por qué’”. 

“(...) Me acuerdo que tenían de mascota un (oso) hormiguero que un día se enfermó y no hubo modo de curarlo. Le hicieron una tumba como si fuera un cristiano, y hasta flores le pusieron. De veras que eran raros...”, le contó Rosa María a Pino Cacucci. 

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

De Veracruz a Cuba 

De acuerdo con el relato de Lorenzo Montalvo, Fidel Castro y El Che Guevara tuvieron dos casas: “una por la colonia Zaragoza que nunca identificaron y esta (donde era el restaurante Konchancle) donde hicieron raíces de amistad con la gente del pueblo”, y asegura, eran perseguidos por el gobierno de Estados Unidos, por lo que huyeron a Tuxpan. 

A donde llegaron, fue a la casa de huéspedes de Lina Pérez de Garizurieta y su segundo esposo. Esa casa, de acuerdo con Marcela Briz Garizurieta –nieta de Lina–en su capítulo del libro Fidel en el imaginario mexicano, “generalmente recibía a personas que llegaban al puerto a trabajar por algún tiempo”, lugar de donde zarparon en el Gamma rumbo a Cuba el 25 de noviembre de 1956. 

Y, efectivamente, al concretarse la Revolución Cubana y ser Fidel Castro presidente, Rosa María Iglesias pudo saber quiénes eran esos “muchachos” misteriosos y raros que vio durante 6 meses en el entonces pueblo pesquero. 

Al nacer Lorenzo, crecer y pasar algunos años, cuenta que Raúl Castro trató de llegar a la Torería La Chata, pero que su misión fue frustrada por intereses políticos que no le conciernen. Además, Lorenzo asegura que Fidel Castro, El Che Guevara y los demás que los acompañaron durante los 6 meses de estadía en la zona, decían que Veracruz era muy parecido a Cuba: “por su gente, por la forma de hablar, por muchas razones. Eso me platicaba mi mamá. Muchas familias boqueñas los conocieron”, explica Lorenzo.

mb