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Dejé los filtros y mi carrera comenzó a fluir: Gato Ulacia, comediante jarocho que “rompe” las redes

La Silla Rota platicó con Manuel Ulacia, mejor conocido como “Gato Ulacia”. Él se define como un standupero, creador de contenidos y confiesa que no le gusta que la gente solo lo vea como influencer

La comedia le cambió la vida, pero busca apoyar a quienes quieran entrar al mundo del stand up
Gato Ulacia cuenta su historia.La comedia le cambió la vida, pero busca apoyar a quienes quieran entrar al mundo del stand upCréditos: Facebook: Gato Ulacia
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VERACRUZ, VER.- Gato Ulacia, como es conocido en redes sociales, con su familia y amigos y en el mundo del stand up, es un hombre de 36 años que alterna su vida de comediante con su trabajo como empleado sindicalizado para hacer lo que más le apasiona: provocar sonrisas.

“Desde morro me gusta hacer reír, genuinamente siempre me ha gustado hacer reír (...) Desde morro me gusta contar chistes..., le entendía mucho desde chico a los chistes de Polo Polo, recuerda Manuel Ulacia, un hombre que piensa tan rápido que apenas puede seguirse el ritmo al hablar y que, debido a su memoria precisa, recuerda sus inicios y dificultades enfrentadas en la vida y la comedia.

Desde hace 15 años es empleado sindicalizado de una paraestatal y standupero desde hace 8. Su trabajo le permite tener "la gotita de cada 14 días" que no es otra cosa que un ingreso seguro. Motivado a más que un trabajo de 7 a 3, es que emprende lo que más le apasiona: hacer comedia en bares y en redes sociales, donde acumula casi 300 mil seguidores entre sus cuentas de Facebook, Instagram y TikTok.

A pesar de considerarse una persona introvertida, desde finales del 2023, a Manuel le ha tocado normalizar la situación de tomarse fotos en la calle con personas que no conoce. “Al final es una recompensa del trabajo”, dice. 

Desde su aparición en el Carnaval de Veracruz del 2024 por parte de La Mejor FM y el antro Factoría, es que pensó: “creo que sí estoy muy reconocido en el Puerto, y qué chido, mi trabajo está siendo valorado, está siendo bien recibido”, dice aún sorprendido de lo que ha logrado: posicionarse como uno de los comediantes más populares en Veracruz. 

“Gato”, una máscara para atreverse a hacer

“Manuel puede ser Manuel sin la necesidad de un personaje, pero desde chico, para poder ser extrovertido, recurrí a ser Gato (su alter ego)”. Explica que, gracias a ese alter ego comenzó a interpretar con facilidad sus personajes de El Camaleón, El Piti y El Ramiro para sus vídeos y sketches. 

Con una sonrisa, cuenta que cada vez que los niños le piden una foto, les pregunta si entienden el chiste de sus vídeos. Ellos responden que sí. “A mí me da mucha alegría (...) okey, a lo mejor es grosero, no grosero, hay de todo, pero ¡el niño entiende el chiste! ¿Me explico? No el vídeo, el chiste. Sabe por qué le da risa, y justo eso me pasaba de morro con los chistes de Polo Polo”.

Recuerda que él replicaba estos chistes y luego les agregaba su toque personal “por el simple hecho del amor de contar chistes”. Durante la secundaria y la preparatoria comenzó a ser criticado por querer llamar la atención, además de recibir comentarios sobre que “eso no le daría de comer”.

“No, aguanta, –dice– por supuesto que esto puede darse, al final, la artisteada es algo que te debe gustar, a lo que le debes meter amor”. Al llegar a la universidad, recuerda que había un maestro que le quitaba faltas o le ayudaba con tareas si contaba un chiste que lo hiciera reír a él y a los compañeros de clase.

Y aunque tal vez pararse frente a un público parezca incoherente con lo que sería una persona introvertida, a Manuel le funciona. “Teniendo un público no hay como pavor, a la gente sí le tengo, pero ante al público no, y es donde entra la máscara de Gato”.

“El apodo trae algo conmigo porque nunca me lo pude quitar”, cuenta. “Gato” era el apodo de su padre, quien lo abandonó en la infancia y cuya ausencia, de alguna manera, lo llevó desde niño a encontrar en el humor un mecanismo de defensa. 

Hoy, años después, Manuel reconoce a “Gato Ulacia” como su alter ego que “le da de comer”; sin embargo, a pesar de realizar publicidad a pymes, aclara: “No soy influencer, soy comediante”.

“El influencer busca influenciarte en algo, ya sean productos o servicios, y mi propósito no es ese (...) Mi propósito en la vida, en el arte que me gusta hacer, que es la comedia, es hacerte reír”.

"De mañana soy una, de noche soy otra, diría Fiona”

Desde sus veintes, Manuel supo que debía hacer algo más que su trabajo al que mínimo le dedica 8 horas diarias desde hace 15 años. “Mi chamba sindicalizada es ‘esto’, pero yo no quiero ‘esto’ nada más. Tengo más para dar al mundo”, pensaba. 

Sin embargo, el ser comediante y mantener un trabajo de tiempo completo a la par, lo han hecho recibir comentarios demeritando su trabajo como comediante y su esfuerzo diario al mantener dos profesiones. 

"Lo que la banda o la flota no entiende es que a veces no tengo tiempo (...) A veces te voy a cancelar sin querer porque (del trabajo sindicalizado) me mandaron de viaje a tal lado y me avisaron en el mero momento", lo que, con pena, le lleva a negociar horarios y días para realizar las entrevistas o colaboraciones pactadas.

La primera vez que hizo comedia

Un día cualquiera del 2016, Manuel decidió instalar la aplicación del momento entre los jóvenes: Snapchat. Con ayuda de los filtros de la aplicación y enamorado de la comedia desde niño, Manuel grabó sus primeros videos de personajes, los cuales fueron bien recibidos por amigos y conocidos.

Al poco tiempo, nació su fan page y comenzó a hacer sketches. Cuenta que se acercó a Alejandro Lu, quien le ayudaba a manejar su página y a grabar sus videos. Después de meses de buen recibimiento, las vistas en sus videos bajaron, por lo que en diciembre del 2016 decidió tomarse un descanso.

“Parecía que lo iba a dejar, pero tenía muy claro que lo que quería hacer era stand up”, dice. Su primer acercamiento a esta forma de entretenimiento fue en el 2014, en un show de Gon Curiel y Roberto Flores; con quien, de hecho, ahora trabaja y el próximo 21 de septiembre de este año se presentan en Costa Rica y Guatemala.

Después de bajar la periodicidad de sus videos en aquel diciembre, continuó en la búsqueda de subirse a un escenario, hasta que el 5 de mayo del 2017, lo aceptaron en un café del puerto de Veracruz.

“La primera vez estuvo horrible pero genial. Estaban componiendo un clima al momento que estaba haciendo la rutina y me interrumpieron para que diera una promoción”, recuerda riendo.

Además, añade, él ingenuamente pensó que “tenía media hora de stand up, cuando esta comedia de autor requiere práctica a través de micrófonos abiertos, paciencia y disciplina”. Tiempo después, se presentó en un concurso de stand up que ganó y de donde nació “la primera camada de standuperos en Veracruz puerto”.

De seis que iniciaron ahora quedan cuatro. “Eso habla bien” dice, ya que en Veracruz no hay escena de stand up. Cuenta que en el 2018 mantuvieron un micrófono abierto en WComediaBar durante 9 meses, lugar en donde comediantes como él encontraron público, oportunidad de probar chistes y donde personas interesadas en hacer comedia, encontraron un espacio.

“El hecho de que tenga más seguidores hoy, (ha significado) que pueda ayudar al crecimiento de la escena”, explica, ya que, al atraer público, permite que más personas se acerquen a este tipo de entretenimiento para experimentar en un micrófono abierto o para disfrutar de quienes se atreven a subir.

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"Ríndete y reinvéntate": el Gato Ulacia como lo conocemos

Manuel Ulacia enfrentó en septiembre de 2023 una depresión que lo llevó a cuestionarse si estaba dispuesto a seguir en la comedia a pesar de nunca alcanzar la fama, "porque famosa Yeri MUA, famoso Messi y para famosos La Casa de los Famosos", dice el comediante, quien estuvo cerca de abandonar el stand up, la producción y la creación de sketches.

"Siempre le digo a la gente que rendirse sí es una opción, que es una opción muy viable. Primero es tu paz mental carnal, ríndete si te tienes que rendir, y reinvéntate, pero si no te vas a rendir, métele huevos, deja de estarte quejando y comienza a agradecer”.

Al cuestionarse qué haría si se le apareciese el genio de la lámpara, este viniera del futuro y le dijera: "nunca vamos a ser famosos, ¿ok? Si vamos a seguir haciendo esto, es por amor. ¿Estás seguro que vas a seguir?” Él respondió que sí y que lo continuaría haciendo por amor a la comedia; se sintió liberado.

Soltar el que muchos le robaran su trabajo y dejar de observar que a "muchos" les estuviera yendo mejor con el personaje del "malandro veracruzano" que, dice, él inventó, sintió paz. Después de eso, con la mente tranquila e ideas frescas, grabó el vídeo "Cuando ya no puedes ocultarlo" –anclado en su TikTok– después de regresar de un partido de futbol, el cual "pegó" y llegó al primer millón. Ahora ya supera las 12 millones de vistas. 

Para él fue obvio: solo tenía que regresar a los sketches, pero sin el filtro que distorsionaba su rostro. "Esa fue la magia. Mi persona de escenario, que es Gato Ulacia, conectó ahora sí perfectamente con las redes sociales. Dejé de ponerme el filtro, esa fue la clave", afirma. "'Lo que yo proyecto en el escenario lo proyecto en los vídeos y voy a jalar'", pensó.

Desde entonces, después de analizar lo que había hecho bien en aquel video subido un domingo a las 4 de la tarde, y de por un momento probar con sólo videos de futbol, el Gato Ulacia encontró su camino en las redes sociales.

"Sal a buscar lo que mereces, fuera nervios”

Desde 2017 el Gato Ulacia tiene un show completo llamado “Ponme donde hay”, el cual ha trabajado a lo largo de 7 años, donde además de la originalidad y planeación, su trayectoria en la comedia le ha enseñado “la comprensión del chiste”.

A diferencia de lo que mucha gente cree, ser “influencer”, como muchas veces se refieren a él, no es sencillo. Para Manuel, su camino en las redes sociales ha significado esfuerzo, paciencia, compromiso, trayectoria y autoexigencia, pues acumular más de 50 mil seguidores en Instagram y más de 100 mil en Facebook y Tiktok, no ha sido “suerte”.

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O tal vez sí, pero acompañada de constancia y disciplina en redes, de trabajar cada guion minuciosamente, de regrabar escenas y de, incluso, no subir videos que no alcanzan los estándares creativos del Gato Ulacia

Además de la creación de sketches y del “stand up personal”, Manuel se dedica a la producción de stand up en Veracruz: “traemos comediantes de otro lado para que se presenten acá y se le da apertura a los (comediantes) locales ¿Por qué? Porque antes no había (dónde)”.

Manuel cree firmemente que si no hay espacios o reconocimiento en el gremio, es –en parte– por el ego y “porque todos quieren pa’ ellos, y está bien, yo siempre lo he dicho: si yo hago producción y micrófonos abiertos, es por mí, para que yo tenga donde subirme a practicar, pero, si esto puede beneficiar a más gente ¡Adelante, que coman todos!".

Y para los que quisieran entrar al stand up o a la creación de videos, el Gato Ulacia les dice "hazlo, solo así sabrás lo que quieres hacer. Observa, analiza y repite". Ese es el proceso que deben enfrentar al querer ser creadores de contenido y standuperos, afirma el Gato.

“Para mí el fracaso no existe, por lo menos no en la connotación negativa. El fracaso es una herramienta de aprendizaje”, explica. Para el futuro, el Gato Ulacia planea impartir un taller en donde enseñaría sobre la creación de videos de comedia; pero, mientras tanto, el próximo 5 de septiembre dará un show de comedia en Xalapa, Veracruz.

mb