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El Buen Fin en Veracruz: una fantasía para los negocios pequeños de la Canaco 

Los comercios del centro de Veracruz se enfrentan a varias dificultades. La falta de afluencia de personas es uno de los factores que más golpearon a los negocios en el Buen Fin

No tuvo el efecto que esperaban en las ventas
No tuvo el efecto que esperaban en las ventas Créditos: Mara López
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.-  Horacio Grajales y Mónica Carmona, socios de Amour Boutique (https://www.instagram.com/amour_boutiquever/), admiten que este Buen Fin no significó una buena temporada de ventas para ellos debido a que sus ingresos, a comparación del año pasado, disminuyeron cerca de un 75 por ciento. 

Entre risas irónicas, tal vez por la impotencia de ver su tienda cada vez más vacía durante “el fin de semana más barato del año”, Horacio recuerda que apenas el noviembre pasado decenas de personas salían de Sears –establecimiento que está al frente– con pantallas en mano. Suceso que, reconoce, este Buen Fin 2024 no ocurrió. 

A pesar de que José Tomás Méndez Valerio, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO Servytur) Veracruz, dijo que la catorceava edición de el Buen Fin significaría una derrama superior al 5 por ciento a comparación del 2023, Amour Boutique no lo experimentó. 

“No está diseñado el Buen Fin para negocios pequeños, sí le dan un poquito de cobertura, pero hasta ahí. (...) A lo que yo veo, por lo menos estando aquí (frente a Sears), es que viene mucha gente y de alguna manera estando tan cerquita, en frente de ellos, pues nos voltean a ver”, dice Horacio, ya que algunos establecimientos participantes en el Buen Fin decidieron no abrir en domingo, de acuerdo con él, por la poca afluencia de gente en el centro. 

El Buen Fin para el pequeño empresario: una oportunidad para diciembre 

Desde que Horacio y Mónica se asociaron en el 2016 para crear Amour Boutique, ubicada en Canal entre Independencia y 5 de mayo, tomaron la decisión de unirse a la CANACO Servytur para recibir asesoría y formalizar su negocio. 

“Nos quisimos unir porque de alguna manera pues estar junto con otros negocios, pues no te no te hacía sentir tan solitario", dice Horacio, ya que como miembros de la CANACO Servytur tienen acceso a talleres, pláticas, comidas empresariales y banners del Buen Fin. 

Evento que, argumentan, no conocían hasta el 2017. “No sé cuándo inició el Buen Fin (...) creo que los primeros Buen Fin no hubo difusión y la gente no sabía qué era eso”, recuerda Mónica. “Se introdujo, pero la gente decía ‘ay, es como el Black Friday, pero eso es en Estados Unidos, ¿entonces qué es? o sea, no entendemos’”. 

“Creo que era mucho de nada más Walmart y Liverpool..., y (de) los pequeños negocios nadie sabía nada, entonces poníamos ofertas nada más así. No teníamos la menor idea de qué era el Buen Fin hasta que la CANACO nos apoyó y nos explicó”. 

Horacio, por ejemplo, recuerda que cuando les explicaron la dinámica del Buen Fin “se los vendieron” como una oportunidad para incrementar sus ventas, juntar dinero y comprar mercancía para diciembre, la verdadera temporada fuerte del año. 

“En función de lo que nos representa, nosotros no habíamos visto gran movimiento hasta el 2019, cuando comenzamos a manejar como tal el Buen Fin en la Boutique (...) porque efectivamente, antes de eso lo que hacíamos era: ‘ya viene diciembre’ y buscar un prestamista, una asociación que presta dinero, para poder invertir para diciembre”. 

Para ellos, el Buen Fin –hasta el año pasado– significaba también una oportunidad para sacar mercancía rezagada, bajar su precio y no “tirar a la basura” su inversión. Antes, mencionaban, solían invertir alrededor de 150 mil pesos; sin embargo, debido a las ventas bajas y a la economía del país, esa inversión se reducirá una tercera parte “si acaso”. 

De acuerdo con el Banco de México (Banxico), la inflación anual hasta el mes de octubre es del 4.76 por ciento, mientras que la inflación acumulada en el año es de 3.37 por ciento. Factores que, de acuerdo con Humberto, están directamente relacionados con las ventas. 

“Hace dos años de Buen Fin que tuvimos cuatro días, logramos una venta de 18 mil pesos. En el 2023 sí se tuvieron los tres días, pero también no fue un mal momento, más o menos vendimos 20 mil pesos, y este año, bueno, ni se diga”, exclama Horacio entre risas nerviosas, ya que este año lograron vender alrededor de 7 mil pesos.  

“Una cuarta parte de lo que vendimos el año pasado, realmente es mucho la diferencia (...) Sí siento que enfocan más que nada el Buen Fin a tiendas grandes, le dan un poquito de espacio a los negocios pequeños, pero pues realmente el Buen Fin no está diseñado para los negocios pequeños”. 

“Este año no creo que el Buen Fin nos vaya a ayudar, pero tampoco creo que nos vaya a perjudicar. No va a representar para nosotros una plataforma para ayudarnos a resurtir, pero tampoco creo que sea perjudicial”, comenta, ya que este año, interpretan, el Buen Fin les ayudó a exponer su negocio a posibles clientes. 

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Centro abandonado, parquímetros y falta de aguinaldos: razones de una mala venta 

“La idea que tenía del Buen Fin, por lo menos hace dos o tres años, es que servía para reactivar la economía, pero para eso tenía que haber dinero. Entonces, si no hay dinero, ¿cómo reactivas la economía si la gente no tiene dinero? Con esto me refiero a que tiene que haber la posibilidad de que adelanten los aguinaldos”. 

“Sin ese recurso, pues no puedes reactivar la economía. Por más que tú quieras dependes completa y exclusivamente de préstamos o de tiendas que te ofrezcan, más que descuentos, meses sin intereses, porque es la manera de comprar”, explica. 

Añade, además, que empresas como la suya no pueden ofrecer este tipo de promociones que, aparentemente, “se basan solo en endrogar a las personas” en el Buen Fin, con créditos que se completan en dos o tres años.  

“Por eso es que el Buen Fin va decayendo cada año cada vez más, porque la persona que se compró el año pasado, en el Buen Fin, una pantalla de televisión, la sigue pagando en este año, y por eso ahora ya no se compra una, porque sigue pagando la del año pasado, recalca. 

Para Mónica Carmona lo que dice su socio es solo una parte del problema, ya que ambos concuerdan en que el abandono del centro histórico, la falta de establecimientos y la colocación de parquímetros, convirtieron a la zona en un “centro fantasma”. 

“La gente que no vive cerca del centro prefiere irse a cualquier centro comercial por la comodidad, pues allá estoy en el clima, sentado, me compro comida, me compro un helado, voy al cine, tengo todo en un solo lugar; tengo todo y no tengo que estarme preocupando de ponerle al parquímetro”. 

“Yo creo que desde la pandemia no se ha podido recuperar el centro”, dice Humberto con cierta tristeza. “Gracias a Sears sobrevivimos” dice no solo refiriéndose a Amour Boutique, sino a los otros 20 establecimientos ubicados en Canal, quienes resisten a pesar de la baja afluencia, de las ventas bajas y del desinterés del gobierno.

mb