XALAPA, VER.- A dos kilómetros y medio de la laguna de El Castillo, en medio del bosque y con acceso de caminos de terracería, se ubica la localidad de Gutiérrez Barrios, perteneciente a Xalapa. Ahí una veintena de familias viven sin servicio de agua potable, drenaje, internet y transporte público.
Al menos 35 familias llegaron en búsqueda de un patrimonio y tras tres décadas ya transformaron sus casas de cartón y lámina en viviendas de material; sin embargo, sólo cuentan con servicio de energía eléctrica.
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Ciria, Francisca y María, todas madres de familia, viven en la localidad. Confirman que las necesidades son muchas, pero lo prioritario es una ruta de servicio de transporte público, pues para llegar a la zona urbana de Xalapa deben caminar cerca de tres kilómetros, que recorren en media hora, ya sea hacia la comunidad del Castillo o a la zona de la Marquesa, en Las Ánimas.
Por falta de transporte público niños han abandonado la secundaria, otros más, como Cristofer de 10 años, diagnosticado con microcefalia, dejó de recibir su terapia y desde hace un año ya no va al Centro de Atención Múltiple (CAM), pues su mamá, Francisca, no puede sufragar los gastos.
Por tres décadas las familias asentadas en la localidad Gutiérrez Barrios han recibido la visita de decenas de candidatos a cargos de elección popular, sin importar las siglas partidistas, sólo llegan a pedirles el voto, pero cuando ya están en el cargo ya no regresan o se olvidan de los compromisos contraídos.
Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reporta que hasta el 2022, un millón 539 mil veracruzanos vivían en pobreza extrema por falta de ingresos; otros tres millones 64 mil tenían carencias de espacios en sus viviendas, y dos millones 92 mil viven en rezago educativo.
Datos demográficos reportan que el mayor grado de estudios en la localidad es primero de secundaria, que en la localidad viven 154 personas y que el 10 por ciento no sabe leer ni escribir. Hay 39 viviendas y el 50 por ciento de la población mayor de 12 años ya trabaja.
Francisca necesita un trabajo desde casa para apoyar a su hijo discapacitado
Francisca Ñuñez Hernández, tiene 35 años, llegó a la comunidad de Gutiérrez Barrios desde pequeña. En la actualidad trabaja en La Marquesa limpiando casas, cobra 250 pesos al día y para ir a trabajar debe caminar media hora para llegar a su empleo y el mismo tiempo de regreso a su casa. Es madre de dos menores de edad, uno tiene 10 años y otro de 13 años.
Cristofer, su hijo de 10 años, padece microcefalia, lo que le afecta en el lenguaje y en su aprendizaje. Como parte de su enfermedad tiene varios estudios médicos pendientes, tiene problemas en el pecho y el corazón, además, de pie plano.
Debía acudir dos veces a la semana a terapia al Centro de Rehabilitación Infantil de Veracruz (Criver), pero además de caminar media hora para poder tomar el camión, debía trasbordar en el camión, por lo que se vio limitada a seguirlo llevando. Desde hace un año dejó de ir al Centro de Atención Múltiple (CAM) en la colonia Casa Blanca, donde le apoyaban con su proceso de aprendizaje.
“Para mí es difícil trabajar y llevarlo a terapia. O trabajo o lo mantengo. Me pagan 250 pesos al día, porque la señora dice que, porque llevo a mi hijo no me da (tiempo) para hacer más cosas; en otros trabajos no me aceptan al niño”, cuenta a La Silla Rota Veracruz.
Comenta que desde hace dos años le dieron una beca a Cristofer por su discapacidad, le dan dos mil 800 pesos bimestrales, “ellos vinieron aquí a levantar el censo. Tiene microcefalia y le afectó el habla, le gusta armar y desarmar y nadar, pero necesito un trabajo desde casa para llevarlo a terapia y que pueda hacer las actividades que le gustan”.
En el caso de su hijo mayor cursa la secundaria, viaja hasta el Tronconal, otra comunidad de Xalapa a 3.5 kilómetros de distancia. Ha solicitado la beca del Bienestar, pero como su Clave Única de Registro de Población (CURP) tiene un error, no le han dado el beneficio económico, debido a que el niño necesita ser registrado por su tutor.
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“El sistema no reconoce la ñ, de mi apellido Ñuñez. Incluso, ya fue a la Dirección de Becas del Bienestar, por la Plaza, y me dijeron que no se puede subir los papeles porque todo se tiene que hacer desde el teléfono; yo ya intenté y no me deja”.
En El Castillo hay una secundaria, pero dice que los maestros piden muchas cosas y les sale más caro que ir al Tronconal. Su hijo se va desde las 7:30 de la mañana y regresa cerca de las 3 y media.
Ciria, fundadora de la colonia dice que las autoridades solo van en época electoral
Ciria Yañez Mendoza, es de las fundadoras de la Gutiérrez Barrios, localidad ubicada a 5.6 kilómetros del centro de Xalapa. Es originaria de Tlacolulan; sin embargo, trabajaba en Xalapa limpiando casas cuando recibió la invitación de un “abogado” para comprar en el Ejido, una de las zonas boscosas de la ciudad.
Hace más de 36 años llegó a la localidad donde ha visto pasar a candidatos de todos los partidos políticos, que solo acuden a pedir el voto, pero no regresan a atender sus principales demandas.
La entrevistada cuenta que la localidad no tiene red de agua potable, ni drenaje, tampoco cuentan con servicio de transporte público, escuelas o internet. Solo hay un par de tiendas que les permiten comprar lo básico para comer a diario.
“Cuando llegamos aquí todo era monte, iniciamos con mis hijos que empezaron a chapear todo, limpiaron todo, primero hicimos nuestras casitas de cartón y lámina. Un licenciado nos dijo que aquí vendían terrenos”.
Ella vivía en la colonia Veracruz, donde pagaba renta, por lo que aceptaron “comprar” un terreno y con otras 35 familias fundaron la localidad, “algunos ya se salieron, no quisieron seguir”.
María tiene tres hijos, dos dejaron de estudiar porque salía caro ir a la escuela
María Hernández es madre de familia. Ella tiene tres hijos, uno de 23, otro de 18 y la menor de cinco años que cursa el tercero de Jardín de Niños. Los mayores dejaron de estudiar porque ir a la escuela les salía caro, ahora trabajan con su papá que es ayudante de albañil.
Como no hay transporte público a diario deben caminar al menos 2.9 kilómetros hacia El Castillo, trayecto que les lleva media hora, para salir a la carretera Xalapa - El Castillo y tomar el autobús que los lleva a la capital a su lugar de trabajo.
Para que su hija menor Amairani acuda al Jardín de Niños Julián Carrillo, ubicado en la calle 20 de noviembre de la comunidad El Castillo, deben salir de casa al menos a las 8:00 de la mañana “para no ir corriendo” y que la niña llegue cansada a la escuela.
La madre de familia comentó que han pedido a las autoridades una ruta de camión o que implemente el servicio de colectivo, para salir de la zona; incluso, en algún momento se ofreció que se enviaría a un maestro para enseñar a todos los niños de la localidad, pero todo quedó en promesa.
“Se ha pedido transporte, han venido las autoridades para pedir apoyo na más en la época electoral, han prometido, pero no han cumplido nada. Tenemos que ir caminando para todo, incluso, cuando está el aguacero es muy difícil, porque el camino se pone muy resbaloso; los taxis exageran al cobrar”.
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La ama de casa explica que si compra su mandado en la comunidad y pide a algún taxi que los lleve a la localidad les cobran 80 pesos, 20 pesos extras por trasladar la despensa, “la mínima es de 60”.
Para abastecerse de agua, cuenta, cada ocho días llega una pipa que envía el Ayuntamiento, ellos deben hacer rendir el líquido que acumulan en tambos o tanques. En época de estiaje les llevan cada 15 dias, por lo que los niños bajan a la Laguna o al río de El Castillo a bañarse.
“No tenemos internet, ya ve que ahora todo es en línea. Yo tenía un hijo en la secundaria, pero como no tenemos internet dejó la escuela, ahora ya trabaja de ayudante de albañil. Querían estudiar, pero no teníamos teléfono. Hemos pedido que nos apoyen y realmente no nos han escuchado”.
Comenta que, por la lejanía de la comunidad, cuando se han presentado hechos delictivos y se llama a la policía tarda en llegar. El camino que comunica hacia El Castillo no tiene alumbrado público, lo que también es un riesgo por la noche, cuando algunos vecinos regresan del trabajo.
En la administración del priista Américo Zúñiga, alcalde de Xalapa de 2014 al 2017, ofrecieron construir un puente hacia Las Ánimas y todo quedó en proyecto. En el caso de Hipólito Rodríguez Herrera y Ricardo Ahued Bardahuil, alcalde en el periodo 2018-2021, y actual administrador de la ciudad, solo fueron a pedir el voto y no regresaron.
mb