XALAPA, VER. - Un camión de volteo y una pila de escombros ocupa el lugar que por 17 años comerciantes y artesanos de la Plaza de Artesanías El Cajón usaron para vender su mercancía, antes de ser desalojados del sitio el pasado miércoles 6 de septiembre por orden de un juez.
La Plaza de Artesanías El Cajón se ubicaba en la calle Comodoro José Azueta, frente a la tercera sección del Malecón de Veracruz, el espacio era distintivo porque se encuentra rodeado por un muro lleno de grafitis alusivos al mar. Tras ser reclamado por un propietario particular, las dos entradas principales fueron tapadas con ladrillos para que nadie entre.
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A fuera de esa barda se encuentran Juan Ricardo Olivares Carrillo, María Ramos Vázquez y Enrique Becerras, artesanos y comerciante del Cajón, quienes se dicen en incertidumbre por no saber que pasará con su trabajo luego de que fueron desalojados.
El grupo desconocen si estén en los planes del ayuntamiento de Veracruz, a cargo de la alcaldesa Patricia Loberia Rodríguez, para reubicarlos en otro lugar o si tendrán que dejar el empleo que por 40 años desempeñaron.
“Yo nací aquí, me crie aquí. Mi papá comenzó (a trabajar) aquí en el malecón, en Rayón y Comodoro Azueta. Siempre hemos vendido caracoles, artesanías. Se tendían en el malecón. De ahí como nos quitaron e hicieron la escuela del Cetmar, nos pasaron frente a los artesanos. Mi papá siempre ha sido ambulante y de ahí yo seguí con esa tradición, porque gracias a Dios de eso hemos vivido”, explica María.
La mayoría de los comerciantes de la Plaza de Artesanías El Cajón son adultos mayores, quienes encontraron en este empleo una nueva forma de sobrevivir. Algunos cuentan con más de 40 años de realizar este oficio.
Dentro del lugar se vendían recuerdos como llaveros, cadenas, pulseras hechas de caracol, barcos de madera y juguetes que ellos hacían y otros que compraban de sus mismos compañeros.
Son alrededor de 100 comerciantes y artesanos los que fueron desalojados durante la mañana del 6 de septiembre. De acuerdo con la declaración que dio el director de Gobernación del ayuntamiento de Veracruz, Jorge Bobadilla, el hecho se debió a un mandato judicial emitido por un juez Segundo de Primera Instancia dentro del expediente 101/2015.
Señaló que el inmueble es particular y que el propietario reclamó por las vías legales el sitio y pese a que los artesanos quisieron dialogar con él, para que les rentara el terreno, no fue posible llegar a un acuerdo.
“A nosotros nos ordena un juez, en este caso a diversas autoridades jurisdiccionales, como lo es la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Policía Naval, Municipal a acudir a brindar a poyo a la seguridad del personal actuante del juzgado. Es un tema estrictamente judicial. En el que nosotros como ayuntamiento venimos únicamente a cumplir una instrucción que nos dio un juez”, dijo el funcionario.
Una semana sin trabajar
La artesana de 63 años, cuenta que desde que tiene uso de razón su familia se dedica al comercio. Ahora llevan una semana sin trabajar, por lo que tuvo que tomar dinero de la mercancía que planeaba comprar para la temporada del 15 de septiembre, fecha en la que logran subir sus ventas por la llegada de turistas.
Juan Ricardo se endeudó con préstamos en bancos para la mercancía que iban a comprar, alrededor de 10 mil pesos, los cuales no saben cómo los van a pagar si no tienen un espacio donde puedan ser reubicados, pese a que han intentado dialogar con la alcaldesa, para que les otorgue un espacio donde estar, siguen sin tener respuesta, aseguran.
“El ingreso que teníamos variaba, porque podíamos ganar en un día 50, 100 o 200 pesos, pero llevamos algo de comer a la casa, aunque sea arroz y frijoles. Ahorita con lo poquito que teníamos (de dinero) ahí vamos jalando para seguir adelante”, dice María.
Enrique Becerras, de 80 años, dice que el día del desalojo no tuvieron tiempo de sacar toda su mercancía, ya que no fueron avisados con anticipación. Por lo que gran parte de sus artesanías se quedaron dentro del lugar que ahora está lleno de escombros, pues el mismo día llegaron máquinas para tirar los puestos que habían construido dentro del sitio.
“Se perdió mercancía, se perdió dinero, estructuras todo. Nosotros vivimos con lo de aquí. Lo poquito que tengo fue gracias al Cajón. Sentimos mucha tristeza, porque de dónde vamos a sacar para comer. Lo único que mis compañeros y yo pedimos, es que nos den un lugarcito a donde podamos trabajar y sobrevivir”, pide Enrique.
Una historia de desalojo
Juan Ricardo Olivares Carrillo es uno de los líderes de los comerciantes de El Cajón. Él señala que llevaban 17 años en ese lugar; sin embargo, sabían que algún día tenían que salirse, por lo que el día del desalojo no opusieron resistencia, solo quieren ser reubicados, pues en más de una ocasión se han tenido que mover de lugar.
El comerciante recuerda que lo mismo les ocurrió en el año 2007, durante la administración del gobernador priista, Fidel Herrera Beltrán, (2004 al 2010) y cuando era alcalde de Veracruz el panista Julen Rementería del Puerto (2005-2007).
Anteriormente vendían sus artesanías sobre el paseo del malecón, frente a lo que es la escuela del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (Cetmar). El primer desalojo fue a finales del 2006, las autoridades de ese entonces les dijeron que se debía de quitar por un evento que iban a tener para enero de 2007 y después de prometerles que les construirían una plaza donde podrían vender sus productos, los reubicaron en el terreno donde estaban actualmente.
De acuerdo con Juan, el exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera, la sindica del ayuntamiento de Veracruz, Patricia Fernández y el dueño del inmueble, firmaron un comodato por tres meses para que pudieran ocupar el lugar. Pasado ese tiempo el comerciante asegura acudió a la administración municipal para que les fuera renovado; sin embargo, las autoridades le comentaron que podían estar indefinidamente ahí.
“Nosotros sabíamos que el Cajón no es nuestro y que el día que el dueño viniera a retirarnos, lo tendríamos que hacer. La idea de todo esto es que cuando el gobierno o el dueño de todo esto viniera a retirarnos, nos hicieran el favor de apoyarnos para poder tener un lugar donde trabajar”, explica el líder.
Los comerciantes piden dialogar con la alcaldesa, Patricia Lobeira, para que les puedan brindar un espacio donde vender sus cosas y así llevar un sustento a sus casas.
mb