VERACRUZ, VER. - “Aquí te dan el seguro social solo en casos extremos, además tienes que ganártelo para que te lo den”, dice Alejandra. La joven de 27 años es cajera en un restaurante del municipio de Boca del Río, hace casi un año ingresó a esa empresa y desde entonces trabaja sin seguridad social, sin prestaciones y en la informalidad.
Fue en octubre del 2022 que un amigo le recomendó el trabajo. Pese a que desde un inicio le comentaron que no tendría seguro social ni las otras prestaciones que establece la Ley, como utilidades o el fondo de ahorro para el retiro, aceptó la oferta debido a que tenía unos días de haberse mudado a la ciudad y necesitaba empleo para pagar la renta y su carrera universitaria.
Alejandra forma parte de las 2 millones 324 mil 34 personas que trabajan de manera informal en Veracruz, según las cifras del primer trimestre del 2023 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que realiza dl Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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La cifra mencionada representa 71 mil 109 personas más en comparación de las cifras del empleo informal registradas en diciembre del 2022. Para tener una idea, los más de 2 millones de personas ocupadas de manera informal equivalen a llenar 317 veces el estadio de beisbol “Beto Ávila”, que tiene la capacidad de 7,319 personas.
Aunque Veracruz tuvo un alza en el número de personas ocupadas de diciembre del 2022 a marzo del 2023, al pasar de 2 millones 348 mil 110 a 3 millones 395 mil 413, más de la mitad se ocuparon en la informalidad, detalla la ENOE.
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Así es trabajar en la informalidad
“Ahorita me estoy agarrando de este trabajo para pagar algunos gastos y ya que pueda sacar mi título, ya voy a buscar algo acorde en lo que estudié”, dice.
De acuerdo con la joven, de los 12 trabajadores que tiene como compañeros, solo 4 están afiliados al seguro social por parte de la empresa. Unos porque se han enfermado o accidentado y fue así como lo encargados los afiliaron. En otros casos fueron empleadas embarazadas y requerían la licencia para ausentarse.
Hace 2 semanas, Alejandra solicitó a su patrón su afiliación al IMSS, debido a que padece un problema en los ovarios y requiere la atención médica, decidió hacerlo porque a que las veces que se ha enfermado tiene que pagar todo por su cuenta y en ocasiones no le alcanza para cubrir los gastos médicos. La respuesta fue negativa.
“La primera vez que me enfermé y que requerí ir al médico fue por un problema de gastroenteritis. Me gasté en total como 700 pesos y en la otra ocasión fue por el covid, me dolían mucho los pulmones y ya fue cuando me fui a hacer estudios y me gasté 1800 pesos”, cuenta.
Alejandra gana al día, es decir, si se ausenta de su trabajo por enfermedad o alguna otra condición, no recibirá pago, es por esto que considera necesario que le otorguen este derecho.
¿Por qué aumentó el empleo informal?
El catedrático de la Universidad Veracruzana y vicepresidente del Colegio de Economistas del Estado de Veracruz, Jorge Antonio Acosta Cázares, dice que en México existen 3 clasificaciones para los empleos: el trabajo formal, informal e ilegal, este último son todas aquellas actividades que representan un peligro para la sociedad.
“La informalidad no es lo mismo que la ilegalidad. La informalidad tiene que ver con aquellas empresas que no están dadas de alta ante Hacienda, que no pagan impuestos, a ellos se les denomina empleos informales. Son varias las razones por las cuales, aunque ha aumentado el empleo, no solo en Veracruz, sino en México, se ha incrementado el empleo informal”, comentó.
El especialista señala que existe 3 razones por las que el empleo informal aumentó. La primera fue por la pandemia de la covid-19 y los efectos negativos que tuvo entre las empresas, que se vieron en la necesidad de pasarse al trabajo informal, debido a que no hubo apoyo o incentivos por parte del gobierno para condonarles impuestos.
Además de que muchos negocios tuvieron que cerrar y despedir a sus empleados, lo que provocó que las personas que se quedaron sin empleo tuvieran que buscar otra manera para sobrevivir y crear sus propios negocios de manera informal.
La segunda es un tema que tiene que ver con el régimen de confianza, con el cual el gobierno pretendía que las pequeñas empresas que estaban en la informalidad se pasaran a la formalidad, con ciertos beneficios como no pagar impuestos en el primer año o no realizar auditorías, todo para incentivarlos a que se registraran de manera formal, pero no funcionó, asegura el economista.
La última que enlista el Acosta Cázares es que en el país no existe una cultura del pago de impuestos. Esto se debe a que los empresarios y en general las personas no tiene confianza en que sus impuestos sean utilizados de manera correcta por el gobierno, lo que incrementa el empleo informal.
Un futuro incierto para las nuevas generaciones
La informalidad laboral también crea un enorme reto para la vejez de las futuras generaciones, pues Jorge Acosta indica que, al no tener un fondo de ahorro dentro de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), puede que la mayoría de los trabajadores informales tengan que seguir laborando a pesar de tener una avanzada edad.
“Si no están cotizando ante el Seguro Social no tienen a Afore, es una prestación que no les están dando. Yo estoy seguro que muchos trabajadores de la industria restaurantera, de las gasolineras y los que están en algunas empresas no tiene Afore. Estas personas en el futuro no tendrán un sistema de pensión”.
Por lo que muchos de las futuras personas de la tercera edad podrían terminar en la pobreza, pues, aunque en este sexenio el gobierno federal da apoyo a las personas adultas, no es garantía que las próximas administraciones continúen con este programa, agregó el especialista.
En el caso de Alejandra, ella no planea trabajar toda su vida en aquel lugar, espera obtener su título universitario y conseguir un mejor trabajo.
mb