VERACRUZ, VER.- El tronco de un árbol de higuera atravesado en el techo de lo que era el cuarto de Rafael de Jesús Sedano García, fue lo único que quedó luego de que el viernes 28 de abril los vientos del frente frío número 52 que se registraron en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, lo derribaron sobre su vivienda. Ese día, el atleta paralímpico veracruzano y su familia perdieron su casa.
En la calle Simón Bolívar, entre Alfa y Omega de la colonia Miguel Ángel de Quevedo, en la ciudad de Veracruz, se alcanza a ver un terreno amplio con los vestigios de los cuartos que quedaron en ruinas y una barra con azulejo blanco que era parte de la cocina. En ese lugar fue la casa de Rafael por más de 30 años, ahora solo quedan restos de su patrimonio.
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“En las primeras rachas del norte de ese día fueron los que lo derribaron, alrededor de las 10:00 de la mañana. Nosotros nos encontrábamos adentro de la vivienda. Yo salí ileso, mi tío también, quien tuvo golpes, raspones y demás fue mi mamá. Ella fue la que se quedó debajo de todo”, cuenta el atleta.
Silvia García, su madre, presume con orgullo que su hijo ha viajado por diversos países representando a Veracruz. La pandemia de covid-19 y el retiro de su beca del IVD lo alejaron del deporte, en el que sumó alrededor de 30 medallas que tenía colgadas como trofeo y que hoy quedaron sepultadas entre los escombros.
Su casa no logró resistir la caída del árbol debido a que el techó era de lámina y parte de los muros fueron construidos con madera. Rafael aún tiene gravada la imagen de su madre atrapada entre los escombros, debido a que él se encuentra en silla de ruedas no pudo ayudarla. En ese momento pensó que su mamá podía morir. Fueron los vecinos quienes los ayudaron a salir de la vivienda.
Minutos después del accidente llegó personal de Protección Civil (PC) del municipio de Veracruz y paramédicos de la Cruz Roja, quienes le brindaron los primeros auxilios, en especial a su madre que se llevó la peor parte.
“Cuando yo quise salir, ya no tenía opción. Estaba completamente encerrado y atorado, por la puerta y por todo lo que se derribó”, agrega.
El árbol, de más de 60 años de antigüedad, estaba en el patio de la casa. Su familia ya había planeado derribarlo, debido al peligro que representaba para ellos; sin embargo, las autoridades del ayuntamiento de Veracruz pusieron trabas para quitarlo, hasta que el viernes 28 de abril que no resistió las rachas de más de 100 kilómetros por hora que trajo el frente frío número 52.
Actualmente viven en un cuarto que les prestaron sus vecinos, pues no cuentan con los recursos necesarios para construir su casa o rentar un lugar.
“Los vecinos son los que nos están apoyando. Nos han apoyado con despensas, con colchas, con comida. Algunos diputados nos mandaron material para ir construyendo poco a poco la casa, porque soy el único que trabaja por el momento”, agrega.
Rafael trabaja en un cine de la ciudad de Veracruz. Hace un año consiguió ese empleo que lo ayuda a mantener a su familia, pero que no es suficiente para volver a construir su casa, donde vivió los 34 años de su vida.
Pandemia lo alejó del deporte y le retiraron beca
Rafael padece de mielomeningocele, que es el tipo más grave de espina bífida, por lo cual no puede caminar y para trasladarse requiere de una silla de ruedas. Desde que era pequeño padece de esta discapacidad, pero eso no lo detuvo para que en el año 2007 dedicara parte de su vida al deporte, donde conoció que no hay limitantes y que más personas como él podían cumplir sus sueños.
“Conocí el deporte paralímpico gracias a una reunión del DIF, de personas con discapacidad. Me invitó el compañero Alfonso Lara Díaz, él me dijo que había deportes para personas con discapacidad. Ellos estaban entrenando basquetbol y fue ahí donde asistí por primera vez, entrene con ellos uno meses y en junio fue mi primera paraolímpiada en el 2007”, recuerda Rafael.
Durante 3 años entrenó varios deportes, como lanzamiento de disco y jabalina, para después dedicarse al levantamiento de pesas en la categoría de powerlifting, donde tuvo oportunidad de viajar a lugares como Australia, Canadá y Colombia. En total participó en nueve campeonatos internacionales donde representó al estado de Veracruz y México.
Sin embargo, para el 2020 se vio obligado a abandonarlo, pues con la llegada de la pandemia de la covid-19 y la suspensión de actividades, le retiraron su beca deportiva por parte del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD).
“Desde que empezó la pandemia para acá vinieron los cambios. Ya no estuve compitiendo en ningún evento por la pandemia. Actualmente sigo alejado del deporte, esperemos que para el próximo año regrese a competir”, dice.
Alejarse del deporte fue difícil, pues dejó de entrenar por completo y su vida pasó a ser más sedentaria, pero eso no fue lo único, ya que entrenar para él significaba una parte importante de su vida y formación personal, admite.
Atletas veracruzanos se quejan por falta de apoyo
Rafael no es el único atleta paralímpico al que le fue retirado la beca por parte del IVD después de que la pandemia de la covid llegó al estado de Veracruz. El pasado 25 de abril, en la ciudad de Xalapa, varios deportistas y entrenadores se manifestaron en Plaza Lerdo debido a que desde el 2020 se quedaron sin este apoyo.
De acuerdo con la entrevista que el entrenador y presidente de la asociación estatal de Jóvenes con Parálisis Cerebral, Rubén Arrieta Ortiz, dio el día de la manifestación, no les ha llegado el apoyo de la beca, pese a que algunos de los atletas todavía siguen compitiendo a nivel nacional e internacional.
Muchos atletas veracruzanos tienen que pedir apoyo a los ciudadanos para pagar sus viajes a las competencias internacionales, como lo es el caso de la deportista veracruzana Ángeles Hernández Cruz, originaria del municipio de Tlalixcoyan y que competirá este 8 de mayo en el Campeonato Sub20 que se realizará en Colombia.
Mediante redes sociales se dio a conocer que a la atleta le faltaban 5 mil pesos para pagar los gastos de transporte y comida que requiere en su estancia en Colombia, pues le habían reducido su beca 70 por ciento desde el 2020.
En el caso de Rafael de Jesús Sedano García, no pudo seguir con su entrenamiento debido a la falta de recursos, ya que es el único que trabaja en su familia. Ahora espera poder recuperar su casa para poder recuperar el tiempo perdido y regresar a entrenar.
vtr