XALAPA, VER.- Montada en su bici-crepa, Abril viaja todos los fines de semana al menos 40 minutos, desde la zona de San Bruno hasta el Paseo de Los Lagos para instalar su puesto semifijo sin importar si hay sol o lluvia.
Desde que cumplió 16 años ha trabajado, por lo regular en empleos formales que le demandaban un horario fijo, sin embargo, en enero decidió emprender un negocio y ser su propia jefa; la idea que le ha sido redituable porque le ha permitido atender sus estudios de Enfermería y garantizar sus ingresos.
En el pasado, su horario laboral chocaba con el de su escuela, y optaba por reducir la carga de materias, aprovechando el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), que permite elegir las asignaturas de acuerdo a sus necesidades en la Universidad Veracruzana (UV).
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Según la más reciente encuesta de Ocupación y Empleo del 2023, en Veracruz la Población Económicamente Activa es de 3 millones 428 mil 792 personas, lo que corresponde al 97.4 por ciento de los que están en edad de buscar un trabajo.
En la ocupación informal, hasta el 31 de marzo del 2023, había 128 mil 443 personas; mientras que, en diciembre del 2022, el número era de 121 mil 556 mil personas trabajando en las calles. En total, 6 mil 887 personas buscaron un empleo informal o emprendieron. Abril, forma parte de esta estadística.
En enero de este 2023, Abril decidió emprender un negocio y, motivada por su familia, aprendió a hacer crepas y después de algunas semanas instaló su puesto en la zona de Los Lagos. Confiesa que no es buena en la cocina, pero preparar la mezcla de harina para venta la motiva.
La joven de 23 años explica que antes de usar su bicicleta para transportar los insumos de las crepas, trasladaba todo en un diablito, y guardaba sus materiales en una bodega cerca de los Lagos. Sin embargo, algunos de los productos requieren de refrigeración.
“Era muy difícil porque son muchas cosas y el espacio era muy pequeño. Pensamos en un remolque de moto, pero era más caro; y este lo encontramos que era para bici”.
Antes de emprender, trabajo de mesera y como despachadora en una tienda de ventas al público. En ambos lugares su horario se contraponía con sus clases en la universidad. Con el modelo virtual, por la pandemia, podía tomar las clases en su empleo, sin embargo, con el regreso a las clases presenciales las cosas se complicaron.
Abril no podía cumplir con el trabajo y acudir a la universidad al mismo tiempo. Ella requería tener un ingreso económico y fue cuando, con el apoyo de su familia, decidió autoemplearse e invirtió en su nuevo negocio de bici-crepas.
Trasladarse de su casa la zona de Los Lagos y llevar todos los insumos y utensilios que requiere para la venta la obligaron a buscar una opción de transporte, porque el ir en camión o taxi no era viable.
En un inicio utilizaba un diablito con el que caminaba desde San Bruno hasta Venustiano Carranza; como el trayecto es largo, le llevaba al menos 50 minutos caminando. Revisó algunas opciones, pensó en una motocicleta con remolque, sin embargo, el proyecto le implicaba una gran inversión.
Fue entonces que optó por una bicicleta, que es un modelo sustentable, y encontró un remolque en redes sociales que adaptó a la unidad que ya tenía, con lo que ahora logra transportar una mesa, su banco, su parrilla eléctrica, así como todos los insumos e utensilios para preparar la masa de las crepas.
“El 6 de enero instalé mi puesto. Mi novio sabía hacerlas (crepas) y me dijo que él me podía enseñar; dos semanas antes empecé a practicar, si, lo intenté mucho mucho; los primeros días todavía me fallaba un poquito”.
Comentó que su puesto es de los pocos en los que se ofrecen crepas, lo que le permite tener clientes cautivos, pues el costo en relación a los locales formales de Los Lagos es menor, logrando buenas ventas.
Los precios de sus productos van de los 35 pesos y por cada ingrediente extra se pagan cinco pesos, “por lo regular piden de 35 o 40 pesos. Hay de Nutella, Queso Philadelphia, Hershey, mermelada, Lechera, dulce de leche, dulce de frutas como pera, manzana y guayaba.
“Aquí nos ofrecieron el lugar, y para dejar la bicicleta no encontramos estacionamientos, y pues las cosas se deben refrigerar, por eso lo tenemos que llevar. Tardamos de 40 a 50 minutos de regreso”.
Además del remolque, recientemente cambiaron las llantas, a una mayor rodada, lo que le permite tener mayor velocidad.
A diferencia de un empleo formal, en el que tenia que cumplir ocho horas laborales y sábado o domingo, ahora sólo trabaja tres de los siete días de la semana, y su ganancia es de 3 mil pesos en un día bueno, o de 300 cuando la venta es baja, ese monto es mayor al salario mínimo de 207 pesos.
Para obtener el permiso en Los Lagos, explica, pagó al Ayuntamiento una tarifa fija y cada día que se instala cubre una cuota de 15 pesos a los inspectores que visitan la zona, “vengo sábado y domingo y a veces los viernes”.
Actualmente cursa el noveno semestre de la carrera de Enfermería, cuando tiene mucha tarea los viernes no vende crepas; sin embargo, con su emprendimiento ha logrado llevar más tranquilo este último semestre.
Confía que su servicio social lo podrá realizar en Xalapa, pues mantendría su emprendimiento que le deja buenas ganancias, pues todo lo que le falta para terminar su formación profesional.
mb