PIDEN JUSTICIA

Marco hacía camiones miniatura, quiso parar robo en autobús y fue asesinado

La familia de Marco, el joven que fue asesinado el domingo 9 de abril tras intentar detener un asalto mientras iba a bordo de un camión urbano en Boca del Río, Veracruz, pide justicia para que atrapen a los culpables

El joven trató de frustrar el robo a pasajeros de un camión de la ruta Las Vegas, en Boca del Río, Veracruz.
Marco intentó detener un asalto y fue asesinado..El joven trató de frustrar el robo a pasajeros de un camión de la ruta Las Vegas, en Boca del Río, Veracruz.Créditos: Inés Tabal G.
Escrito en VERACRUZ el

BOCA DEL RÍO, VER.- La sonrisa de Marco es lo primero que resalta de la foto que su familia colocó en un altar, luego de ser asesinado cuando intentó detener un asalto en un autobús del transporte público urbano. Frente a esa imagen de un joven alegre, hay un recipiente lleno de sus galletas de chocolate favoritas, que nunca se cansaba de comer, al lado fueron colocadas unas imágenes de la Virgen de Guadalupe y una veladora que ya está a medio consumir.

El altar que le hizo su familia contiene todos los objetos que en vida le gustaban a Marco; un casco de bicicleta con 2 luces de colores que parpadean al momento de encenderlas y que modificó como la parte delantera de un autobús; un muñeco de peluche de Goku, su personaje favorito de la serie animada Dragon Ball y en un pequeño anaquel 6 autobuses en miniatura que hizo para las exposiciones en las que participaba.

Todos esos detalles ahora los atesoran su madre, abuela y novia, tres mujeres que marcaron la vida de Marco Antonio Vázquez Mendoza, de 21 años, quien fue asesinado el domingo 9 de abril luego de intentar detener un asalto mientras iba a bordo de un autobús del transporte público urbano de la Ruta Las Vegas-Díaz Mirón, en la ciudad de Boca del Río, Veracruz.

“Yo me he pasado estos días dormida, dopada con pastillas, porque no puedo ni abrir mis ojos de sentir ese dolor tan grande. Siento que en algún momento yo voy a volver a ver a mi hijo. Pero ya desperté, ya no he tomado ninguna pastilla y yo voy a exigir justicia por mi hijo”, dice Perla Mendoza Joachín, madre de Marco.

Perla Mendoza, madre de Marco, pide justicia por su asesinato. (Inés Tabal)

Perla tiene los ojos hinchados de tanto llorar, camina despacio y arrastra la voz al momento de hablar, debido al efecto de los tranquilizantes que toma para poder dormir. Describe el dolor de perder a su hijo Marco, como una pesadilla de la que no podrá despertar, como si estuviera muerta en vida.

Rompe en llanto cada que su mamá y su nuera cuentan una anécdota graciosa de Marco, como aquella vez que llegó del trabajo y pasó a casa de su abuela, Concepción, a comer su platillo favorito: Picadillo, le gustó tanto que se acabó una olla grande y dejó sin comer a toda la familia.

“Un día que llegó de trabajar y pasó a comer a la casa le dije que se sirviera, porque estaba haciendo otra cosa, pues no me creerá que nos dejó sin comer, se acabó todo. Como medio kilo de carne y toda la cazuela de arroz, nos quedamos sin comer mi hijo y yo”, cuenta con una sonrisa su abuela Concepción.

A Marcos le gustaba la comida, era amante todos los platillos y postres que su abuela hacía, aunque a veces le hicieran daño, debido a su intolerancia a la lactosa. También, le gustaba pasear en bicicleta, la cual ocupaba para trasladarse del trabajo a su casa.

El joven de 21 años fue soldador y serigrafista, le gustaba decorar los camiones. En el 2022 conoció una exposición donde realizaban autobuses urbanos en miniatura, ese fue su último pasatiempo. Cada que tenía minutos libres se dedicaba a hacer réplicas de estos transportes de la ruta costera, Infonavit, Tejería y Galas.

Su sueño frustrado era ser conductor de camión urbano, como su padrastro, pero Perla nunca se lo permitió debido a que decía que era un trabajo inestable, sin un ingreso seguro. Por eso uso todo ese gusto por los autobuses para crearlos en versiones pequeñas, la familia nunca se imaginó que moriría a bordo de uno real.

Marco tenía como pasatiempo construir réplicas de camiones del transporte público de Veracruz. (Inés Tabal)

“Me lo mataron a bordo de lo que él más amaba, lo que él más quería. A veces terminaba de hacer los camioncitos a las 4:00, 5:00 de la mañana, él trataba de hacerlos muy parecidos a los originales, todos los detalles los hacia casi parecidos”, dice Perla.

Su familia describe a Marco como un “niño grandote”, pues su cuerpo robusto y los 1.76 metros de altura los hacían aparentar más años de los que tenía, pero eso no le impedía disfrutar la vida como a un niño, al pasar tiempo con sus camiones o jugando en el celular.

El día del asalto intentó detener a los ladrones

El domingo 9 de abril, Marco y su novia, Miriam Macayo Cabrera, con quien llevaba más de 3 años de relación, salieron a pasear a Plaza Andamar, toda la tarde estuvieron disfrutando su día, comieron y a las 9:00 de la noche decidieron volver al fraccionamiento Las Vegas, en Boca del Río, pues desde hace 7 meses la pareja se había mudado para vivir juntos.

“Estuvimos esperando el camión. Cuando pasó yo me senté en la parte de atrás, porque el chofer nos abrió la puerta de atrás. Yo me subo y me siento junto a un muchacho, que ese era el que traía el arma, pero en ese momento yo no sabía”, comenta Miriam.

Miriam notó comportamientos extraños de uno de los sujetos que iban a bordo, pues tenían cubrebocas, gorras que no dejaban ver bien su rostro y portaban camisas de mangas largas; además, uno de los hombres la miraba de una forma acosadora, lo que hizo que se incomodara y de manera inmediata se cambió a los asientos de adelante.

Al llegar a la entrada del fraccionamiento Las Vegas, el chofer que conducía el autobús bajó la velocidad y apagaron las luces. En ese momento uno de los asaltantes gritó a los pasajeros que le dieran todas sus pertenencias, fue cuando tuvo la certeza de que se trataba de un robo.

“En el momento que me muevo para sacar mi dinero de la cartera para dárselo al asaltante, él camina a la parte de atrás para robarle sus cosas al pasajero que estaba atrás de mí. En ese momento que él se voltea mi novio se le avienta y lo agarra por la espalda, mi pareja grito: ¡agarren al de enfrente!, pero nadie se movió y el de enfrente se regresa y le dispara”, narra la joven.

Miriam escuchó tres disparos, aún con vida Marco le dijo a uno de los sujetos que parara, pero lo único que consiguió fue que le disparan otra vez. Ese último disparo fue el que acabó con su vida.  “Eran dos muchachos. Delgados los dos, obviamente se les avienta un muchacho tosco que realmente tenía fuerza; quiero creer que eso (el asalto) se les salió de control, pues no pensaban que alguien se les iba a oponer”, agrega Miriam.

Después de los disparos los dos sujetos se bajaron del autobús y huyeron con rumbo desconocido, mientras que el camión avanzó hasta llegar a la terminal. Miriam se encontraba en shock, al ver el cuerpo con sangre de Marco, ni siquiera logró marcar a la ambulancia para pedir auxilio, por lo que le tuvo que dar su celular a una pasajera para que la ayudara.

Sin embargo, Marco murió luego de haber recibido el cuarto disparo sin que los paramédicos pudieran hacer nada para salvarlo. El asesinato de Marco conmocionó al puerto de Veracruz, pues los asaltos a los camiones urbanos son poco frecuentes en esta zona, además que en sus últimos momentos lo único que quiso era proteger a su novia.

De acuerdo con Miriam, el chofer declaró que no recordaba en qué calle se habían subido los dos asaltantes, también aseguró que desde antes que recogiera a los Marco y su novia, ya lo traían amenazado y golpeado.

Familia pide justicia

La familia de Marco no ha sabido nada de las investigaciones que emprendió la Fiscalía General del Estado (FGE) para hallar a los culpables. Perla dice que debido a que se encontraba asimilando la muerte de su hijo no acudió a pedir información, pero a través de Facebook los familiares pidieron a los operadores de autobuses se solidaricen para exigir justicia por Marco y encontrar a los culpables.

“Les hago un comunicado a todos los operadores de Veracruz-Boca del Río difundan esto por favor. El domingo pasado mataron a mi hijo en un asalto en el urbano 743 de Las Vegas, para que su muerte no quede impune y los desgraciados no anden como sin nada en la calle. Deben pagar su delito como sea, que lo paguen, ayúdenme por favor. No se los deseo a nadie”, escribieron los familiares.

Este domingo 16 de abril los familiares acudieran al cementerio donde se encuentra el cuerpo de Marcos a rendirle un homenaje, en compañía de uno de sus amigos conductores de transporte público harán sonar por última vez el claxon, pues la familia menciona que era uno de los sonidos que le gustaba a Marco.

vtr