XALAPA, VER. - En la esquina de Alfaro y Salonio, apenas unos metros arriba de la biblioteca de Xalapa, capital de Veracruz, se encuentra una casona vieja. La fachada negra con grafiti, la música y varios jóvenes apostados en la entrada del número 22, atraen la atención de los transeúntes.
Afuera, sobre la calle empedrada, hay un joven con un triciclo amarillo y su sombrilla azul, con la que se ataja del “chipichipi" que dejó el frente frío número 47. Constantemente una joven mesera se asoma por una de las dos entradas de la casona que se habilitó como una cantina, y le pide un elote “con todo”.
La música suena baja, pues por momentos es mayor el bullicio, la plática o carcajadas de los clientes, la mayoría estudiantes, que visitan de lunes a domingo El Submarino, una de las cantinas más antiguas de Xalapa, con 106 años abierta al público.
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El Submarino, se promueve como “una cantina de tercera con servicio de segunda y clientes de primera”. Es el espacio idóneo para bohemios, estudiantes y músicos que disfrutan de la caña de Mahuixtlán, su principal producto a la venta, que sirven en un vaso de plástico color verde por 30 pesos. A esa bebida la llaman “turbo”, una fusión de caña con sabor a piña, fresa o durazno.
Perla Margarita Muñoz Hernández, heredera del negocio familiar, destaca que el bar ha estado rodeado de polémica, y al menos en un par de ocasiones en la historia reciente ha sido clausurado, incluso, de parte del gobierno municipal que tomó como una provocación una caricatura de sátira política que le hicieron al exgobernador Javier Duarte de Ochoa, al estilo del Viejo Oeste.
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La caricatura, con la leyenda se Busca Vivo o Muerto, y la cara del gobernador Javier Duarte de Ochoa, fue hecha por el monero Trujillo, de la Casa del Hijo del Ahuizalote, un espacio que recupera el archivo de Enrique Flores Magón, ubicada en la Ciudad de México.
Se colocaron fotocopias en paredes, postes y casas aledañas de El Submarino, así como en el baño del bar, lo que generó exposición mediática del lugar. “lo colocamos para que todos pudiéramos echarle una miada a Duarte”, confirma el administrador de El Submarino Raúl Trujillo, quien estuvo a cargo del bar de 2005 al 2017.
El creador de la caricatura política, Luis Trujillo recuerda que en ese momento había un gran malestar contra el exgobernador, por lo que usó el dibujo, para crear conciencia colectiva y que los veracruzanos no se olvidaran del último gobierno del PRI en Veracruz.
La historia del inmueble
Perla, propietaria de una de las cantinas más longevas de Xalapa, cuenta que creció en la casa de al lado, aprendió la administración del lugar cuando pasó a manos de su papá, que la heredó de sus abuelos Noé Muñoz y Margarita Gómez, exrevolucionarios.
La auxiliar educativa, platica que El Submarino es un espacio para todas las edades, pues, aunque en el pasado recibía la visita de burócratas estatales y municipales, hoy, da cabida a estudiantes universitarios que aprovechan las promociones de mojitos y alitas para disfrutar de un poco de música y la fiesta con sus amigos, “siempre se van contentos”.
En entrevista con La Silla Rota Veracruz, la dueña de la cantina recuerda que fueron sus abuelos quienes se asentaron en Xalapa, luego de que terminó la Revolución, los que abrieron el espacio para la venta de alcohol.
“Se fundó 1917, fue herencia de los papás de mi papá y ahora pasó a mí”. La cantina se hizo famosa por su cercanía con la Catedral de la Ciudad, la gente que venían de municipios cercanos o las localidades pasaban a tomarse su “cañita” de Mahuixtlán, en lo que antes se llamó el Bar de los Miserables.
“Después de unos 90 años, se le cambió el nombre a El Submarino”, cuenta la dueña que dice que ya en manos de su papá el bar empezó a tener otro tipo de clientes, pues la zona está rodeada por oficinas de gobierno.
Sus principales consumidores eran los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, de Aguas Potables, hoy Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), y empleados de palacio de gobierno que, luego de sus jornadas laborales, acudían a la casona a tomarse alguna especialidad, o a la hora de la comida, iban por la botana.
Y es que su papá, Ernesto Muñoz Gómez, hacía preparados de caña con frutas como nanche, maracuyá, guayaba, yerba del burro, además, ofrecían cerveza y botanas a sus consumidores, por lo que era normal ver la cantina con una gran “afluencia”.
“Mi papá optó por rentarlo hace 17 años, él ya se había cansado, y cuando rentó el espacio, fue ahí donde empezó a jalar la pura juventud de 19 a 30 años. Hubo cambios en todo. Antes era de azulejo azul, había una barra grande de puro mármol, con sillas y mesas, pero, se remodeló todo”.
En los últimos años, relata, al menos dos jóvenes lo han arrendado y han modificado un poco el concepto que dejaron sus abuelos y que su padre mantuvo a pesar de los años, pues ahora ya se escucha todo tipo de música: rock, ranchero o norteño, así como reguetón y hasta pop.
Actualmente la casona tiene una barra de madera, con un tubo. Los comensales se sientan en bancos, además de que se les permite ingresar comida de los vendedores que se instalan fuera, para ofrecer esquites, elotes y hasta tamales.
Pandemia obliga a cerrar la cantina
Perla, comenta que el confinamiento por el virus SARS CoV-2 obligó a cerrar El Submarino por más de año y medio, lo que les provocó pérdidas, porque quien administraba el espacio no cubría la renta, solo le abonaba de su dinero, pues no había consumo.
Para lograr la reapertura se organizaron con los dueños de los bares más antiguos de Xalapa, como el Trapiche, la Chiripa y las Palomas, cantinas emblemáticas de Xalapa. El Ayuntamiento les permitió reabrir, sin embargo, les impusieron algunas reglas como reducir el aforo, abrir de las 12 a las 10 de la noche e instalar dispensadores de gel antibacterial.
“Después se cambió de cinco hasta las 12 de la noche y ahorita ya se opera normal, desde hace un año, de 12 del día hasta la una de la mañana. Los viernes hay música viva, en sus cumpleaños, la gente viene a celebrar, o nos cuenta que sus papás los traían de chiquitos, la asistencia, también fue de generación en generación”.
La entrevistada menciona que, en algún momento, cuando su papá le dejó la cantina, ella intentó administrarlo, sin embargo, al ser mamá de dos niñas, necesitaba tener un ingreso fijo y el bar no se lo daba.
También pensó en construir un segundo piso, para tener mayor capacidad de atención, pero tampoco logró su objetivo, por lo que decidió rentarlo nuevamente. Eso ocurrió en 2015, cuando su papá falleció y ella se quedó al frente del negocio que ha pasado por tres generaciones, y que será heredado a una de sus hijas.
Perla tiene dos hermanos, una vive en Martínez de la Torre y otro en Sinaloa, y aunque crecieron con el negocio, no quisieron quedarse con la cantina, por lo que ella asumió la responsabilidad.
En el bar hay caña, cervezas, ron o tequila, así como alitas, hamburguesas, papas, hotdogs, burritos y empanadas, “Ahorita el atractivo son los mojitos. Llevan yerbabuena, agua mineral, caña de Mahuixtlán, azúcar, granadina; los turbo, le ponen como colorante y pueden ser de piña, guayaba, fresa y durazno”.
Para mantener cautivos a los jóvenes ofrecen promociones de dos mojitos por 50 pesos o caguamas a 50 pesos, además, los jueves, viernes y sábados hay música en vivo de todo tipo, “vienen norteños, la banda, les gusta el rock, han venido los Aguas Aguas, y una vez vino un grupo de chunchaca (tropical), que jaló mucho”.
Las polémicas de El Submarino
La entrevistada recordó que Raúl Pozos, que fue uno de los administradores del bar, acostumbrada a poner memes en la casona o en los sanitarios. Y en una ocasión colocó la fotografía de Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz, que actualmente cumple una sentencia por lavado de dinero y asociación delictuosa.
“Esa vez nos querían clausurar. El administrador puso a Duarte y otro político, en una caricatura”, los hechos se registraron en noviembre del 2016, para esas fechas el gobernador con licencia había abandonado Veracruz. El 16 de octubre del 2016 mandó un escrito al Congreso de Veracruz para solicitar dejar la gubernatura a solo un mes y medio de vencer su periodo constitucional.
El administrador, subió la fotografía a la página de Facebook de El Submarino y lo colocó en los postes cercanos a la cantina, lo que llamó la atención de curiosos, y autoridades que llegaron a la cantina para querer clausurar el negocio por faltarle al respeto al todavía gobernador de Veracruz.
Caricaturista imprime 500 copias y tapizan Xalapa con la imagen del exgobernador
La caricatura política del exgobernador, que se imprimió en el taller el Hijo del Ahuizote, se publicó originalmente en el noticiario de Carmen Aristegui. Luis Antonio Trujillo, quien la creó visitó Xalapa y al reunirse con Raúl, administrador de El Submarino, acordaron “enmicarla” y colocarla en el mingitorio.
“La idea de la caricatura surgió a partir del odio colectivo que perseguía al entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte. La intención era crear una memoria colectiva, que a veces suele ser más efectiva teniendo imágenes, y en ese momento se dio su fuga”, platica a La Silla Rota Veracruz.
Javier Duarte envió su solicitud de licencia al Congreso de Veracruz el 13 de octubre del 2016. Ese mismo día se nombró como gobernador interino a Flavino Ríos Alvarado, quién estuvo preso tres meses, en 2017, acusado de facilitar la fuga de Javier Duarte, sin embargo, un juez le dio un amparo y fue liberado.
El autor de la imagen, cuenta, retoma la idea de los anuncios del viejo oeste, cuando se daban recompensas para dar con los “villanos” con el tan conocido Se Busca y la caricatura de los “delincuentes”. Platica que sus amigos de Xalapa le enviaban fotografías de la impresión de su caricatura, luego de que la colocaban en sus negocios o fachada de casa.
“De ahí surgió visitar a Raúl (en Xalapa) e imprimir 500 ejemplares”, dice Luis Antonio, quien confirma que en dos madrugadas consecutivas tapizaron el primer cuadro de la ciudad con la imagen de Javier Duarte.
“Lo colocamos para que todos pudiéramos echarle una miada a Duarte”: administrador
Raúl Pozos, administrador de El Submarino, platica que la mayoría de sus clientes eran sus amigos periodistas, quien siempre llevaban a la mesa los temas de política y externaban el malestar social contra el exgobernador.
“Un alumno del monero Rapé, que es Luis Antonio Trujillo, hizo la caricatura de Duarte y lo pegó por medio Xalapa. Como es mi amigo, quisimos enmicar una como diana, para el mingitorio, para que todos pudiéramos echarle una miada a Duarte, todo el Estado estaba encabronado, porque no había recursos, porque se los robó”.
El encargado, comenta, que el concepto del bar permitía poder polemizar sobre la politica o la politiquería en la entidad.
mb