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“El Titiaxca”: Taquería de Boca del Río que se sobrepuso a incendio y crisis económica

Durante casi 40 años, Fidel y su familia mantuvieron la Taquería “El Titiaxca” en la colonia Narvarte en la Ciudad de México, luego del terremoto del 85 y la crisis económica que derivó del sismo, se mudaron a Veracruz

El Titiaxca: Taquería familiar que salió adelante.Créditos: Inés Tabal G.
Escrito en VERACRUZ el

A sus 73 años, Fidel Alejandro atiende a sus clientes que lo buscan por sus famosos tacos al pastor. Su amor por el oficio de taquero ha hecho comenzar desde cero el patrimonio de sus hijos. Primero, se sobrepuso a crisis económicas que lo obligaron a mudarse de la Ciudad de México a Veracruz; y años después cuando su local se redujo a cenizas a causa de un incendio

La taquería El Titiaxca”, se ubica sobre la Calzada Lázaro Cárdenas, esquina con la calle Revolución de la colonia Vista Alegre de Boca del Río. El local abrió sus puertas por tercera vez este domingo 26 de marzo, después de permanecer cerrada por un incendio que consumió todo el lugar el pasado miércoles 15 de marzo del 2023.

“Todo por dentro quedó horrible, se quemó todo, tuvimos que cambiar instalaciones de luz, comprar nuevos muebles, verduras. Una semana antes del incendio habíamos pintado todo el establecimiento y tuvimos que empezar desde cero”, lamenta Fidel.

El incendio comenzó al interior de las instalaciones, los Bomberos Conurbados de Boca del Río acudieron al llamado que los vecinos hicieron alrededor de las 13:00 horas. Minutos antes una pipa que pasaba por el lugar ayudó con los trabajos para apagar el fuego; en ese horario nadie se encontraba dentro, por lo que todas las pérdidas fueron materiales, afirma Fidel.

De acuerdo con personal de Protección Civil de Boca del Río, el incendio pudo ser originado por un corto circuito en uno de los refrigeradores del lugar. Fidel se enteró por las llamadas de sus vecinos, entonces entró en crisis y negación, pues no podía creer que el negocio que con tanto esfuerzo y años había levantado había quedado destruido en unas cuantas horas.

“Nosotros sí nos sentíamos mal porque teníamos pocos días de haberla pintado y luego pasa esto, este es un golpe muy duro para la familia, porque siempre hemos estado apoyándonos en las buenas y en las malas y ahorita nos tocó la mala”, agrega Fidel.

La taquería El Titiaxca” es un negocio familiar donde trabajan los hijos de Fidel y dan empleo a otras 5 personas. Para volver a levantar el local tuvieron que pedir préstamos a familiares para adquirir muebles de uso, pues los ingresos no alcanzaban para comprar unos nuevos. En total se endeudaron con más de 80 mil pesos que tendrán que pagar ellos con el esfuerzo de su trabajo.

“Nosotros teníamos que reinaugurar porque este es nuestro sustento. No podíamos estar tanto tiempo cerrados porque necesitamos este ingreso y además nuestra clientela se podrían ir y hace dos días nos autorizó Protección Civil, nos dijo que ya todo está en perfectas condiciones”.

Crisis los obligó a migrar a Veracruz

Fidel es originario del estado de Oaxaca, a sus 16 años salió con su familia en búsqueda de mejores oportunidades, ingresos y calidad de vida para sus hermanos menores; junto con su papá pusieron la taquería “El Titiaxca”, esta palabra de acuerdo con Fidel la utilizaban las personas de su comunidad para referirse a alguien respetado por los habitantes, como jefe o patriarca.

En 1966, Fidel y su familia llegaron a la Ciudad de México, antes Distrito Federal, ahí se establecieron y colocaron un pequeño puesto de tacos, con unas cuantas mesas, sillas y un trompo. El punto donde se establecieron fue la colonia Narvarte, un lugar que es conocido por tener una gran variedad de taquerías de todos los estilos y tradicionales. Fidel cuenta que ellos fueron uno de los pioneros en poblar esa zona, que años más tarde se convirtió en una de las preferidas para los amantes de la comida.

“Sacaba 40 tacos directos del trompo por minuto y salí en revistas, televisión. Se podría decir que yo tenía que acabar primero mi trompo del pastor, para que las demás taquerías también terminaran. Antes no se vendía por kilo, ni por medio, sino por taco, era puro taco y como tal era de las personas más famosas de ahí”, recuerda.

No solo era la sazón lo que cautivaba a los clientes de Fidel, sino su trato personal con la gente. Animaba al comensal a pasar a su negocio, con su carisma y atención ganaba más cliente. A la taquería llegaron a comer personajes famosos como el futbolista Cuauhtémoc Blanco, la cantante Lila Downs, Luis Miguel, Kalimba y una extensa lista de artistas, asegura Fidel.

“Era un pequeño local con una mesa de madera. Se comenzó ahora sí, desde abajo. Mi papá también era cocinero, trabajaba para una taquería que hacía tacos de cabeza y le dije que qué le parecía poner una taquería propia, para sacar a la familia de la pobreza”, recuerda.

En la colonia Narvarte estuvieron casi 40 años; Fidel conoció a su esposa, tuvo 7 hijos y también vio crecer su negocio, hasta que la crisis económica que dejó el sismo de 1985 en el país los obligó a migrar por segunda vez en el 2003 a Veracruz. Fidel recuerda que después del sismo muchas personas que vivían en la colonia Narvarte se quedaron sin casa, por lo que optaron por mudarse a otras partes de la ciudad, con esto vino la baja de ventas para los locales de comercio.

“La colonia Narvarte era una mina de oro, el que no vendía era porque de plano no tenía buen trato. Era una mina de oro que poco a poco se fue acabando hasta que los taqueros de antigüedad prefirieron cerrar sus negocios”, describe.

Comenzar de nuevo

Llegaron al estado de Veracruz en 2003, Fidel, su esposa y 7 hijos. Tuvieron la oportunidad de que alguien les retara un local en la avenida Vía Muerta de Boca del Río, recuerda que no tenían donde dormir, por lo que utilizaban la taquería como casa, ahí vivían y trabajaban.

El cambio para la familia no fue nada fácil, pues además de batallar con el clima, el ambiente y la gente, tuvo que hacerse de nuevos clientes en un lugar donde prácticamente no había negocios y el flujo de personas era poco.

“Como su nombre lo dice, era una vía muerta ese lugar, había uno que otro comercio, todo solo y apagado. Se puso iluminación al local, bocina para la música y de nuevo acercarse con el cliente y convencerlo, que es algo muy distintivo de nosotros”.

En el 2018 volvieron a cambiar de residencia, esta vez por cuestiones familiares, dejó la taquería a su hermano y se mudó a su actual ubicación en la Calzada Lázaro Cárdenas. Fidel aún le gusta atender de vez en cuando a sus clientes, aunque sus hijos ya no lo dejan trabajar mucho por su edad, pero siempre que puede acude al lugar, ahora busca levantar de nueva cuenta su taquería, pues es la única herencia que le dejará a sus hijos.

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