XALAPA, VER.- En diciembre de 2010, en los últimos días del gobierno de Fidel Herrera Beltrán, se creó la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), institución que actualmente podría equipararse con la Universidad del Bienestar Benito Juárez, pues ambas son de autoaprendizaje y ofrecen una opción de educación superior para egresados y egresadas del bachillerato que no encuentran espacio en la Universidad Veracruzana (UV).
A 12 años de la creación de la UPAV, con varios escándalos a cuestas, incluso a nivel nacional, trabajadores se quejan al asegurar que, que desde hace una década ganan los mismos salarios, como educadores solidarios, es decir, sin poseer una plaza laboral, lo que va en detrimento de su capacidad adquisitiva y de la formación de los propios alumnos.
Aunque el exgobernador Miguel Yunes Linares y el actual, Cuitláhuac García Jiménez criticaron que la UPAV era la caja chica de gobiernos priistas, principalmente en la administración de Javier Duarte de Ochoa, mantuvieron su operación en sus administraciones. El pasado lunes 23 de enero, durante un plantón frente a palacio de Gobierno, trabajadores denunciaron una serie de irregularidades en la operación de la institución educativa.
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Lenin Torres Antonio, presidente del Consejo Consultivo de la Asociación de Administrativos y Académicos de la UPAV, mencionó que, desde el 2022, se alertó de una crisis administrativa al interior de la institución y de una total opacidad de lo que se ingresa por cuotas de recuperación.
Decretazo, origen de la Universidad Popular
Lo que hoy se conoce como UPAV, surgió a raíz del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA) que buscaba reducir el analfabetismo en personas mayores de 18 años.
Pasaron al menos tres administraciones -Miguel Alemán (1998-2004) Fidel Herrera ((2004-2010) y Javier Duarte (2010-2016)- para consolidar el proyecto educativo que podría ser un símil de lo que hoy se conoce como la Universidad Benito Juárez.
En el periodo de Miguel Alemán se creó un organismo descentralizado para atender la educación de personas adultas, tal como operaba el INEA a nivel nacional, y para el 2005, con Fidel Herrera Beltrán, se planteó que desde el Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos se ofrecería educación superior.
La novedad del sistema era que, utilizando contenidos particulares, se atendiera las necesidades educativas específicas a partir de la solidaridad social, es decir, maestros solidarios o voluntarios, lo que “eximía” al gobierno de crear plazas laborales, pues el salario de los maestros saldría de las cuotas de recuperación del instituto.
Fue hasta el 11 de julio de 2006 cuando se publicó en la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz las reformas al Estatuto Orgánico del IVEA, en donde se crearon la Unidad de Educación Media Superior y la Unidad de Educación Superior, y se dio paso a formar universitarios.
Para 2007, se ofreció a los ciudadanos una certificación de conocimientos adquiridos en forma autodidacta en el nivel bachillerato, con la acreditación de un examen único. Sin embargo, se suspendió debido a que no tenía un control de calidad adecuado, según lo determinó la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El IVEA, se redujo como una institución para formar a nivel básico a personas mayores de 15 años, y se dio paso al Instituto Veracruzano de Educación Superior (IVES), para dar continuidad a la formación profesional, que más tarde se convirtió en la UPAV, eso ocurrió en diciembre del 2010, en los últimos días del gobierno de Herrera Beltrán.
A su llegada como gobernador, Javier Duarte ofreció fortalecer a la institución y la transformó en un organismo público descentralizado, recibiendo el apoyo de los diputados locales. A partir del primero de agosto de 2011, desapareció el Instituto Veracruzano de Educación Superior y prácticamente patentó la UPAV como un logro de su gobierno.
El primer rector de la UPAV, fue Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, principal impulsor de la creación del IVEA, el IVES y más tarde la UPAV, considerada su legado. Zúñiga Martínez, observó desde su comienzo la necesidad de ofrecer más opciones educativas a estudiantes de secundaria y bachillerato y planteó la modalidad de autoeducación, con evaluaciones de formadores solidarios.
En cinco años, UPAV creó 43 licenciaturas y 17 posgrados
La UPAV se creó sin estructura, pues se anunció que operaría en los 23 mil planteles educativos del Estado, es decir, sin planteles propios, y las clases se impartirían especialmente los fines de semana. Además de ofertar formación universitaria, licenciatura y posgrado, también permitiría a jóvenes concluir el bachillerato.
La ley facultaba al órgano de gobierno de aprobar sus planes y programas de estudio, expedir títulos, certificados y grados académicos, impulsar el desarrollo de la educación e investigación científica y tecnológica, así como fomentar las actividades artísticas, culturales y físico deportivas en todas sus manifestaciones. Fue entonces que empezaron a surgir carreras afines a las necesidades de algunas regiones del Estado.
La UPAV está regulada por una Junta de Gobierno, el rector y el consejo técnico académico, y las áreas administrativas. Además se formó una fundación, Alianza para el Fomento al Aprendizaje A.C., que recibía los pagos que hacían los alumnos de manera cuatrimestral o semestral y por la titulación, lo que exentaba a las autoridades a tener que rendir cuenta de los gastos.
La validez de los estudios se sustentó en la publicación del decreto en la Gaceta Oficial 249 del 11 de agosto del 2011, a pesar de no tener registro oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ni de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).
Un año después, empiezan los escándalos
Para agosto del 2012, un año después de la entrada en operación de la UPAV, que se ofreció como una opción escolar para los más de 20 mil rechazados de la UV, empezaron los escándalos.
Aun sin un registro oficial, la UPAV amplió su oferta educativa en los estados de Tabasco y Puebla, sin embargo, los gobiernos de esas entidades observaron que los planes de estudio no tenían validez oficial, y que los títulos no eran avalados por la SEP, ya que las carreras no tenían registro oficial, por lo que la calificaron de “universidad patito”.
Para salir del paso, el rector Guillermo Zúñiga Martínez anunció que países integrados en el Intercontinental Union for Quality entregaron al gobernador Javier Duarte de Ochoa su premio anual 2012 por la creación de la UPAV.
La universidad, dijo, se reconocía como un modelo único que causó sensación entre los países del cono sur por ser responsable y sustentable.
A pesar de los escándalos y el descrédito, para noviembre del 2015, la UPAV ya tenía presencia en los 212 municipios y la matrícula, de bachillerato y licenciatura rebasaron los más de 100 mil estudiantes. Para entonces ofrecía 26 carreras y tenía presencia en los estados de México, Tabasco, Puebla, Ciudad de México, Sinaloa, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
En ese momento ya había quejas de egresados, quienes no podían concluir su proceso de titulación o denunciaban que el título no tenía validez en otras entidades, por lo que su formación profesional era criticada como fraudulenta.
SEP alza la voz cinco años después
Para diciembre de 2016, ya en el ocaso del gobierno de Javier Duarte y de Enrique Peña Nieto, el entonces secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, dijo que la universidad popular era un fraude.
“Es lamentable, son prácticas en donde frente a lo que estamos es un fraude a los jóvenes, en donde sin tener las acreditaciones correspondientes de la SEP, o sea, absolutamente de manera irregular e ilegal, empiezan a operar y a dar permisos”
Aurelio Nuño Mayer, no obstante, anunció que se realizaría un trabajo conjunto con autoridades de Veracruz. “Ahorita no tenemos una ruta a seguir, pero obviamente frente a esto, los estudiantes son víctimas, buscaremos apoyarlos para que revaliden sus estudios y se les dé un reconocimiento”.
Yunes toleró la operación de la UPAV
En 2016, a unos días después de rendir protesta, el panista Miguel Angel Yunes Linares informó que habían detectado más de 100 mil certificados irregulares de estudios expedidos por la UPAV.
Yunes Linares calculó que se entregaron al menos 100 certificados diarios en cinco años de operación de la universidad, en el entendido de que el ciclo escolar es de 200 días hábiles.
En la primera comparecencia de Enrique Pérez, secretario de Educación con Miguel Ángel Yunes Linares, se afirmó, sin ahondar detalles, que los planes de estudio ya contaban con la autorización de validez oficial.
Cuitláhuac se quejó, pero también la validó
El cuatro de noviembre del 2019, funcionarios de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) presentaron denuncias por el presunto desvío de nueve millones 648 mil 521 pesos, en agravio a la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV).
En el ejercicio público del 2018 se percataron de un desfalco financiero a través de transferencias bancarias a la organización Alianza para el Fomento al Aprendizaje A.C. La agrupación era la encargada de pagar a los profesores solidarios que impartían clase en escuelas de la UPAV.
Lenin Torres Antonio, director de la carrera de Ciencias Políticas de la UPAV, comentó que los académicos han planteado una ruta crítica para “rescatar a la UPAV”, incluso, pidieron al gobernador Cuitláhuac García el proceso de designación de rector se abriera a la comunidad.
García Jiménez poco hizo para atender la petición y nombró a Ome Techtli Méndez Ramírez como rector. Para Lenin Torres Antonio, "los resultados de la UPAV en estos cuatro gobiernos ha sido la opacidad, la falta de crecimiento, de atención de derechos mínimos y la desatención a los alumnos”.
El académico comentó que a pesar de que la formación de la UPAV es de autoeducación, no cuenta con una biblioteca y se han negado a “proveer” un repositorio para tener bibliografía para los estudiantes y fomentar el proceso enseñanza-aprendizaje. Además, en 12 años de operación, la UPAV aun no cuenta con un plantel propio, salvo un edificio en Xalapa donde albergan sus oficinas centrales.
A 10 años, Lenin Torres Antonio dijo que la UPAV sigue pagando el mismo salario a todos los educadores solidarios, a pesar de que a nivel nacional se dio un aumento salarial, y no tienen ninguna prestación.
“El gobierno del estado ha convertido a la universidad en la caja chica. Lo único que se fiscaliza es lo que el gobierno entrega anualmente, este año entregó 36 millones de pesos, pero la UPAV tiene ingresos propios por cuotas de recuperación, y tiene 80 convenios en 22 estados, Estados Unidos y Latinoamérica, y ese dinero no se fiscaliza”.
ch