Las instalaciones del antiguo Penal Ignacio Allende podría convertirse en la sede de la Facultad de Artes de la Región Veracruz de la Universidad Veracruzana (UV).
Según Beatriz Sánchez Zurita, directora general del área académica de Artes de la UV, el expenal de Allende es uno de los espacios en los que la universidad contempla para que se instale la facultad.
Aunque el síndico del ayuntamiento de Veracruz, Manuel Rivera Polanco, informó el pasado 5 de septiembre que el inmueble será donado a la UV, la universidad aún se encuentra valorando el proyecto.
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“Se están valorando varios espacios, no sé qué tanta información tenga el síndico de nosotros como dirección general de Artes, pero es un proyecto que apenas se está valorando, se están viendo espacios, necesitamos ver varios espacios, cuál conviene más, estamos buscando darle lo mejor a la comunidad del puerto de Veracruz, pero no hay nada concreto todavía”, asegura Sánchez Zurita.
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El inmueble del antiguo Penal Ignacio Allende se encuentra en el abandono desde que fue cerrado en 2010 por órdenes del exgobernador Fidel Herrera Beltrán.
Sus paredes, que saltan a la vista hacia la avenida Allende del puerto de Veracruz, lucen percudidas y destruidas por la humedad.
Las ventanas y puertas están bloqueadas con tablas y muros de concreto.
De acuerdo con el departamento de prensa de la vicerrectoría UV Región Veracruz, las autoridades universitarias recorrieron el expenal la semana pasada, pero sólo para conocer el estado físico del inmueble.
Beatriz Sánchez Zurita afirma que la iniciativa de la instalación de una Facultad de Artes de la UV en el puerto fue propuesto a principios de 2022, sin embargo, el proyecto aún no es certero.
Hasta ahora, el área académica de Artes tiene una gama de programas educativos que se imparten en la sede de Difusión Cultural UV, que se ubica en la calle Mariano Arista, en el Centro Histórico de Veracruz.
Entre ellos se encuentran el Centro de Iniciación Musical Infantil, la Licenciatura en Fotografía, los Talleres Libres y la Licenciatura en Enseñanza de las Artes (LENA).
Sin embargo, la directora general del área académica de Artes de la universidad desconoce los programas educativos que se añadirían y si los que ya existen se trasladarían a lo que sería la sede de la Facultad de Artes.
“Estamos valorando todos los escenarios, si se quedan ahí algunos (programas educativos), si hay necesidad de hacer otros espacios, todo eso se está valorando en afán de darle lo mejor a la comunidad artística de Veracruz”, comenta.
Para Beatriz Sánchez Zurita, sería oportuno que la comunidad artística de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y municipios cercanos cuente con una Facultad de Artes.
“La comunidad del puerto ha crecido muchísimo artísticamente, hay un gran desarrollo artístico, importante, de calidad, hay esa pujanza de que el arte realmente colabora para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, es una forma de disfrute, es importante que como universitarios lo tomemos en cuenta”, menciona.
¿Qué dice el ayuntamiento de Veracruz?
Desde su cierre en 2010, el expenal de Allende pasó a manos del ayuntamiento de Veracruz en dos ocasiones. Actualmente, el inmueble es administrado por el gobierno municipal.
Según comentarios que la alcaldesa Patricia Lobeira Rodríguez realizó el pasado 5 de septiembre, su gobierno sostiene pláticas con la UV para que la casa de estudios se haga cargo del antiguo Penal Ignacio Allende.
“Ellos traen un proyecto bastante interesante en el que podríamos nosotros ver la manera de que pudieran hacerse cargo de ese edificio. Sería algo muy bueno, la verdad es que ahorita está abandonado y un centro cultural ayudaría a esta zona de la ciudad”, dijo.
El síndico Manuel Rivera Polanco declaró el mismo día que el inmueble será donado a la UV para que se instale la Facultad de Artes.
Sin embargo, la donación del edificio todavía deberá ser avalada por el ayuntamiento de Veracruz en una sesión de cabildo.
“Para nosotros como ayuntamiento es muy importante el proyecto porque es la manera de recuperar el espacio, de conservarlo, además de mejorar la calidad de vida de los habitantes de los alrededores”, externó.
Expenal de Allende, ¿codiciado por Mel Gibson y Los Zetas?
La construcción del antiguo Penal Ignacio Allende inició en 1902, pero fue inaugurado por el presidente Porfirio Díaz Mori en 1908.
El inmueble funcionó como prisión durante más de un siglo para lo que actualmente es el Decimoséptimo Distrito Judicial de Veracruz. Contaba con celdas de seis a 10 metros cuadrados, con camas de concreto de dos niveles.
Fue el exgobernador Fidel Herrera Beltrán quien inhabilitó el expenal de Allende a través de una declaratoria publicada el 31 de diciembre de 2009 en la Gaceta Oficial del Estado.
Según el exgobernador, la expenitenciaría fue cerrada debido a la proliferación de enfermedades contagiosas entre los reclusos a causa de la sobrepoblación de la cárcel. También aseguró que era insegura e insalubre.
Además, Herrera Beltrán dijo públicamente que la inhabilitación del penal se debía a que un informe de inteligencia advirtió sobre un motín y ejecuciones de reclusos que se llevarían a cabo el 9 de enero de 2010.
El motín y las ejecuciones de reclusos presuntamente estaban planeadas por integrantes de Los Zetas que habrían lanzado amenazas tras la muerte de Braulio Arellano, fundador del cártel “El Z-20”.
Para entonces, se rumoraba que el exgobernador ordenó el cierre del penal debido a que el cineasta Mel Gibson grabaría ahí la película “Atrapen al gringo”. Fidel Herrera negó la versión.
Más de 950 personas recluidas en la expenitenciaría fueron trasladados a otros penales del estado la madrugada del 10 de enero 20210, por órdenes del exgobernador priísta.
El traslado se realizó en medio de la inconformidad de los familiares, debido a que tendrían que viajar a otros municipios y gastar más para ver a sus parientes recluidos. Mel Gibson comenzó el rodaje de “Atrapen al gringo” en marzo de 2010.
La escritora veracruzana Fernanda Melchor informa en su crónica “Una cárcel de película” (Aquí no es Miami, Penguin Random House, 2018), que Prospero Rebolledo, quien en ese entonces era director general de Cinematografía de Veracruz, aseguró que el cierre de la cárcel fue “pura coincidencia con la filmación”.
Adrian Grünberg, director de la película, también negó en julio de 2012 que el penal se cerrara para que convertirlo en “El Pueblito”, como se conoce al Centro de Readaptación Social de Tijuana que se recreó en la cinta.
¿Y el penal de Medellín?
A la par del desalojo del expenal de Allende en enero de 2010, Fidel Herrera anunció la construcción de una nueva prisión en la localidad de Celaya, en el municipio de Medellín de Bravo.
El nuevo Centro de Readaptación Social (CERESO) sustituiría al extinto Penal Ignacio Allende. El Gobierno del Estado anunció una inversión inicial de 500 millones de pesos.
La obra, adjudicada directamente a la empresa Infraestructura Técnica SA de CV, sería construida en un período de 18 meses.
El Gobierno del Estado entregó un anticipo de 179 millones de pesos a la empresa, que solo alcanzó a construir parte de la barda perimetral debido a que la obra fue pausada.
Para septiembre de 2012, el exgobernador Javier Duarte de Ochoa firmó un convenio modificatorio y anunció que el valor de la construcción se elevó a 853 millones 899 mil 312 pesos.
Aunque la administración duartista se comprometió a entregar la obra terminada el 31 de diciembre de 2014, a la fecha la construcción sigue en las mismas condiciones y se desconoce el paradero de los recursos.
El Decimoséptimo Distrito Judicial de Veracruz aún carece de un CERESO para que los reclusos con domicilio en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y municipios cercanos permanezcan privadas de la libertad dentro de su jurisdicción.
Hasta ahora, el Penalito de Playa Linda, ubicado en la colonia del mismo nombre, en el puerto de Veracruz, funge como centro de reclusión en la zona. Sin embargo, solamente es un módulo preventivo.
El Penalito de Playa Linda fue habilitado como centro de reclusión en 2011. Tiene capacidad para 50 personas y cinco celdas de 16 metros cuadrados; en cuatro permanecen los hombres y en una las mujeres.
12 años de abandono
A más de 12 años de la inhabilitación y desalojo del antiguo penal Ignacio Allende, el deterioro del inmueble es visible desde el exterior.
La pintura de colores crema y naranja de la expenitenciaría luce corrida y desprendida en algunas partes de las paredes. La humedad también se nota en los muros frontales del edificio.
El expenal se encuentra totalmente bloqueado, debido a que los ventanales fueron tapados con tablones y las puertas están por muros de ladrillo.
Aunque todos los accesos están bloqueados, eso no impide que la expenitenciaría sea el hogar de personas en situación de calle.
La reja por la que se daba acceso a las visitas está oxidada, más que la puerta principal de la cárcel. En la fachada también hay grafitis. Alrededor solamente hay carros estacionados y un puesto de tacos.
Después de su inhabilitación, el inmueble pasó a manos del ayuntamiento de Veracruz, que en 2010 era presidido por el priista Jon Rementería Sempé.
El cabildo de Veracruz aprobó en la sesión ordinaria del 22 de noviembre de 2010 que el edificio se donara al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que lo usaría para la instalación de sus oficinas.
Debido a que el lugar no fue utilizado por el INAH, la administración del alcalde priista Ramón Poo Gil revocó el acuerdo el 5 de noviembre de 2015 para que el ayuntamiento recuperara el inmueble.
El expenal de Allende no fue contemplado dentro de los planes municipales de obra durante el resto del gobierno de Poo Gil ni en la administración del panista Fernando Yunes Márquez.
Durante los últimos años, la excárcel sirvió como hogar de varias familias que sobreviven principalmente de la chatarrería.
Sin embargo, también se convirtió en refugio de presuntos maleantes que atemorizaron a los vecinos de la zona.
El 23 de agosto de 2019, una joven de 16 años fue violada sexualmente dentro de las ruinas del expenal de Allende. Un día después, la dirección municipal de Gobernación desalojó a 14 personas que vivían en el lugar.
La construcción fue limpiada por vecinos de la zona, que decidieron también que todos los accesos fueran bloqueados, como lucen actualmente. Ahora, el único asomo de vida que existe en el sitio son los árboles frondosos que rodean a la expenitenciaría.
Debido a que el lugar está catalogado como un edificio histórico, el INAH sigue como encargado de dar permisos para cualquier trabajo de construcción o adecuación del recinto.
Si el cabildo de Veracruz aprueba que el inmueble sea donado a la UV, la universidad deberá solicitar la autorización del INAH para rehabilitar el expenal.
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