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"Error" de Interpol tiene preso a albañil de Veracruz por crimen en Texas

Moisés Álvarez Pérez de 49 años, es acusado de un homicidio ocurrido en Texas en el 2009, lugar en el que afirma que jamás estuvo

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Escrito en VERACRUZ el

“A su esposo se lo llevaron al Reclusorio Norte de la Ciudad de México, vino la Interpol por él”, le dijeron a Janet Gamboa Romero en la Fiscalía General de la República (FGR), con sede en la ciudad de Veracruz.

Moisés Álvarez Pérez, de 49 años, es acusado de un homicidio ocurrido en el estado de Texas en el 2009, lugar en el que afirma que jamás estuvo, pues nunca ha salido del país. Su familia asegura que se lo llevaron preso por una coincidencia con el nombre del verdadero sospechoso de ese crimen, es decir, homonimia. 

La homonimia se da cuando el parecido o similitud del nombre se presenta con una persona que realiza actividades al margen de la ley, de acuerdo con Celestino Espinoza Rivera, abogado penalista.

 

"A mi esposo lo detuvieron por una equivocación del nombre, mi esposo se llama Moisés Álvarez Pérez y ellos andaban buscando a Moisés Pérez Álvarez”, cuenta Janet, ama de casa que cumple 25 días con insomnio.

La mañana del pasado 22 de junio, Moisés salió de su domicilio, ubicado en la colonia Reyes Heroles del puerto de Veracruz. Como todos los días, una camioneta lo recogió a fuera de su casa para llevarlo a la obra donde trabaja como albañil.

Horas más tarde, Janet recibió una llamada de su padre, avisándole que a Moy se lo habían llevado detenido personal de la Policía Federal Ministerial, sin decir cuál era el motivo.

 

"Ellos iban sobre la calle de Arista y a cinco cuadras los detiene una patrulla; una camioneta gris les hace el señalamiento de que se detengan, porque iban a checar un robo. A la hora que ellos se bajan les dicen que los iban a revisar y que enseñaran sus identificaciones. Mi esposo no traía su credencia, pero sí su licencia. Uno de los policías le dijo que tenía una orden de aprensión y en ese momento lo arrestaron”, cuenta Janet el inicio de su pesadilla.

 

Sus compañeros con los que viajaba, preguntaron a los oficiales a dónde se lo iban a llevar, pero solo respondieron que a la Fiscalía.

Esa mañana la esposa de Moisés visitó todas las dependencias en el puerto de Veracruz; fue a la Fiscalía Regional zona Centro de la colonia Las Bajadas, al poniente de la ciudad de Veracruz, pero no lo encontró.

También fue al Centro Integral de Justicia, FGE Veracruz Norte, donde la respuesta fue la misma, entonces se dirigió al Penal de la colonia Playa Linda, con la esperanza de que Moy estuviera en aquel sitio, pero tampoco lo encontró.

Horas más tardes, se dirigió a la sede regional de la Fiscalía General de la República (FGR), en la colonia El Coyol, donde le dijeron que estuvo un par de minutos, pero que ya había sido trasladado por personal de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) al Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

La Interpol es una organización intergubernamental que tiene como miembros a 194 países, se centra en casos graves como fugitivos buscados por delitos de asesinato, abuso sexual de menores, tráfico de personas, fraude, corrupción, contrabando de drogas, delitos contra el medioambiente y blanqueo de capitales.

Una licenciada de nombre Cintia Robles me dijo: mire señora, lo que pasa es que la Interpol viene, le prestamos la oficina para hacer su trabajo, van por la persona, regresan y se lo llevan sin dar explicación”, agrega Janet.

Desesperada buscó la asesoría de un abogado de la familia para que la ayudara a localizar a su esposo. Aquel 22 de junio no logró encontrarlo en el Reclusorio Norte, donde le habían dicho que fue trasladado, hasta el siguiente día apareció en las instalaciones del Reclusorio Sur de la Ciudad de México.

La búsqueda para Janet no fue fácil, pues a cada reclusorio que llamaba preguntaba por Moisés Álvarez Pérez, sin embargo, su esposo había sido recluido con el nombre de Moisés Pérez Álvarez.

 

"El señor Moisés no sabe ni leer ni escribir, no me puede dar información de nada de su casa porque no se sabe s dirección, no tiene ningún teléfono en su mente, y yo no tenía manera de comunicarme con su familia”, refirió una abogada de oficio de Moisés.

 

La abogada de oficio les recomendó que buscaran todas las pruebas que demostraran que Moisés no es la persona que busca la Interpol. 

También interpusieron una queja en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México con el número de CDHCM/121/22/CNDH/R0750. Moisés cumple casi un mes en el reclusorio sin tener contacto con su familia. Janet no pudo verlo debido a que las visitas estaban restringidas por la nueva ola de contagios de covid en el país.

Una coincidencia arruinó la vida de un albañil

Moisés nació el 4 de septiembre de 1972 en la localidad de Sabaneta, a dos horas del municipio de Santiago Tuxtla, del estado de Veracruz.

Es el octavo hijo de 10 hermanos que provienen de una familia humilde. Moisés no quiso estudiar. Desde pequeño se escapaba de la escuela, por lo que su papá decidió llevarlo a trabajar en el campo.

A los 22 años, Moisés llegó a Veracruz a trabajar como albañil, ahí conoció a Janet, quien trabajaba en el mismo lugar.

Tres años después se casaron y se fueron a vivir a la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, el único lugar fuera de Veracruz en el que ambos han radicado. 

En ese lugar vivieron seis años, de 1999 a julio del 2006, fecha en la que regresaron a Veracruz debido al cáncer que padecía la mamá de Janet. Tras la muerte de su madre, la familia decidió quedarse a vivir en el puerto jarocho.

 

“Mi esposo es muy serio, muy tranquilo y reservado, cuando platica tartamudea, por eso casi no habla, se lleva con algunos vecinos, pero por lo regular está en la casa. Solo se levantaba a trabajar”.

 

De acuerdo con la escasa información que la abogada de oficio le ha brindado a Janet, su esposo fue arrestado por el homicidio de una mujer ocurrido en agosto del 2009 en el estado de Texas.

Una nota publicada en Facebook, por el usuario Derek Charles, del 15 de octubre del 2019, refiere que el homicidio fue cometido el 14 de septiembre de 2009, la víctima era una mujer de 45 años de nombre Faith Worthy Guillory.

El cuerpo de la víctima fue encontrado en un vehículo, ubicado en un complejo de apartamentos de la ciudad de La Marque, en el condado de Galveston del estado de Texas. Presentaba varios disparos en el cuerpo.

La policía de aquella ciudad señaló como principal sospechoso a Moisés Pérez Álvarez, quien era migrante y pareja de la mujer, señala el artículo.

La última vez que vieron al sospechoso fue junto a las vías del tren en la ciudad de Hitchcock, en el condado de Galveston, y se presume que huyó a México.

Sin embargo, Janet asegura que por esas fechas su marido se encontraba en Sabaneta, ahí realizó un trámite de registro de fierros quemadores para marcar ganado.

Esto lo demostró con el documento que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesquero y la Dirección General de Ganadería les dio, el 10 de septiembre del 2009.

Otro artículo del portal de internet amwfans, que se encarga de recopilar datos de personas prófugas, indica que años antes el sospechoso fue acusado por la agresión sexual de una menor.

Por este delito, en agosto del 2005 pasó dos años de prisión. En esa fecha, la familia de Moisés Álvarez Pérez asegura que ya radicaba en Veracruz.

Otro de los datos que se agregan en el artículo es la foto del presunto culpable, donde las características de ambos son completamente distintas.

Irregularidades en el arresto

“Uno de ellos dijo: este compañero se queda porque traemos una orden de aprehensión contra él”, cuenta una de las personas que presenció el arresto de Moisés y que prefiere reservar su nombre.

Luis Alberto Martín Capistrán, expresidente del Colegio de Abogados de Veracruz y director de la Facultad de Derecho de la Universidad Cristóbal Colón, señala que la Ley del Procedimiento Penal en Estados Unidos de América y en México establece que a cualquier persona que se le prive de su libertad se le debe dar a conocer el motivo por el cual se le arresta.

También se le tiene que decir quién es la autoridad que ordena la privación de la libertad y cuál es la causa o motivo que se le imputa al responsable y darle todos los datos de donde será trasladado.

En el caso de que al detenido no se les lean sus derechos un policía podría hacerse acreedor a alguna amonestación o incluso inhabilitación temporal, mientras que la persona imputada puede promover un amparo contra la detención.

“Los agentes ministeriales, adscritos a la Fiscalía General del Estado son los que tienen la atribución legal para detener una persona cuando existe una orden de aprehensión, esa orden se puede girar derivada de una ficha roja cuando la Interpol está buscando a una persona en un país diverso”, añade el abogado.

De acuerdo con Martín Capistrán, se debe de promover un juicio de amparo para impedir que sea trasladado a los Estados Unidos. 

Moy sigue en prisión y su familia no desistirá hasta que lo vean libre, pues aseguran que él es inocente. 

Celestino Espinoza Rivera, agregó que el caso de Moisés no es el único, pues muchas ocasiones los policías responsables de ejecutar la orden de arresto no tienen la certeza y los antecedentes que les especifique que la persona que están deteniendo es el verdadero culpable.

“En algunas ocasiones no tienen a alguien cercano a la víctima que les especifique que sí es la persona que buscan y otra puede ser para sacar trabajo. Los policías tienen metas por cumplir y si tienen una persona que tiene ese nombre, pues ejecutan la orden”, dijo.

Uno de los casos más recientes que sucedió en el estado de Veracruz fue el arresto de Antonio de Jesús N, quien fue detenido el pasado 9 de mayo de este año por el caso del asesinato de la directora del portal El Veraz, Yessenia Mollinedo, y la reportera Sheila Johana García.

Una semana después familiares y amigos se manifestaron para exigir la liberación del joven estudiante del tecnológico de Xalapa, pues comprobaron con vídeos que se encontraba en otra ciudad al momento del asesinato de las reporteras.

La Fiscalía General del Estado (FGE) reconoció el error y dijo que se trató de una homonimia, tras verificar su identidad, se determinó que era inocente.

Sin embargo, Espinoza Rivera señala que no todos corren con la misma suerte, pues muchos pueden tardar hasta dos años en prisión por un error.

“Todo parece una pesadilla, cambiaron la vida de mi familia”

Moisés Álvarez Pérez lleva 25 días detenido sin tener contacto con su familia, esos días han cambiado drásticamente la vida de su familia.  El 4 de julio, su hijo mayor, Rubén David Ortega Gamboa de 29 años, murió de un infarto mientras trabajaba.

La preocupación de tener a su padre encerrado le provocó severos daños emocionales que lo llevaron a la muerte, asegura Janet.

 

"Estas dos situaciones como que te dejan en shock; es un mal sueño o una pesadilla y te quedas ahí pensando dónde está la justicia, ahora ya no es solo la libertad de mi esposo, es la vida de mi hijo que se llevaron”, lamenta entre lágrimas.

 

Pese a que Rubén no es hijo biológico de Moisés, desde pequeño lo adoptó como suyo, convivieron y pasaron tiempo juntos, ahora no se ha enterado que falleció.

La madre de Moisés tampoco sabe que se encuentra preso, pues temen que al decirle pueda causar otra tragedia.

“No he podido llevar el luto de mi hijo por andar a las vueltas por lo de mi esposo y tengo que agarrar fuerzas. Todos los días le pido a Dios que me dé fuerzas, dame fuerzas porque yo ya no puedo”.

Janet, luce ojeras pronunciadas en su rostro, dice que desde la detención de su esposo no puede conciliar el sueño, por lo que debe tomar pastillas para poder dormir.

Su esposo era el sostén de su familia, sus cinco hijos se mantienen al pendiente de la situación de su padre, pues temen que pueda firmar algún documento que lo comprometa, ya que Moisés no sabe leer ni escribir.

“Yo no sé cómo vaya a regresar mi esposo. Yo no sé en qué calidad de persona regresé, cómo esté emocionalmente, ahora, al darle la noticia de que su hijo murió. O sea, todo esto que está pasando también para él va a ser muy duro y nosotros no sabemos cómo está emocionalmente y físicamente”, finaliza Janet.

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