Una mochila color verde con estampado de flores y un tucán que resalta entre el diseño, fue el trabajo que hizo que miles de personas voltearan a ver las obras del artista jarocho Ulises Cruz Temix.
El artista empírico convirtió una mochila que regaló en campañas el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en una creación colorida que a más de 68 mil personas les gustó, por ser una idea novedosa.
Ulises Cruz, de 35 años de edad, utiliza sus conocimientos para transformar cualquier objeto sencillo en auténticas obras de arte, todo lo hace pintados a mano, con pincel, creatividad y paciencia. Dentro de su taller, ubicado en la ciudad de Veracruz, crea cuadros, murales, diseños para ropa, zapatos, vestidos de novias, cuadros y lo que el cliente le solicite.
Te podría interesar
“Siempre me ha gustado el dibujo y la pintura se empezó a dar así de repente, le empecé a agarrar el gusto al trabajo. Antes trabajábamos con mi mamá para otra empresa, ella hacía los bordados artesanales y de ahí comenzó todo lo de la pintura”, dice entusiasmado.
Desde hace 20 años se dedica a la pintura, asegura que no tomó clases y todo lo aprendió de manera empírica.
Junto con su mamá tiene un negocio de vestidos bordados a mano llamado Bordados a la Mexicana; mientras que él, hace cinco años comenzó con ARTemix, una tienda en línea donde vende sus productos.
Redes sociales lo hacen viral
Aunque Ulises lleva 20 años de carrera, el 9 de julio del 2018 sus diseños fueron conocidos por miles de jarochos y mexicanos quienes hicieron viral una publicación que subió a sus redes sociales. Todo comenzó el día en el que su sobrina llegó a su casa con una mochila de un partido político que le habían dado como regalo de cumpleaños.
“Lo de la mochila fue algo espontáneo, no sé si fue como broma, pero en su cumpleaños se la regalaron, yo le dije: esa es la del Partido Verde, me dijo que sí, que me la había traído para que le pintara algo, solo que le dejará el tucán que era lo único que se veía bonito”, cuenta.
Esa noche comenzó a trabajar el diseño; primero plasmó el dibujo que quería hacer en un boceto, para después quitarle el fondo. Fueron dos horas lo que duró todo el proceso, al igual que todos sus trabajos, decidió subirlo a su página de Facebook.
Bastaron 24 horas para que la publicación se hiciera viral, fueron 65 mil 280 compartidas y 68 mil 911 reacciones que obtuvo la imagen donde se veía el antes y después de la mochila. Los comentarios fueron positivos, todas las personas querían que les modificara sus prendas.
“Todos me dijeron que era una gran idea. Cómo algo que era una propaganda política se podía aprovechar para hacer algo bonito. Todos fueron comentarios positivos, muchos querían que les modificara sus cosas. A partir de ese diseño se empezaron hacer otros”, dice.
Al ver el auge que tuvo su producto, decidió realizar una campaña de donación. Comenzó a pedirle a la gente que tenía ese tipo de mochilas en sus casas que las donara, para que él las modificara y después regalarlas a niños de escasos recursos.
Fueron 200 piezas que logró obtener. Por medio de la asociación Contagiando Voluntad, que se encarga de regalar útiles y juguetes a niños de zonas marginadas, llevó su trabajo hasta la Sierra del Pico de Orizaba, donde donó algunas, otras las dio a niños del puerto de Veracruz.
Para poder pagar la pintura y el material que utilizó, vendió algunas en 200 pesos. El proceso para hacerlas era un aproximado de dos horas. Fueron cuatro diseños diferentes los que se plasmaron.
Pandemia disminuyó campo laboral para artistas
Después del éxito de las mochilas, los clientes que tenía y los nuevos que atrajo comenzaron a pedir más, todo parecía ir bien e incluso logró tener su tienda física donde vendía su producto, pero la llegada de la pandemia de la covid-19, en marzo del 2020, retrasó los proyectos que tenía y el avance que durante cinco años logró.
“El campo laboral para el artista está prácticamente limitado, por la pandemia los sueldos se redujeron. Antes de la pandemia se brindaban empleos, pero ahora se disminuyó todo esto. Antes teníamos una tienda, pero por las bajas ventas tuvimos que cerrar”, aclara, mientras señala el espacio vacío de su taller que ocupaba como negocio.
Empleaba a cuatro personas, algunas lo ayudaban a promocionar sus productos en redes sociales y en el proceso de creación de cada pieza, ahora él se dedica a hacer todo el trabajo, también da clases a niños o adultos que se interesan en la pintura.
Otro de los obstáculos que enfrenta es la competencia con las grandes empresas que hacen diseños impresos en los tenis o camisas, aunque asegura que el trabajo artesanal es de mejor calidad, hay personas que prefieren la inmediatez a tener un producto manual.
Actualmente, todos sus productos los vende por medio de sus redes sociales, aunque no descarta que el próximo año tenga un punto de venta físico, al igual que espera dar empleo a más personas.
También, continua con la creación de las mochilas, aunque los pedidos ya son escasos, aún hay personas que se enamoran de sus diseños.
am