“Torre de la corrupción”, se lee en una pancarta colocada en una casa en la parte de atrás de la Torre Centro, ubicada en las calles Mariano Arista, entre la avenida Xicoténcatl y el callejón José María Peña, cerca del Centro Histórico de Veracruz.
El inmueble con departamentos millonarios que comenzó a construirse en 2019 y que generó varias polémicas entre los tres niveles de gobierno, sigue en pausa. A casi un año de la última clausura que originó que el proyecto se detuviera, expertos del ramo inmobiliario siguen sin tener certeza de cuándo podrían reanudar los trabajos y temen que la cancelación ahuyente a futuras inversiones.
De acuerdo con Pedro Fernández Martínez, vicepresidente cono norte de la Confederación Inmobiliaria Latinoamericana, La Torre Arista (nombre original del edificio) se encuentra en valoración de peritajes de volumetría con la administración en la que se otorgaron los permisos correspondientes.
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Es decir, las autoridades analizan si hubo o no corrupción por parte de la pasada administración municipal y estatal que dieron los permisos para la construcción de este edificio, estas autorizaciones fueron otorgadas durante el gobierno del priista Ramón Poo Gil, presidente municipal durante el periodo 2014 al 2017.
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Sin embargo, también se otorgaron permisos de cambio de uso de suelo, demolición de inmuebles y construcción de obra durante la administración del panista Fernando Yunes Márquez (2018 -2021), según como lo indica los oficios DOPDU/SDDU/OT/US/3842/2018 y DOPDU/SDDU/CCH/O55/2018.
Según declaraciones pasadas del titular de la PMA, Sergio Rodríguez Cortés, si los tribunales determinan que hubo corrupción podría haber consecuencias legales para los funcionarios que aprobaron su construcción e incluso demoler el edificio.
No obstante, Luis Alberto Martín Capistrán, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Cristóbal Colón, considera que esta acción podría ser muy difícil que se lleve a cabo, pues solo aplicaría si el edificio cuenta con defectos en la construcción que impliquen graves riesgos a los vecinos colindantes o a la población.
“Eso es muy difícil y complicado, el procedimiento de demolición ni siquiera ha iniciado, las varias autoridades que llagaron a clausurar lo hicieron porque supuestamente no cumplen con los requisitos, no porque la obra sea peligrosa, indebida o este rebasando los niveles de resistencia permitidos”, indicó el abogado.
Polémicas ¿Quién podría ganar el juicio legal?
La Torre Centro comenzó a estar en el ojo del huracán en el momento que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, habló sobre el edificio y criticó que las autoridades dieran el permiso para su construcción, esto lo dijo en su conferencia del 14 de junio del 2021.
Dijo que “no se debió autorizar” pues afectaba la imagen del Centro Histórico, por lo que debía ser “rebanada”. Ante esto el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, retomó el tema y pidió que se investigara los permisos de construcción, para corroborar que contara con toda la documentación en regla.
Aquel día se abrió el debate entre las autoridades estatales y municipales, pues el entonces alcalde Fernando Yunes, informó que el inmueble contaba con todas las autorizaciones por parte de los tres niveles de gobierno, además del visto bueno del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El INAH no tardo en desmentir el discurso del exalcalde, pues dijo que ellos no tenían facultades para autorizar construcciones fuera del perímetro C del Centro Histórico, donde se ubica la construcción.
Aunque este edificio no tiene colindancia con ningún inmueble histórico, su altura de 24 pisos rompe con el paisaje urbano de la Macroplaza del Malecón de Veracruz, donde está el Faro de Venustiano Carranza, una construcción que data del año 1902.
Tras estas declaraciones y después de que vecinos aledaños a la construcción se quejaran por las afectaciones que esta edificación hizo a sus hogares, el 24 de junio de 2021 la Secretaría de Protección Civil (SPC) del estado suspendió temporalmente la construcción, mientras se verificaba que los documentos estuvieran en regla, esta fue la primera vez que una dependencia suspendió el proyecto.
El 2 de agosto los 100 trabajadores que fueron desalojados regresaron a sus labores, no tardó mucho para que por segunda vez clausuraran la construcción, está vez fue el 19 de agosto por parte de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA).
Los argumentos que ambas dependencias estatales dieron fue que la obra quebrantaba la ley ambiental, esto después de realizar una inspección que duró varias horas. El 7 de septiembre un amparo hizo que quitaran los sellos que impedían a los trabajadores seguir con la obra.
La tercera y última vez que autoridades estatales volvieron a clausurar la obra fue el 12 de noviembre, esta vez con el argumento de una demanda interpuesta por Óscar Mozo Razo quien declaró que su casa, que se ubica al lado del edificio, sufrió daños.
Para enero del 2022 un juez federal ordenó a la PMA y SPC que quitará los sellos de clausura en los accesos de áreas comunes de la torre. El recurso de amparo 1277/2021 fue promovido ante el juzgado cuarto con sede en la ciudad de Boca del Río por un propietario que adquirió un departamento en preventa y señaló que no podía entra a ver su propiedad.
Este 12 de noviembre se cumplirá un año del último procedimiento para la clausura de la torre, la cual se encuentra en su etapa final, hasta el momento no se sabe cuándo podría reanudarse el proyecto, pues esperan que se resuelvan las sentencias finales de los juicios de amparo que interpuso el dueño del inmueble.
Al respecto, Martín Capistrán, dijo que es muy probable que el propietario del edificio gane estos juicios de amparo, pues la defensa cuenta con todas las pruebas de que sus permisos están de forma legal.
“El propietario lejos de analizar la constitucionalidad y legalidad de la clausura, lo que tiene que demostrar es que ha cumplido con todos los requisitos que la normatividad en materia de construcción exige, todo parece indicar que el propietario cuenta con todos los requisitos. Se está en espera de la sentencia y todo parece indicar que va a dejar sin efecto la clausura”, dijo.
También señaló que el o los propietarios pueden acudir a una contrademanda a las dependencias que ordenaron la clausura, si es que comprueban que se incurrió en abuso de poder, por daños y perjuicios que puedan haber ocasionado a los particulares, durante el tiempo que la obra estuvo detenida.
“Sí puede el dueño de la obra emitir un procedimiento de responsabilidad patrimonial en contra de la autoridad que ordenó la clausura, pero va más allá, también del servidor público que firma la orden”, agregó.
Torre dará realce al centro
Fernández Martínez, aseveró que estos proyectos son los que se necesitan en el centro para darle plusvalía y para la llegada de inversionistas que se animen a invertir en los edificios que se encuentran en deterioro y abandono.
No obstante, cancelar definitivamente esta construcción puede asustar a los nuevos inversionistas, por lo que hizo una invitación a las autoridades para resolver este dilema de forma favorable.
“Nosotros damos un voto de confianza al estado, a los permisos y reglamentaciones que se derivaron en determinado momento y confiamos en que este peritaje lo va a emitir con buen criterio”, mencionó.
Actualmente, la construcción luce vacía, dentro de la recepción algunas personas y vigilantes deambulan por el lobby, hace una semana volvió a llamar la atención de los ciudadanos, pues aseguraron que debido a las fuertes rachas de viento se cayeron algunos cristales.
Por medio de internet todavía hay anuncios donde se ofrecen los departamentos, que se venden en más de 4 millones de pesos, pese a que el futuro de la torre aun sea incierto.
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